El estrechamiento de los vasos sanguíneos en las piernas ocurre cuando se acumulan depósitos de grasa, conocidos como placas, dentro de las arterias que suministran sangre a los músculos de las piernas. Esta condición reduce el flujo sanguíneo y limita el oxígeno que llega a los músculos y tejidos. El término médico para esta condición es enfermedad arterial periférica, y a menudo se desarrolla gradualmente a lo largo de muchos años. La detección y tratamiento tempranos ayudan a prevenir complicaciones graves como el daño tisular o la pérdida de extremidades.

Causas del estrechamiento de los vasos sanguíneos en las piernas
El estrechamiento de los vasos sanguíneos en las piernas ocurre principalmente debido a un proceso llamado aterosclerosis. Este proceso es la acumulación de depósitos de grasa, colesterol, calcio y otras sustancias dentro de las paredes arteriales. Con el tiempo, estas sustancias forman placas que endurecen y engrosan las arterias. Las arterias engrosadas pierden elasticidad y se vuelven más estrechas, lo que limita el flujo sanguíneo a los músculos y tejidos de las piernas. Los factores a continuación contribuyen al desarrollo y la progresión de este proceso.
1. Niveles altos de colesterol en la sangre
El exceso de colesterol en la sangre contribuye directamente a la formación de placas. La lipoproteína de baja densidad, conocida como «colesterol malo», penetra en el revestimiento interno de la pared arterial y desencadena una inflamación. El cuerpo reacciona enviando células inmunitarias para absorber el colesterol, lo que conduce a la formación de estrías grasas. Estas estrías crecen y se convierten en placas que estrechan las arterias.
Una dieta rica en grasas saturadas y grasas trans aumenta los niveles de colesterol. Con el tiempo, esta acumulación engrosa las paredes arteriales y restringe el flujo sanguíneo hacia las piernas.
2. Hipertensión arterial
La hipertensión arterial daña el revestimiento interno de las arterias. La presión repetida sobre las paredes arteriales crea pequeñas rupturas, que permiten que el colesterol y otras sustancias se acumulen. El proceso de curación forma tejido cicatrizal que engrosa y endurece las paredes arteriales.
Este daño acelera la acumulación de placas y reduce la flexibilidad de las arterias. Las arterias rígidas no pueden expandirse adecuadamente para permitir que la sangre fluya sin problemas, lo que aumenta el riesgo de bloqueos en las piernas.
3. Fumar tabaco
Los químicos en el humo del cigarrillo dañan el revestimiento interno de las arterias y reducen la capacidad de los vasos sanguíneos para relajarse y ensancharse. Fumar también promueve la inflamación, aumenta la coagulación sanguínea y disminuye el nivel del colesterol protector de lipoproteínas de alta densidad.
La nicotina constriñe los vasos sanguíneos, lo que disminuye aún más el flujo sanguíneo. Las personas que fuman con regularidad tienen un riesgo mucho mayor de desarrollar estrechamiento arterial en las piernas, incluso a una edad temprana.
4. Diabetes mellitus
La diabetes daña tanto los vasos sanguíneos pequeños como grandes a través de varios mecanismos. Los altos niveles de azúcar en la sangre promueven la inflamación, aumentan la producción de radicales libres dañinos y alteran el metabolismo de las grasas. Estos efectos aceleran la formación de placas en las arterias.
Además, la diabetes daña los nervios que controlan la función de los vasos sanguíneos, lo que empeora la circulación en las piernas. Las personas con diabetes a menudo experimentan un estrechamiento más severo de los vasos sanguíneos en comparación con quienes no tienen diabetes.
5. Obesidad y falta de actividad física
El exceso de peso corporal aumenta la carga de trabajo del corazón y eleva la presión arterial y los niveles de colesterol. La obesidad también promueve la resistencia a la insulina, lo que aumenta el riesgo de diabetes. Estos factores crean, juntos, condiciones ideales para el desarrollo de aterosclerosis.
