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Escoliosis degenerativa: causas, síntomas y tratamiento

La escoliosis degenerativa es una condición de la columna vertebral que se desarrolla típicamente en individuos mayores de 50 años. A diferencia de la escoliosis en adolescentes, que a menudo tiene causas desconocidas, la escoliosis degenerativa se debe principalmente al desgaste de la columna a lo largo del tiempo. Este artículo proporciona información sobre las causas, síntomas y opciones de tratamiento de la escoliosis degenerativa.

Escoliosis degenerativa: causas, síntomas y tratamiento
Escoliosis degenerativa

¿Qué causa la escoliosis degenerativa?

La escoliosis degenerativa es causada, en su mayoría, por la deterioración gradual de la estructura de la columna vertebral, especialmente de los discos intervertebrales y las articulaciones facetarias. A medida que estos componentes de la columna se debilitan con la edad, ya no pueden mantener la alineación de la columna, lo que lleva a una curvatura lateral. Los factores que contribuyen a esta degeneración incluyen:

1. Artrosis:

La causa más común de la escoliosis degenerativa es la artrosis.

La artrosis ocurre cuando el cartílago que amortigua las articulaciones comienza a desgastarse. Este cartílago es un tejido liso y gomoso que cubre los extremos de los huesos, permitiendo que se deslizen entre sí con mínima fricción. Varios factores contribuyen a su deterioro. El envejecimiento juega un papel significativo, ya que el cartílago se vuelve naturalmente más delgado y menos resistente con el tiempo. La capacidad del cuerpo para reparar y regenerar el cartílago también disminuye con la edad. Además, el estrés repetido en las articulaciones debido a actividades cotidianas, como caminar o levantar objetos, puede causar desgaste en el cartílago, lo que lleva a su descomposición. La inflamación crónica en las articulaciones es otro factor que contribuye, ya que las moléculas inflamatorias pueden dañar las células del cartílago y los tejidos circundantes. La predisposición genética también juega un papel, ya que algunas personas heredan características que hacen que su cartílago sea más susceptible a la degeneración. Lesiones en las articulaciones, como fracturas o desgarros de ligamentos, pueden aumentar aún más el riesgo de desarrollar artrosis más adelante en la vida.

2. Degeneración del disco intervertebral:

La degeneración del disco intervertebral implica el deterioro gradual de los discos intervertebrales, que son los cojines entre las vértebras. Estos discos pierden humedad y elasticidad principalmente debido al envejecimiento. A medida que las personas envejecen, el contenido de agua en los discos disminuye, haciéndolos menos efectivos en la absorción de impactos y más propensos a colapsar. El suministro de sangre reducido a los discos, que empeora con la edad, limita la entrega de nutrientes y la eliminación de productos de desecho, lo que lleva a una mayor degeneración. El estrés mecánico debido a actividades repetitivas o levantamiento de peso puede acelerar este proceso, causando que los discos pierdan su elasticidad y altura. Factores genéticos también pueden predisponer a algunas personas a una degeneración temprana del disco, ya que ciertas variaciones genéticas pueden hacer que los discos sean más vulnerables. Además, fumar se ha relacionado con la degeneración del disco porque reduce el suministro de oxígeno a los discos, lo que afecta su capacidad para sanar y regenerar.

3. Osteoporosis:

Como una condición caracterizada por huesos debilitados, la osteoporosis puede llevar a fracturas en las vértebras, lo que contribuye aún más al desarrollo de la escoliosis.

La osteoporosis, una condición caracterizada por huesos debilitados que son más propensos a fracturas, ocurre cuando la creación de nuevo hueso no puede mantenerse al día con la eliminación de hueso viejo. El envejecimiento es un factor importante en el desarrollo de la osteoporosis, ya que la densidad ósea disminuye naturalmente con la edad. Después de aproximadamente los 30 años, la masa ósea comienza a declinar, lo que lleva a huesos menos densos y más frágiles. Los cambios hormonales, especialmente en las mujeres durante la menopausia, aceleran significativamente la pérdida ósea debido a una caída en los niveles de estrógeno. En los hombres, niveles bajos de testosterona pueden contribuir al adelgazamiento óseo. Las deficiencias dietéticas, particularmente la falta de calcio y vitamina D, también juegan un papel crítico, ya que estos nutrientes son esenciales para la formación y el mantenimiento óseo. Un estilo de vida sedentario aumenta aún más el riesgo de osteoporosis, ya que los ejercicios de carga ayudan a fortalecer los huesos, y la falta de actividad física puede llevar a la pérdida ósea. Además, fumar y el consumo excesivo de alcohol pueden interferir con la capacidad del cuerpo para construir y mantener la masa ósea. Factores genéticos también influyen en la densidad ósea y la tasa de pérdida ósea, haciendo que algunas personas sean más susceptibles a la osteoporosis.

4. Factores genéticos:

Algunas personas pueden estar genéticamente predispuestas a desarrollar escoliosis degenerativa debido a rasgos heredados que afectan la estructura de la columna o la capacidad del cuerpo para reparar tejidos dañados.

Síntomas y complicaciones

Los síntomas de la escoliosis degenerativa pueden variar ampliamente dependiendo de la gravedad de la curvatura y la extensión de la degeneración espinal. Los síntomas comunes incluyen:

  • Dolor de espalda: El síntoma más prevalente, el dolor de espalda, puede variar desde una ligera molestia hasta un dolor severo y debilitante. El dolor a menudo se debe a la compresión de nervios o al esfuerzo ejercido sobre los músculos y ligamentos de la columna.
  • Desequilibrio: A medida que la columna se curva, puede causar un desequilibrio notable, lo que lleva a dificultades para estar de pie o caminar. Algunas personas pueden sentir que se inclinan hacia un lado.
  • Compresión nerviosa: La curvatura de la columna puede comprimir nervios cercanos, resultando en síntomas como entumecimiento, hormigueo o debilidad en las piernas.
  • Disminución de la función pulmonar: En casos severos, la curvatura de la columna puede restringir la capacidad pulmonar, lo que provoca dificultades respiratorias.

