Los agonistas del receptor GLP-1 son una clase de medicamentos ampliamente utilizados para el manejo de la diabetes tipo 2 y la ayuda en la pérdida de peso. Estos fármacos imitan la acción del péptido similar al glucagón-1 (GLP-1), una hormona que ayuda a regular los niveles de azúcar en la sangre, ralentiza el vaciamiento gástrico y aumenta la sensación de saciedad. Algunos de los agonistas del receptor GLP-1 más conocidos incluyen semaglutida (Ozempic, Wegovy, Rybelsus), liraglutida (Victoza, Saxenda), dulaglutida (Trulicity) y exenatida (Byetta, Bydureon). Aunque estos medicamentos ofrecen beneficios significativos, no son aptos para todos. Comprender quiénes deberían evitar estos medicamentos es crucial para garantizar la seguridad y eficacia.

¿Qué son los agonistas del receptor GLP-1?
Los agonistas del receptor GLP-1 actúan mejorando la secreción de insulina, suprimiendo la liberación de glucagón y ralentizando la digestión, lo que lleva a un mejor control del azúcar en la sangre y manejo del peso corporal. Los estudios han demostrado que estos medicamentos pueden reducir los niveles de HbA1c entre un 1.0 y un 1.5% y promover una pérdida de peso promedio del 5 al 15% del peso corporal, dependiendo del fármaco y la dosis específicos.
Contraindicaciones: ¿Quién no debería tomar agonistas del receptor GLP-1?
Aunque estos medicamentos son efectivos para muchas personas, ciertas enfermedades hacen que el uso de estos medicamentos sea inapropiado o riesgoso.
1. Personas con antecedentes de carcinoma medular de tiroides
Los agonistas del receptor GLP-1 se han relacionado con un aumento del riesgo de tumores de células C en la tiroides en estudios con animales. Si bien no hay evidencia definitiva en humanos, la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) desaconseja el uso de estos medicamentos en pacientes con antecedentes personales o familiares de carcinoma medular de tiroides.
2. Pacientes con síndrome de neoplasia endocrina múltiple tipo 2 (MEN 2)
Las personas con MEN 2, un trastorno genético que incrementa el riesgo de tumores endocrinos, deben evitar el uso de agonistas del receptor GLP-1 debido a los riesgos de tumores tiroideos.
3. Personas con enfermedades gastrointestinales severas
Dado que los agonistas del receptor GLP-1 ralentizan el vaciamiento gástrico, estos fármacos pueden exacerbar enfermedades como:
- Gastroparesia: Vaciamiento gástrico retrasado, que lleva a náuseas, vómitos e hinchazón.
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico severa: Los síntomas pueden empeorar debido a la retención prolongada de alimentos en el estómago.
4. Personas con antecedentes de pancreatitis
Los estudios sugieren un vínculo entre los agonistas del receptor GLP-1 y un aumento del riesgo de pancreatitis. Los pacientes con antecedentes de pancreatitis deben evitar estos medicamentos o utilizarlos con extrema precaución.
5. Personas con enfermedad renal severa
Los agonistas del receptor GLP-1, especialmente la exenatida, son excretados por los riñones. En pacientes con enfermedad renal avanzada (eGFR < 30 mL/min/1.73m²), estos fármacos pueden causar deshidratación, náuseas y empeoramiento de la función renal.
6. Mujeres embarazadas o en periodo de lactancia
No hay suficiente investigación sobre la seguridad de tomar agonistas del receptor GLP-1 durante el embarazo y la lactancia. Los estudios en animales sugieren un daño en el desarrollo fetal, por lo que generalmente no se recomiendan estos medicamentos durante el embarazo.
Advertencias y precauciones: ¿Quién debería usarlos con precaución?
Mientras que algunas personas deberían evitar completamente los agonistas del receptor GLP-1, otros deberían usarlos con cautela bajo supervisión médica.
1. Pacientes con enfermedad de la vesícula biliar
Los estudios indican que los agonistas del receptor GLP-1 aumentan el riesgo de enfermedades relacionadas con la vesícula biliar, incluyendo cálculos biliares y colecistitis. Los pacientes con antecedentes de enfermedad de la vesícula biliar deben ser monitorizados de cerca.
2. Individuos con retinopatía diabética
Medicamentos como la semaglutida se han asociado con el empeoramiento de la retinopatía diabética en algunos pacientes, particularmente aquellos con diabetes mal controlada. Se recomiendan exámenes oculares regulares para estas personas.
3. Personas que toman otros medicamentos para la diabetes
Cuando se combinan con sulfonilureas (por ejemplo, glipizida, glimepirida) o insulina, los agonistas del receptor GLP-1 aumentan el riesgo de hipoglucemia. Es necesario ajustar las dosis de los medicamentos para prevenir niveles peligrosamente bajos de azúcar en sangre.
Medicamentos alternativos para aquellos que no pueden tomar agonistas del receptor GLP-1
Para los pacientes que no pueden usar agonistas del receptor GLP-1, los medicamentos alternativos para el manejo de la diabetes y el peso corporal incluyen:
- Inhibidores de SGLT2 (por ejemplo, empagliflozina, dapagliflozina): Estos medicamentos reducen el azúcar en sangre y disminuyen los riesgos cardiovasculares.
- Inhibidores de DPP-4 (por ejemplo, sitagliptina, linagliptina): Estos medicamentos ayudan a controlar los niveles de azúcar en sangre en personas con diabetes, con menos efectos secundarios gastrointestinales, pero sus efectos son moderados en comparación con otros fármacos.
- Terapia con insulina: La insulina es efectiva para el manejo del azúcar en sangre en aquellos que no pueden usar otros medicamentos.
- Modificaciones en el estilo de vida: Cambios en la dieta, actividad física y terapia conductual pueden ser efectivos para el control de la diabetes y del peso corporal.
En resumen, los agonistas del receptor GLP-1 son medicamentos valiosos para el manejo de la diabetes y la obesidad, pero no son aptos para todos. Las personas con antecedentes de carcinoma medular de tiroides, MEN 2, condiciones gastrointestinales severas, pancreatitis o enfermedad renal avanzada deben evitar estos fármacos. Otros, como aquellos con enfermedad de la vesícula biliar o retinopatía diabética, deben usarlos con precaución. Consultar a un profesional de la salud es esencial antes de comenzar o detener el uso de cualquier agonista del receptor GLP-1 para asegurar un tratamiento seguro y efectivo.