Los ganglios linfáticos inflamados y los sudores nocturnos son síntomas que indican diversas enfermedades. Las causas de los ganglios linfáticos inflamados y los sudores nocturnos pueden ser infecciones o condiciones más graves como el cáncer.

Causas de los ganglios linfáticos inflamados y sudores nocturnos
1. Linfoma
El linfoma es un tipo de cáncer que comienza en las células que forman parte del sistema inmunológico del cuerpo, específicamente en los linfocitos. El linfocito es un tipo de glóbulo blanco. Existen varios tipos de linfoma, pero el linfoma de Hodgkin y el linfoma no Hodgkin son los tipos más comunes.
En el linfoma, las células cancerosas pueden provocar la inflamación de los ganglios linfáticos a medida que se acumulan allí. También pueden ocurrir sudores nocturnos debido a la respuesta del cuerpo al cáncer. La causa exacta de los sudores nocturnos en el linfoma no se comprende del todo, pero se cree que se debe a la reacción del cuerpo a las sustancias producidas por el cáncer, así como a la respuesta inmune del cuerpo ante la enfermedad.
El diagnóstico de linfoma se realiza generalmente mediante un examen físico (para verificar la presencia de ganglios linfáticos inflamados), análisis de sangre, pruebas de imagen como una tomografía computarizada (TC) o una tomografía por emisión de positrones (PET), y una biopsia de ganglio linfático. La biopsia de ganglio linfático consiste en tomar una muestra de tejido del ganglio linfático para su análisis en laboratorio.
El tratamiento para el linfoma depende del tipo y la etapa de la enfermedad, pero puede incluir quimioterapia, radioterapia, inmunoterapia, terapia dirigida o trasplante de células madre.
2. Tuberculosis
La tuberculosis es una enfermedad infecciosa causada por la bacteria Mycobacterium tuberculosis. La tuberculosis generalmente afecta los pulmones, pero también puede impactar otras partes del cuerpo.
En la tuberculosis, las bacterias pueden causar inflamación en los ganglios linfáticos, lo que lleva a la hinchazón. La infección también puede desencadenar la respuesta inflamatoria del sistema inmunológico, resultando en fiebre y sudores nocturnos.
El diagnóstico de tuberculosis se realiza mediante una prueba cutánea o un análisis de sangre para detectar la presencia de bacterias de tuberculosis, una radiografía de tórax para verificar cambios en los pulmones, y una prueba de esputo para identificar las bacterias de tuberculosis.
El tratamiento para la tuberculosis generalmente consiste en un tratamiento prolongado (6 a 9 meses) de antibióticos para eliminar las bacterias.
3. Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH)
El VIH es un virus que ataca el sistema inmunológico del cuerpo, específicamente las células CD4 (células T). Con el tiempo, el VIH puede destruir tantas de estas células que el cuerpo no puede combatir infecciones y enfermedades, lo que lleva al Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA) – la etapa final de la infección.
En las primeras etapas del VIH, el virus puede provocar la inflamación de los ganglios linfáticos a medida que se replica dentro de estas estructuras. El intento del sistema inmunológico por combatir la infección puede causar inflamación en todo el cuerpo, resultando en fiebre y sudores nocturnos.
El diagnóstico del VIH se confirma mediante un análisis de sangre o una prueba de saliva que detecta los anticuerpos contra el VIH. Otro tipo de prueba busca partes del virus mismo, como su ARN o antígenos.
El tratamiento para el VIH es la terapia antirretroviral – una combinación de medicamentos que impiden la replicación del virus. Este tratamiento ayuda a mantener el sistema inmunológico y a prevenir la progresión hacia el SIDA.
4. Mononucleosis infecciosa
La mononucleosis infecciosa es una infección viral generalmente causada por el virus de Epstein-Barr. Este virus se transmite a través de la saliva, de ahí su apodo de “la enfermedad del beso.”
En la mononucleosis, el virus provoca un aumento en la producción de glóbulos blancos, lo que lleva a la inflamación de los ganglios linfáticos. La respuesta inmune del cuerpo ante la infección puede provocar fiebre y sudores nocturnos.
El diagnóstico de mononucleosis se realiza mediante un examen físico para verificar la presencia de ganglios linfáticos inflamados y un análisis de sangre para detectar anticuerpos contra el virus.
El tratamiento suele consistir en descanso, una hidratación adecuada y medicamentos de venta libre para aliviar los síntomas. En algunos casos, se pueden usar corticosteroides para reducir la inflamación.
Los ganglios linfáticos inflamados, la fiebre y los sudores nocturnos también pueden ser síntomas de un resfriado o gripe. Sin embargo, a diferencia del resfriado y la gripe, los síntomas del linfoma no Hodgkin generalmente no desaparecen. Si tienes síntomas que persisten por más de 2 semanas, o si los síntomas son recurrentes y se intensifican, necesitas consultar a un médico.