El calambre en las piernas es una condición común y generalmente inofensiva, donde los músculos de la pierna se contraen repentinamente y se vuelven dolorosos. Las causas del calambre en las piernas secundario pueden incluir: embarazo, ejercicio, uso de medicamentos, enfermedades del hígado y otras enfermedades. A continuación, se presentan 8 medicamentos comunes que pueden causar calambres en las piernas.

1. Diuréticos de acción corta
Los diuréticos se utilizan para tratar la hipertensión, la insuficiencia cardiaca congestiva y el edema, entre otras condiciones médicas. Los diuréticos ayudan al cuerpo a deshacerse del exceso de líquido al moverlo a la orina.
Los diuréticos de acción corta, que se eliminan rápidamente del cuerpo, incluyen el bumetanida (Bumex) y el furosemida (Lasix, Puresis).
Cómo este medicamento puede causar calambres en las piernas: Los diuréticos aumentan la excreción de algunos electrolitos del cuerpo —incluidos sodio, cloruro y potasio— a través de la orina. Los niveles bajos de estos electrolitos pueden causar fatiga extrema, debilidad muscular, dolor en las articulaciones, así como malestar en los huesos y músculos.
Solución alternativa: Una baja dosis de un diurético de acción prolongada, como el torasemida (Demadex), puede reducir el riesgo de pérdida de electrolitos. También puede ser útil reducir el consumo de sal en la dieta, hacer más ejercicio y controlar la ingesta de líquidos. Sin embargo, tenga cuidado con los sustitutos de la sal, ya que la mayoría contienen cloruro de potasio y también pueden causar desequilibrio electrolítico. Y asegúrese de consultar a un profesional de la salud antes de comenzar un nuevo régimen de ejercicio.
2. Diuréticos tiazídicos
Los diuréticos tiazídicos se utilizan comúnmente para tratar la hipertensión. También se utilizan para tratar la insuficiencia cardiaca congestiva, el edema y otras condiciones médicas.
Ejemplos de diuréticos tiazídicos incluyen: clorotiazida (Diuril), hidroclorotiazida (Microzide), indapamida (Lozol) y metolazona (Zaroxolyn).
Cómo este medicamento puede causar calambres en las piernas: Al igual que los diuréticos de acción corta (ver arriba), los diuréticos tiazídicos pueden agotar electrolitos clave, causando calambres en las piernas y otros problemas musculares graves.
Solución alternativa: Hable con su médico sobre la posibilidad de cambiar a una baja dosis de un diurético de acción prolongada, como el torasemida (Demadex). Este medicamento puede reducir significativamente el riesgo de pérdida de electrolitos. O cambie a otro medicamento para la hipertensión. También puede ser útil reducir el consumo de sal en la dieta, hacer más ejercicio y controlar la ingesta de líquidos. Tenga cuidado con los sustitutos de la sal, ya que la mayoría contienen cloruro de potasio y pueden causar desequilibrio electrolítico. Y consulte a un profesional de la salud antes de comenzar un nuevo régimen de ejercicio.
3. Betabloqueantes
Los betabloqueantes se prescriben típicamente para tratar la hipertensión (presión arterial alta) y las arritmias (ritmos cardíacos anormales). Estos medicamentos ralentizan la frecuencia cardíaca y reducen la presión arterial al bloquear el efecto de la hormona adrenalina. Los betabloqueantes también se utilizan para tratar la angina, las migrañas, los temblores y para tratar ciertos tipos de glaucoma (en forma de gotas para los ojos).
Ejemplos: atenolol (Tenormin), carvedilol (Coreg), metoprolol (Lopressor, Toprol), propranolol (Inderal), sotalol (Betapace), timolol (Timoptic) y otros medicamentos cuyos nombres químicos terminan en “-olol”.
