En este artículo, aprenderás sobre el proceso de diagnóstico y tratamiento del cáncer de esófago. El cáncer de esófago es un cáncer que se origina en el esófago.
Fumar tabaco, beber alcohol y el esófago de Barrett pueden aumentar el riesgo de cáncer de esófago. Los síntomas del cáncer de esófago incluyen pérdida de peso, dolor al tragar o dificultad para tragar.
Diagnóstico del cáncer de esófago
Las pruebas y procedimientos utilizados para diagnosticar el cáncer de esófago incluyen:
- Estudio de deglución con bario. Durante este estudio, tragarás un líquido que contiene bario y luego te someterás a radiografías. El bario recubre el interior de tu esófago, lo que permite observar cualquier cambio en el tejido en la radiografía.
- Uso de un endoscopio para examinar tu esófago (endoscopia). Durante la endoscopia, tu médico pasa un tubo flexible equipado con una lente de video (videoendoscopio) por tu garganta hasta tu esófago. Con el endoscopio, tu médico examina tu esófago, buscando cáncer o áreas de irritación.
- Obtención de una muestra de tejido para análisis (biopsia). Tu médico puede usar un endoscopio especializado para obtener una muestra de tejido sospechoso (biopsia). La muestra de tejido se envía a un laboratorio para buscar células cancerosas.

Determinando la extensión del cáncer
Una vez que se confirme el diagnóstico de cáncer de esófago, tu médico puede recomendar pruebas adicionales para determinar si el cáncer se ha diseminado a tus ganglios linfáticos o a otras áreas de tu cuerpo.
Estas pruebas pueden incluir:
- Broncoscopia
- Ultrasonido endoscópico (EUS)
- Tac (tomografía computarizada)
- Tecnecio (PET)
Tu médico utiliza la información de estos procedimientos para asignar un estadio a tu cáncer. Los estadios del cáncer de esófago se indican con números romanos que van del 0 al IV, siendo los estadios más bajos los que indican que el cáncer es pequeño y solo afecta las capas superficiales de tu esófago. En el estadio IV, el cáncer se considera avanzado y se ha diseminado a otras partes del cuerpo.
El sistema de estadificación del cáncer continúa evolucionando y se vuelve más complejo a medida que los médicos mejoran el diagnóstico y tratamiento del cáncer. Tu médico usa el estadio de tu cáncer para seleccionar los tratamientos que son adecuados para ti.
Tratamiento del cáncer de esófago
El método de tratamiento para el cáncer de esófago se basa en el tipo de células en tu cáncer, el estadio de tu cáncer, tu salud general y tus necesidades personales.
Cirugía para tratar el cáncer de esófago
La cirugía para extirpar el cáncer puede usarse sola o en combinación con otros métodos de tratamiento.
Las técnicas quirúrgicas empleadas para tratar el cáncer de esófago incluyen:
- Cirugía para eliminar tumores muy pequeños. Si tu cáncer es muy pequeño, está confinado a las capas superficiales de tu esófago y no se ha diseminado, tu cirujano puede recomendar eliminar el cáncer y el margen de tejido sano que lo rodea. La cirugía puede realizarse utilizando un endoscopio que se pasa por tu garganta hasta tu esófago.
- Cirugía para eliminar una porción del esófago (esofagectomía). Durante la esofagectomía, el cirujano corta la porción de tu esófago que contiene el cáncer, junto con una parte de la parte superior de tu estómago y los ganglios linfáticos cercanos. El esófago restante se reconecta a tu estómago. Generalmente, esta técnica se realiza acercando el estómago al esófago restante.
- Cirugía para eliminar parte de tu esófago y la porción superior de tu estómago (esofagogastrectomía). Durante la esofagogastrectomía, el cirujano corta parte de tu esófago, los ganglios linfáticos cercanos y una parte más grande de tu estómago. El resto de tu estómago se eleva y se vuelve a unir a tu esófago. Si es necesario, se puede utilizar parte de tu colon para ayudar a unir ambos.

La cirugía del cáncer de esófago conlleva un riesgo de complicaciones graves, como infecciones, hemorragias y fugas en el área donde se reconecta el esófago restante al estómago.
La cirugía para cortar tu esófago puede realizarse como una cirugía abierta utilizando grandes incisiones, o con herramientas quirúrgicas especiales insertadas a través de varias pequeñas incisiones en tu piel (laparoscópicamente). La forma en que se realiza tu cirugía depende de tu situación individual y del enfoque particular de tu cirujano para manejarla.
Tratamientos para complicaciones
Los tratamientos para la obstrucción esofágica y la dificultad para tragar (disfagia) pueden incluir:
- Alivio de la obstrucción esofágica. Si tu cáncer de esófago ha estrechado tu esófago, un cirujano puede utilizar un endoscopio y herramientas especiales para colocar un tubo metálico (stent) que mantenga el esófago abierto. Otras opciones incluyen cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia láser y terapia fotodinámica.
- Proporcionar nutrición. Tu médico puede recomendar un tubo de alimentación si tienes problemas para tragar o si te sometiste a cirugía de esófago. Un tubo de alimentación permite que la nutrición se entregue directamente a tu estómago o intestino delgado, dando tiempo a tu esófago para sanar después del tratamiento del cáncer.