Las complicaciones de la escoliosis degenerativa no tratada pueden incluir dolor crónico, discapacidad y una calidad de vida reducida. En algunos casos, la curvatura puede progresar, provocando más complicaciones.

Diagnóstico y opciones de tratamiento

El diagnóstico de la escoliosis degenerativa se realiza generalmente mediante una combinación de evaluación del historial médico, examen físico y pruebas de imagen, como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas. Estas pruebas ayudan a evaluar el grado de curvatura espinal e identificar cualquier problema subyacente que contribuya a la condición.

El tratamiento para la escoliosis degenerativa tiene como objetivo aliviar los síntomas, mejorar la función de la columna y prevenir la progresión de la curvatura. Las opciones de tratamiento incluyen:

  • Manejo conservador: En casos leves a moderados, los tratamientos conservadores suelen ser la primera línea de defensa. Estos pueden incluir:
    • Fisioterapia: Fortalecer los músculos que soportan la columna puede ayudar a reducir el dolor y mejorar la postura y el equilibrio.
    • Manejo del dolor: Medicamentos como los antiinflamatorios no esteroides (AINEs), relajantes musculares o inyecciones de corticosteroides pueden ayudar a controlar el dolor y la inflamación.
    • Uso de corsé: En algunos casos, usar un corsé puede ayudar a estabilizar la columna y prevenir una mayor curvatura, aunque esto es más común en personas jóvenes con escoliosis.
  • Intervención quirúrgica: La cirugía puede considerarse para individuos con curvaturas severas, dolor significativo o síntomas neurológicos. Las opciones quirúrgicas incluyen:
    • Fusión espinal: Este es un procedimiento quirúrgico utilizado para tratar casos severos de escoliosis degenerativa al conectar permanentemente dos o más vértebras en la columna. El objetivo principal de la fusión espinal es estabilizar la columna, prevenir una mayor curvatura y aliviar el dolor. Durante el procedimiento, el cirujano retira el disco intervertebral entre las vértebras afectadas y luego utiliza injertos óseos, varillas de metal, tornillos o placas para fusionar las vértebras. Con el tiempo, los injertos óseos fomentan el crecimiento de nuevo hueso, que une permanentemente las vértebras fusionadas. Al eliminar el movimiento entre los segmentos fusionados, la fusión espinal reduce el dolor causado por inestabilidad o movimiento anormal en la columna. Sin embargo, el procedimiento puede resultar en una reducción de la flexibilidad en la sección fusionada de la columna, y la recuperación puede tardar varios meses mientras los huesos sanan y se fusionan. A pesar de estas limitaciones, la fusión espinal es a menudo efectiva para proporcionar alivio del dolor a largo plazo y prevenir más deformidades espinales en pacientes con escoliosis degenerativa.
    • Cirugía de descompresión: Si la compresión nerviosa está causando un dolor significativo o síntomas neurológicos, puede realizarse cirugía de descompresión para aliviar la presión en los nervios. En la escoliosis degenerativa, la curvatura anormal de la columna puede provocar un estrechamiento del canal espinal o la compresión de las raíces nerviosas, resultando en síntomas como dolor, entumecimiento, hormigueo o debilidad en las piernas. La cirugía de descompresión implica eliminar espolones óseos, ligamentos engrosados o partes de las vértebras que están presionando sobre los nervios. Este proceso ayuda a ensanchar el canal espinal o crear más espacio alrededor de las raíces nerviosas comprimidas, reduciendo o eliminando así los síntomas relacionados con los nervios. La cirugía de descompresión puede realizarse sola o en combinación con la fusión espinal, dependiendo de la gravedad de la escoliosis y de los síntomas específicos. Si bien la cirugía de descompresión puede proporcionar un alivio significativo del dolor nervioso y mejorar la movilidad, puede no abordar la inestabilidad espinal subyacente, por lo que a menudo se combina con la fusión espinal para un tratamiento más integral. La recuperación de la cirugía de descompresión varía, pero los pacientes generalmente experimentan una mejoría en sus síntomas relativamente pronto después del procedimiento.
El uso de un corsé puede ayudar a estabilizar la columna y prevenir una mayor curvatura.
El uso de un corsé puede ayudar a estabilizar la columna y prevenir una mayor curvatura.

Prevención de la escoliosis degenerativa

Si bien la escoliosis degenerativa no siempre puede prevenirse, ciertos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a reducir el riesgo de degeneración espinal y mantener la salud espinal en general:

  • Ejercicio regular: Participar en actividad física regular, particularmente ejercicios que fortalecen los músculos del núcleo y la espalda, puede ayudar a soportar la columna y reducir el riesgo de degeneración.
  • Dieta saludable: Una dieta rica en calcio y vitamina D puede ayudar a mantener la densidad ósea y reducir el riesgo de osteoporosis.
  • Conciencia de la postura: Mantener una buena postura al sentarse, estar de pie y levantar objetos puede reducir la tensión en la columna y ayudar a prevenir la degeneración.

Resumen

La escoliosis degenerativa es una condición que afecta a muchos adultos mayores, provocando dolor, desequilibrio y otras complicaciones. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden ayudar a controlar los síntomas y mejorar la calidad de vida. Al comprender las causas, síntomas y opciones de tratamiento para la escoliosis degenerativa, las personas pueden tomar medidas proactivas para mantener su salud espinal y reducir el riesgo de esta condición.

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