Cómo este medicamento puede causar calambres en las piernas: Durante los últimos 30 años, los investigadores han sabido que los betabloqueantes pueden inducir calambres en las piernas, pero aún no han determinado por qué. Los estudios han demostrado que los betabloqueantes causan el estrechamiento de las arterias en las piernas y brazos, lo que a su vez provoca menos flujo sanguíneo a través de las extremidades. Es por eso que algunas personas que toman betabloqueantes tienen manos y pies fríos, una condición conocida como vasoconstricción periférica. (Si experimenta este efecto secundario, es importante que informe a su médico lo antes posible.) Dado que a menudo hay un retraso entre el inicio de la ingesta de un betabloqueante y la aparición del calambre en las piernas —que puede ser de unos meses a más de dos años—, los pacientes generalmente no sospechan una conexión entre este medicamento y los calambres en las piernas.
Solución alternativa: Para las personas mayores, los bloqueadores de canales de calcio benzotiazepínicos, otro tipo de medicamento para la presión arterial, suelen ser más seguros y efectivos que los betabloqueantes.
4. Estatinas y fibratos
Las estatinas y los fibratos se utilizan para tratar el colesterol alto. Las estatinas más vendidas son atorvastatina (Lipitor), rosuvastatina (Crestor) y simvastatina (Zocor); el fibrato más vendido es fenofibrato (Tricor).
Cómo estos medicamentos pueden causar calambres en las piernas: Los estudios muestran que las estatinas pueden inhibir la producción de células satélites en el músculo, interfiriendo con el crecimiento muscular. Algunos investigadores también han sugerido que a nivel celular, las estatinas trabajan para agotar energía. La debilidad muscular y los dolores en todo el cuerpo pueden ser síntomas de rabdomiólisis inducida por estatinas. Es una descomposición del músculo esquelético, lo que provoca que las fibras musculares se liberen en el torrente sanguíneo, a veces dañando los riñones. Además, los adultos mayores que toman estos medicamentos tienen un mayor riesgo de desarrollar sarcopenia. La sarcopenia es la pérdida de masa y fuerza muscular esquelética que se asocia con el envejecimiento.
Solución alternativa: Si está tomando estos medicamentos para reducir su colesterol ligeramente elevado, pregunte a su médico sobre la posibilidad de bajar su colesterol cambiando su dieta. También podría intentar reducir sus niveles de homocisteína en sangre —que se relaciona con el colesterol alto— tomando una combinación de vitamina B12 sublingual (1,000 mcg diarios), ácido fólico (800 mcg diarios) y vitamina B6 (200 mg diarios).
5. Agonistas beta2
Los agonistas beta2 son broncodilatadores —medicamentos que relajan los músculos lisos que rodean los tubos bronquiales, facilitando la respiración. Estos medicamentos se prescriben con frecuencia para aliviar los síntomas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
Los agonistas beta2 suelen utilizarse a través de un inhalador. El inhalador entrega una dosis medida del medicamento en forma de una fina bruma. Estos medicamentos a veces también se administran en forma de pastilla o inyección a los pacientes que no pueden usar inhaladores.
Los agonistas beta2 incluyen albuterol (Proventil, Ventolin), formoterol (Symbicort), levalbuterol (Xopenex), metaproterenol, pirbuterol (Maxair), salmeterol (Advair) y terbutalina.
Cómo este medicamento puede causar calambres en las piernas: Los investigadores aún no saben por qué los agonistas beta2 pueden causar calambres en las piernas.
Solución alternativa: Si está utilizando un agonista beta2 para una condición médica distinta a una enfermedad pulmonar, hable con su médico sobre cambiar de medicamentos o método de tratamiento. Los estudios han encontrado que los agonistas beta2 no son muy útiles para los pacientes que no tienen EPOC y que padecen bronquitis aguda o tos.
Si tiene una enfermedad pulmonar, le sugerimos que hable con su médico sobre el cambio a bromuro de tiotropio (Spiriva), otro tipo de broncodilatador de acción prolongada que se utiliza una vez al día. Spireva ha demostrado ser más efectivo que los agonistas beta2 para mejorar el estado de salud general de las personas con EPOC.
6. Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina
Los inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (ECA) se utilizan para tratar la hipertensión, la insuficiencia cardiaca congestiva y otras condiciones médicas. Estos medicamentos ayudan a relajar los vasos sanguíneos al evitar que el cuerpo produzca angiotensina II. La angiotensina II es una hormona que causa el estrechamiento de los vasos sanguíneos y, a su vez, provoca un aumento de la presión arterial.
