Las células anormales en el útero o el cuello uterino generalmente no causan síntomas visibles. La mayoría de las personas con alteraciones celulares anormales se sienten completamente saludables. Estos cambios a menudo se descubren solo durante pruebas de detección rutinarias, como una prueba de Papanicolaou o una prueba de virus del papiloma humano (VPH). Debido a que las células anormales rara vez muestran signos en las etapas iniciales, el cribado regular juega un papel crítico en su detección antes de que se desarrollen en cáncer.

Por qué las células anormales rara vez causan síntomas
Las células anormales en el cuello uterino o en el útero se desarrollan gradualmente. En muchos casos, las alteraciones celulares anormales permanecen limitadas a un área muy pequeña de tejido. Estas células no afectan el tejido circundante ni interfieren con la función del órgano durante las etapas iniciales. Por esta razón, las células anormales permanecen silenciosas y no causan dolor, flujo vaginal o sangrado en la mayoría de las personas.
Cuando las células anormales permanecen confinadas a la capa superficial del cuello uterino o del endometrio, el tejido no libera señales que desencadenen molestias. El cuerpo no reconoce estos cambios iniciales como dañinos, por lo que muchas mujeres no experimentan síntomas.
Cuándo las células anormales pueden causar síntomas
Aunque la mayoría de las células anormales no producen síntomas, ciertas situaciones pueden llevar a signos visibles.
- Progresión a lesiones de alto grado: Si las células anormales en el cuello uterino progresan a una lesión precoces de alto grado, el tejido puede volverse frágil. El tejido frágil puede provocar sangrado por contacto durante la actividad sexual.
- Involucramiento de una área más grande: Si las células anormales se expanden por una región más amplia del cuello uterino o del útero, el tejido puede no funcionar normalmente. Este cambio puede causar sangrado vaginal irregular, manchado entre períodos menstruales o sangrado después de la menopausia.
- Desarrollo en cáncer: Si las células anormales en el cuello uterino o en el útero se convierten en cáncer, pueden aparecer síntomas. El cáncer de cuello uterino puede causar sangrado anormal, flujo vaginal acuoso u oloroso, y dolor pélvico. El cáncer de útero puede provocar sangrado menstrual abundante o irregular, sangrado postmenopáusico, o dolor pélvico.
Cómo se detectan las células anormales
Las células anormales en el cuello uterino se detectan generalmente mediante pruebas de cribado cervical. Una prueba de Papanicolaou verifica cambios anormales en las células cervicales. Una prueba de VPH identifica el virus responsable de la mayoría de las anormalidades celulares cervicales. Cuando estas pruebas detectan resultados anormales, los médicos pueden recomendar una colposcopia para examinar el cuello uterino más de cerca.
Las células anormales en el útero suelen detectarse cuando el sangrado irregular provoca una ecografía o una biopsia endometrial. Estas pruebas ayudan a los médicos a evaluar directamente el tejido endometrial en busca de cambios anormales.
Categorías de referencia para la prueba de Papanicolaou (citología)
Los resultados de la prueba de Papanicolaou se informan utilizando el sistema de Bethesda. Las principales categorías son:
- Normal (Negativo para lesión intraepitelial o malignidad): Las células cervicales parecen sanas, no se detecta anormalidad.
- Células escamosas atípicas de significado indeterminado (ASC-US): Células ligeramente anormales que pueden deberse a infección, irritación o un cambio precoces.
- Células escamosas atípicas, que no se pueden excluir como lesión de alto grado (ASC-H): Células anormales que sugieren un posible cambio precoces, con mayor riesgo que ASC-US.
- Lesión intraepitelial escamosa de bajo grado (LSIL): Anormalidad leve generalmente relacionada con infección por VPH, a menudo se resuelve espontáneamente.
- Lesión intraepitelial escamosa de alto grado (HSIL): Anormalidad más severa con mayor probabilidad de progresar a cáncer cervical si no se trata.
- Células glandulares atípicas (AGC): Cambios anormales en las células glandulares del cuello uterino o del útero, que requieren una evaluación adicional.
- Cáncer de células escamosas o adenocarcinoma: Resultados consistentes con cáncer invasivo.
Categorías de referencia para la prueba de VPH

Los resultados de las pruebas de VPH generalmente caen en dos categorías principales:
- Negativo: No se detecta ADN de VPH de alto riesgo. El riesgo de desarrollar células anormales es muy bajo.
- Positivo para VPH de alto riesgo: Se detectan uno o más tipos de VPH de alto riesgo (como VPH-16 o VPH-18). Estos tipos de virus tienen la asociación más fuerte con cambios precoces y cáncer cervical.
- VPH-16 positivo: Este tipo presenta el mayor riesgo, requiere colposcopia inmediata o seguimiento cercano.