La falta de actividad física reduce aún más la circulación sanguínea y debilita los músculos que ayudan a bombear la sangre de regreso al corazón. El ejercicio regular ayuda a mantener las arterias flexibles, mejora el flujo sanguíneo y reduce el riesgo de acumulación de placas.
6. Historia familiar y edad
Una historia familiar de enfermedades cardiovasculares aumenta la probabilidad de desarrollar estrechamiento de las arterias. Los factores genéticos influyen en el metabolismo del colesterol, en el control de la presión arterial y en la estructura de las paredes de los vasos sanguíneos. Las personas con un familiar cercano que desarrolló enfermedad arterial a una edad temprana tienen un mayor riesgo.
La edad también juega un papel importante. A medida que una persona envejece, las arterias pierden elasticidad de manera natural y se vuelven más propensas a daños y acumulación de placas. La mayoría de las personas comienzan a mostrar signos de esta condición después de los 50 años, especialmente cuando están presentes otros factores de riesgo.
7. Enfermedad renal crónica
La enfermedad renal crónica altera el equilibrio de calcio y fosfato en la sangre, promoviendo así la calcificación de las arterias. Las arterias calcificadas se vuelven rígidas y estrechas, reduciendo el flujo sanguíneo. Esta condición también aumenta la presión arterial y la inflamación, ambos factores que aceleran el desarrollo de aterosclerosis.
Las personas con enfermedad renal crónica a menudo experimentan un estrechamiento más severo y difuso de las arterias, incluidas las arterias en las piernas.
8. Consumo excesivo de alcohol y estrés
El consumo excesivo de alcohol eleva la presión arterial y daña el revestimiento interno de las arterias. El estrés crónico aumenta la producción de hormonas como el cortisol y la adrenalina, las cuales constriñen los vasos sanguíneos y elevan la presión arterial. Ambos factores contribuyen al deterioro gradual de la salud arterial.
Síntomas del estrechamiento de los vasos sanguíneos en las piernas
1. Dolor en las piernas durante el movimiento
Uno de los síntomas más comunes del estrechamiento de los vasos sanguíneos en las piernas es el dolor durante la caminata, al subir escaleras u otras formas de ejercicio. El dolor generalmente comienza en las pantorrillas, pero también puede ocurrir en los muslos o las nalgas, dependiendo de qué arterias estén afectadas.
Este dolor ocurre porque los músculos requieren más oxígeno cuando trabajan. Las arterias estrechas no pueden transportar suficiente sangre rica en oxígeno, lo que causa que los músculos duelan o se sientan cansados. El dolor suele desaparecer después de unos minutos de descanso porque la demanda de oxígeno disminuye. Con el tiempo, a medida que el estrechamiento de los vasos sanguíneos empeora, el dolor puede aparecer incluso durante caminatas más cortas o en reposo.
2. Entumecimiento o debilidad en las piernas
El flujo sanguíneo reducido a menudo causa entumecimiento, sensación de hormigueo o debilidad en una o ambas piernas. Las piernas pueden sentirse pesadas, especialmente durante el movimiento. La debilidad resulta de una cantidad inadecuada de oxígeno y nutrientes que llegan a los músculos y nervios. Si experimentas estas sensaciones a menudo, el estrechamiento de los vasos sanguíneos puede ser ya severo.
3. Frialdad en la parte inferior de la pierna o el pie
Una arteria estrechada permite que menos sangre caliente llegue a la parte inferior de la pierna y al pie. Como resultado, una pierna o pie puede sentirse más frío que el otro. Puedes notar la diferencia de temperatura tocando ambas piernas. Este síntoma se hace más evidente en clima frío porque el flujo sanguíneo deficiente impide la adecuada distribución del calor.