Ejemplos de inhibidores de la ECA incluyen: benazeprilo (Lotensin), captoprilo (Capoten), enalapril (Vasotec), fosinopril, lisinopril (Prinivil, Zestril), moexipril (Univasc), perindopril (Aceon), quinapril (Accupril), ramipril (Altace) y trandolapril (Mavik).
Cómo este medicamento puede causar calambres en las piernas: Los inhibidores de la ECA pueden causar acumulación de potasio en el cuerpo (otro tipo de desequilibrio electrolítico). Esta condición puede llevar a calambres en las piernas, dolor en las articulaciones, así como malestar en los huesos y músculos.
Solución alternativa: Si está tomando un inhibidor de la ECA por un problema cardiovascular, hable con su médico sobre la posibilidad de cambiar a un bloqueador de canales de calcio benzotiazepínico. Es otra forma de medicamento para la presión arterial que a menudo es mejor tolerada por las personas mayores.
Si su condición médica se acompaña de retención de líquidos, su médico puede considerar añadir una baja dosis de un diurético de acción prolongada como el torasemida.
7. Bloqueadores de los receptores de angiotensina II (ARBs)
Los ARBs se utilizan a menudo para tratar la enfermedad coronaria o la insuficiencia cardiaca en pacientes que no pueden tolerar los inhibidores de la ECA, o en pacientes que tienen diabetes tipo 2 o enfermedad renal derivada de la diabetes. En lugar de bloquear la producción de angiotensina II por parte del cuerpo, los ARBs impiden que el cuerpo ejerza sus efectos constrictores sobre los vasos sanguíneos.
Ejemplos de ARBs incluyen: candesartán (Atacand), irbesartán (Avapro), losartán (Cozaar), telmisartán (Micardis) y valsartán (Diovan).
Cómo este medicamento puede causar calambres en las piernas: Al igual que los inhibidores de la ECA, los ARBs con frecuencia llevan a una sobrecarga de potasio en el cuerpo. Esta condición puede provocar calambres en las piernas, dolor en las articulaciones, así como malestar en los huesos y músculos.
Solución alternativa: Al igual que con los inhibidores de la ECA, le recomendamos que consulte a su médico sobre la posibilidad de cambiar a un bloqueador de canales de calcio benzotiazepínico. Este medicamento suele ser mejor tolerado por las personas mayores.
Una baja dosis de un diurético de acción prolongada como el torasemida también puede ser útil.
8. Antipsicóticos
Los antipsicóticos se utilizan para tratar la esquizofrenia, el trastorno bipolar y otras condiciones psiquiátricas graves. También se suelen prescribir antipsicóticos para tratar la agitación y la depresión, entre otras condiciones médicas.
Los antipsicóticos comúnmente prescritos incluyen: aripiprazole (Abilify), clorpromazina (Thorazine), haloperidol (Haldol), olanzapina (Zyprexa), risperidona (Risperdal) y ziprasidona (Geodon).
Cómo estos medicamentos pueden causar calambres en las piernas: Los antipsicóticos son potentes depresores del sistema nervioso central. En estudios, los efectos secundarios de los antipsicóticos incluyen fatiga, letargo y debilidad. Todos estos medicamentos también reducen los niveles de dopamina, lo que puede causar somnolencia y llevar a rigidez muscular y calambres musculares. Deficiencias graves de dopamina causadas por el uso continuo de antipsicóticos pueden provocar rigidez muscular y trastornos de movimiento a menudo irreversibles, como la akatisia (un impulso de moverse constantemente) y la discinesia tardía (un síndrome caracterizado por movimientos corporales involuntarios y repetitivos).
Solución alternativa: Hable con su médico sobre la reducción de la dosis o el cambio a otro medicamento, especialmente si le han prescrito un antipsicótico por problemas de sueño, ansiedad o depresión.
Estos son los medicamentos que pueden causar calambres en las piernas. Si usted sufre regularmente de calambres dolorosos en las piernas y cree que sus medicamentos pueden ser la causa, es mejor consultar a su médico antes de cambiar su rutina de medicamentos. Su médico no solo puede ayudarlo a sopesar los riesgos y beneficios de hacer un cambio, sino que también puede descartar problemas médicos más graves que pueden ser la causa de sus síntomas.