- VPH-18 positivo: Este tipo presenta un alto riesgo y está fuertemente vinculado con el adenocarcinoma cervical.
- Otros tipos de VPH de alto riesgo (31, 33, 45, 52, 58 y otros tipos): Estos tipos de VPH también están relacionados con células anormales, pero generalmente tienen un riesgo menor en comparación con VPH-16 y VPH-18.
La prueba de VPH no detecta tipos de VPH de bajo riesgo que causan verrugas genitales porque estos tipos no causan cáncer cervical.
Valores de referencia para el grosor endometrial en ecografía
La medición del grosor endometrial mediante ecografía transvaginal proporciona información útil al evaluar células uterinas anormales. Los valores varían según la edad, el estado menstrual y la terapia hormonal:
– Para mujeres premenopáusicas:
- Fase proliferativa temprana (día 4-7): 4-6 milímetros
- Fase proliferativa tardía (día 8-14): 6-10 milímetros
- Fase secretora (día 15-28): 7-16 milímetros
- Endometrio más grueso de 16 milímetros en una mujer premenopáusica con sangrado anormal puede sugerir hiperplasia u otra anormalidad.
– Para mujeres posmenopáusicas que no utilizan terapia hormonal:
- Grosor endometrial ≤4 milímetros: Riesgo muy bajo de anormalidad
- Grosor endometrial >4 milímetros: Se requiere una evaluación adicional con biopsia para descartar hiperplasia o cáncer.
– Para mujeres posmenopáusicas que utilizan terapia hormonal:
- El grosor endometrial puede variar, pero un grosor >8 milímetros a menudo genera preocupación por células anormales.
Estos valores guían a los médicos al decidir si un sangrado anormal justifica una investigación adicional mediante biopsia endometrial.
Riesgo de progresión de células anormales
No todas las células anormales progresan hacia el cáncer. La probabilidad de progresión depende del grado de anormalidad y de la causa subyacente.
Células anormales cervicales
– LSIL (lesión intraepitelial escamosa de bajo grado):
- Aproximadamente el 60 por ciento de los casos regresan a la normalidad dentro de 2 años.
- Aproximadamente el 20 por ciento de los casos persisten.
- Aproximadamente el 10 por ciento de los casos progresan a HSIL.
- Menos del 1 por ciento de los casos progresan a cáncer cervical invasivo.
– HSIL (lesión intraepitelial escamosa de alto grado):
- Aproximadamente el 20 al 30 por ciento de los casos regresan a la normalidad.
- Aproximadamente el 50 por ciento de los casos persisten.
- Aproximadamente el 20 por ciento de los casos progresan a cáncer cervical invasivo dentro de 10 años si no se tratan.
– Infección por VPH:
- Aproximadamente el 90 por ciento de los casos de infección por VPH se eliminan naturalmente dentro de 2 años.
- La infección persistente por VPH-16 o VPH-18 conlleva el mayor riesgo de progresión a HSIL y cáncer.
Células anormales uterinas
– Hiperplasia endometrial simple sin atipia:
- Menos del 5 por ciento de los casos progresan a cáncer endometrial durante 20 años.
– Hiperplasia endometrial compleja sin atipia:
- Aproximadamente el 5 por ciento de los casos progresan a cáncer endometrial.
– Hiperplasia atípica (neoplasia intraepitelial endometrial):
- Aproximadamente el 25 al 30 por ciento de los casos progresan a cáncer endometrial si no se tratan.
– Carcinoma endometrial in situ:
- Riesgo muy alto de progresión a cáncer uterino invasivo si no se trata.
Estos porcentajes destacan la importancia de la detección temprana y del seguimiento adecuado.
Por qué es importante el cribado regular
Debido a que las células anormales a menudo no causan síntomas, el cribado regular sigue siendo el único método confiable de detección temprana. El cribado detecta cambios antes de que progresen a cáncer. La detección temprana permite un tratamiento efectivo con una mayor probabilidad de cura. Sin un cribado regular, las células anormales pueden permanecer sin ser detectadas hasta que se desarrolle el cáncer y aparezcan los síntomas.
Lo que debes hacer:
- Asistir a pruebas de cribado de cáncer cervical en los intervalos recomendados según tu edad e historia médica.
- Informar cualquier sangrado vaginal inusual, flujo vaginal o dolor pélvico a un profesional de la salud sin demora.
- Seguir el consejo médico si una prueba de Papanicolaou o una prueba de VPH muestran resultados anormales.
- Registrar tu historial de cribado para garantizar un monitoreo constante.
- Preguntar a un médico sobre la evaluación endometrial si experimentas sangrado anormal del útero, especialmente después de la menopausia.