4. Cambios en el color de la piel
El estrechamiento de los vasos sanguíneos afecta el color de la piel en las piernas y pies. La piel a menudo se ve pálida, azulada o con un tono rojizo-púrpura, dependiendo del flujo sanguíneo y la posición. Cuando la pierna cuelga hacia abajo, la gravedad aumenta la acumulación de sangre en la extremidad inferior, lo que puede hacer que la piel parezca oscura o descolorida. Cuando la pierna se levanta, la piel puede volverse pálida debido a un flujo sanguíneo insuficiente.
Estos cambios muestran que los tejidos no están recibiendo suficiente oxígeno. La discoloración persistente puede indicar daño tisular, que puede llevar a úlceras o gangrena si no se trata.
5. Heridas de curación lenta en las piernas o pies
El suministro sanguíneo reducido retrasa la curación de las heridas porque los tejidos reciben menos oxígeno y menos células inmunitarias. Cortes pequeños o ampollas en las piernas o pies pueden tardar de 3 a 4 semanas en curarse.
Este síntoma suele aparecer en personas con diabetes porque los altos niveles de azúcar en la sangre dañan aún más los vasos sanguíneos y los nervios. Cuando se combinan con el estrechamiento arterial, el riesgo de úlceras que no sanan se vuelve muy alto.
6. Piel brillante y pérdida de cabello en las piernas
La mala circulación sanguínea a largo plazo cambia la apariencia de la piel. La piel en las piernas inferiores puede volverse delgada, brillante y tensa. Puede que el cabello deje de crecer en las piernas o pies porque los folículos pilosos no reciben suficiente sangre para mantener el crecimiento.
7. Pulso débil en las piernas o pies
Un médico puede detectar un pulso débil o ausente en las arterias de las piernas y pies. Las arterias saludables producen pulsos fuertes y regulares que reflejan un flujo sanguíneo normal. Las arterias estrechas reducen o eliminan este pulso. Comprobar el pulso en la parte superior del pie o detrás del tobillo ayuda a evaluar la gravedad de la obstrucción.
Puedes pedirle a un profesional de salud que mida el índice tobillo-brazo, que compara la presión arterial en el tobillo y en el brazo para evaluar el flujo sanguíneo.
8. Calambres musculares durante la noche
El flujo sanguíneo reducido y la falta de oxígeno pueden causar calambres musculares, especialmente por la noche. Los calambres musculares suelen ocurrir en las pantorrillas, los pies o los dedos de los pies. Estos calambres musculares son diferentes de los calambres normales causados por deshidratación o sobrecarga porque ocurren incluso sin actividad física.

Los calambres musculares pueden despertarte y dificultar el sueño. Estiramientos regulares y baños de pies tibios pueden reducir la incomodidad, pero el tratamiento del estrechamiento de los vasos sanguíneos es necesario para aliviar este síntoma a largo plazo.
9. Debilidad o fatiga después de caminar distancias cortas
A medida que avanza la enfermedad, incluso la actividad mínima puede causar fatiga en las piernas. Los músculos no pueden mantener el esfuerzo sin suficiente oxígeno. Las piernas pueden sentirse pesadas o cansadas después de caminar distancias cortas, estar de pie por un largo período de tiempo o subir unas pocas escaleras.
¿Cuándo debes buscar atención médica?
Necesitas buscar una evaluación médica si notas dolor persistente en la pierna durante la caminata, cambios de color en la piel, heridas de curación lenta o entumecimiento. Un diagnóstico temprano permite a los médicos evaluar la extensión del estrechamiento de los vasos sanguíneos y recomendar opciones de tratamiento como cambios en el estilo de vida, medicamentos o procedimientos quirúrgicos.
Ignorar estos síntomas aumenta el riesgo de complicaciones graves, incluidas infecciones, muerte tisular o amputación. La atención médica inmediata es esencial si la pierna se vuelve repentinamente fría, pálida o dolorosa, lo que puede señalar una obstrucción aguda.