Quimioterapia para tratar el cáncer de esófago
La quimioterapia es un tratamiento médico que utiliza productos químicos para matar las células cancerosas. Los fármacos de quimioterapia se utilizan normalmente antes (neoadyuvante) o después (adyuvante) de la cirugía en personas con cáncer de esófago. La quimioterapia también puede combinarse con radioterapia.
En personas con cáncer avanzado que se ha diseminado más allá del esófago, la quimioterapia puede usarse sola para ayudar a aliviar los síntomas causados por el cáncer.
Los efectos secundarios de la quimioterapia que experimentas dependen de qué fármacos de quimioterapia recibas.
Terapia de radiación para tratar el cáncer de esófago
La terapia de radiación utiliza haces de alta energía, como rayos X y protones, para matar células cancerosas. La radiación generalmente proviene de una máquina fuera de tu cuerpo que dirige los haces hacia tu cáncer (radioterapia de haz externo). O, menos comúnmente, la radiación puede colocarse dentro de tu cuerpo cerca del cáncer (braquiterapia).
La terapia de radiación se combina con mayor frecuencia con la quimioterapia en personas con cáncer de esófago. Generalmente se utiliza antes de la cirugía, o en ocasiones después de la cirugía. La terapia de radiación también se utiliza para aliviar complicaciones del cáncer de esófago avanzado, como cuando un tumor crece lo suficiente como para impedir que los alimentos pasen a tu estómago.
Los efectos secundarios de la radiación en el esófago incluyen reacciones en la piel similares a quemaduras solares, dolor o dificultad para tragar, y daños a órganos cercanos, como los pulmones y el corazón.
Quimioterapia y radiación combinadas
Combinar la quimioterapia y la terapia de radiación puede aumentar la efectividad de cada tratamiento. La quimioterapia y la radiación combinadas pueden ser el único tratamiento que recibas, o la terapia combinada puede usarse antes de la cirugía. Sin embargo, combinar los tratamientos de quimioterapia y radiación aumenta la probabilidad y la gravedad de los efectos secundarios.
Terapia dirigida
Los tratamientos de medicamentos dirigidos se centran en debilidades específicas presentes en las células cancerosas. Al bloquear estas debilidades, los tratamientos de medicamentos dirigidos pueden causar la muerte de las células cancerosas. Para el cáncer de esófago, los medicamentos dirigidos se combinan generalmente con quimioterapia para cánceres avanzados o cánceres que no responden a otros tratamientos.
Inmunoterapia
La inmunoterapia es un tratamiento médico que ayuda a tu sistema inmunológico a combatir el cáncer. El sistema inmunológico de tu cuerpo, encargado de combatir enfermedades, podría no atacar el cáncer porque las células cancerosas producen proteínas que dificultan que las células del sistema inmunológico reconozcan a las células cancerosas como peligrosas. La inmunoterapia interfiere en ese proceso. Para el cáncer de esófago, la inmunoterapia podría utilizarse cuando el cáncer es avanzado, ha reaparecido o se ha diseminado a otras partes del cuerpo.
Terapias alternativas
Las terapias complementarias y alternativas pueden ayudarte a sobrellevar los efectos secundarios del cáncer y del tratamiento contra el cáncer. Por ejemplo, las personas con cáncer de esófago pueden experimentar dolor causado por el tratamiento del cáncer o por un tumor en crecimiento. Tu médico puede trabajar para controlar tu dolor tratando la causa o con medicamentos. Aun así, el dolor puede persistir y las terapias complementarias y alternativas pueden ayudarte a sobrellevarlo.
Las opciones incluyen:
- Acupuntura
- Imágenes guiadas
- Masaje
- Técnicas de relajación
Pregunta a tu médico si estas opciones son seguras para ti.
Preparación para una cita con el médico
Si tu médico sospecha que tienes cáncer de esófago, puedes ser referido a varios médicos que te ayudarán a evaluar tu condición. Tu equipo de tratamiento puede incluir médicos que:
- Evalúan el esófago (gastroenterólogos)
- Tratan el cáncer con quimioterapia y otros medicamentos (oncólogos)
- Realizan cirugía (cirujanos)
- Utilizan radiación para tratar el cáncer (oncólogos de radiación)
A continuación, se presenta información para ayudarte a prepararte para la cita y saber qué te preguntará tu médico.
- Ten en cuenta cualquier restricción previa a la cita. Al hacer la cita, pregunta si hay algo que necesites hacer con antelación, como restringir tu dieta.
- Anota cualquier síntoma que estés experimentando, incluso si parecen no estar relacionados con el motivo de tu cita.
- Haz una lista de información personal clave, incluyendo cambios recientes en tu vida o grandes tensiones.
- Haz una lista de todos los medicamentos, vitaminas o suplementos dietéticos que estés tomando.
- Considera llevar a un familiar o amigo contigo. Alguien que te acompañe puede recordar algo que se te haya pasado o que hayas olvidado.
- Escribe una lista de preguntas para hacerle a tu médico.
Preparar una lista de preguntas te ayudará a obtener la mayor cantidad de información de tu médico. Para el cáncer de esófago, algunas preguntas básicas que puedes hacerle a tu médico incluyen:
- ¿Dónde está mi cáncer de esófago?
- ¿Qué tan avanzado está mi cáncer?
- ¿Puedes explicarme el informe patológico?
- ¿Qué otras pruebas necesito?
- ¿Cuáles son mis opciones de tratamiento?
- ¿Cuáles son los posibles efectos secundarios de cada opción de tratamiento?
- ¿Hay alguna opción de tratamiento que consideres la mejor?
- ¿Qué recomendarías a un amigo o familiar en mi situación?
- ¿Debería ver a un especialista?
- ¿Qué determinará si debo planear una visita de seguimiento?
No dudes en hacer cualquier otra pregunta que surja durante tu cita.
Una amplia gama de opciones de tratamiento a considerar
Los médicos trabajarán contigo para revisar todas tus opciones de tratamiento y elegir el que mejor se adapte a tus necesidades y objetivos.
La variedad de tratamientos ofrecidos a pacientes con cáncer de esófago incluye quimioterapia, terapia de radiación, terapia de protones y cirugía mínimamente invasiva y tradicional, como la esofagectomía.