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Dolor de cadera y dolor de rodilla al mismo tiempo: Causas y tratamiento

El dolor de cadera y el dolor de rodilla a menudo ocurren juntos porque estas articulaciones trabajan en un sistema que te ayuda a moverte. La cadera y la rodilla comparten músculos y nervios, por lo que cuando una articulación duele, puede causar problemas en la otra también. Cuando tanto la cadera como la rodilla duelen al mismo tiempo, esta condición suele indicar un trastorno musculoesquelético, nervioso o degenerativo subyacente.

A continuación se presentan algunas condiciones médicas que causan tanto dolor de cadera como dolor de rodilla, junto con información sobre el diagnóstico y el tratamiento para cada causa.

Causas del dolor de cadera y rodilla que ocurren al mismo tiempo

1. Osteoartritis

La osteoartritis es una enfermedad articular degenerativa que afecta el cartílago que recubre los extremos de los huesos. Cuando el cartílago se desgasta, los huesos se frotan entre sí, causando inflamación, rigidez articular y dolor. Esta enfermedad afecta comúnmente tanto a la cadera como a la rodilla porque estas articulaciones soportan el peso de nuestro cuerpo. El exceso de peso corporal, el envejecimiento, una lesión articular previa y factores genéticos aumentan el riesgo de osteoartritis.

Dolor de cadera y dolor de rodilla al mismo tiempo: Causas y tratamiento
Articulación de cadera sana (el dibujo de la izquierda) y osteoartritis de la cadera (el dibujo de la derecha)

Cuando el cartílago en la cadera se deteriora, la articulación se vuelve inestable y pierde su movimiento suave. Esta inestabilidad aumenta la presión sobre los músculos y ligamentos circundantes que también se conectan a la rodilla. Como resultado, la rodilla necesita compensar el movimiento limitado de la cadera, lo que conduce al dolor y la inflamación en ambas articulaciones.

Diagnóstico: Los médicos generalmente diagnostican la osteoartritis mediante una combinación de evaluación clínica y estudios de imagen. Tu médico verificará el dolor y la rigidez articular, así como el rango de movimiento. Las imágenes de rayos X pueden mostrar un estrechamiento del espacio articular, espolones óseos y pérdida de cartílago. En la etapa inicial, la resonancia magnética puede detectar cambios sutiles en el cartílago que no aparecen en las imágenes de rayos X.

Tratamiento: El tratamiento se centra en aliviar el dolor y ralentizar el daño articular. Puedes manejar la osteoartritis leve con cambios en el estilo de vida, como perder peso, hacer ejercicio regularmente y evitar el estrés repetitivo en las articulaciones. Actividades de bajo impacto como nadar o andar en bicicleta pueden fortalecer los músculos sin sobrecargar las articulaciones. La fisioterapia ayuda a mejorar la flexibilidad articular y fortalecer los músculos de soporte. Cuando el dolor persiste, tu médico puede recetar medicamentos antiinflamatorios o recomendar inyecciones de corticosteroides. Los casos severos pueden requerir cirugía de reemplazo articular.

2. Osteonecrosis de cadera (necrosis avascular)

La osteonecrosis de cadera ocurre cuando el suministro de sangre a la cabeza femoral (la parte superior del fémur) disminuye o se detiene. La falta de flujo sanguíneo provoca que el tejido óseo muera, lo que conduce al colapso de la cabeza femoral y a una artritis secundaria. La rodilla puede doler debido al dolor referido de la cadera o por cambios en la marcha que sobrecargan la articulación de la rodilla. Causas comunes incluyen el uso prolongado de corticosteroides, consumo excesivo de alcohol, traumas o trastornos de coagulación sanguínea.

Las cuatro etapas de la osteonecrosis de cadera
Las cuatro etapas de la osteonecrosis de cadera

El tejido óseo muerto en la cadera crea presión dentro de la articulación y estimula los receptores del dolor. El cuerpo intenta reparar el daño aumentando el flujo sanguíneo y formando nuevo hueso, pero este proceso provoca más inflamación. Se desarrollan patrones de marcha anormales cuando la cadera pierde estabilidad, lo que incrementa la tensión en la rodilla y lleva al dolor en la rodilla.

Diagnóstico: Un médico puede sospechar de osteonecrosis cuando el dolor de cadera ocurre en adultos jóvenes o de mediana edad sin una lesión clara. Las imágenes de rayos X pueden parecer normales en la etapa temprana, por lo que a menudo es necesaria la resonancia magnética para confirmar el diagnóstico. La resonancia magnética muestra cambios óseos tempranos y reducción del suministro sanguíneo antes de que ocurra el colapso óseo.

Tratamiento: El tratamiento temprano tiene como objetivo restaurar el flujo sanguíneo y prevenir el colapso de la cabeza femoral. Tu médico puede recomendar limitar la carga de peso, medicamentos que promuevan la reparación ósea o cirugía de descompresión central para aliviar la presión y aumentar la circulación sanguínea. En la etapa avanzada, generalmente es necesario un reemplazo total de cadera. La fisioterapia posterior a la cirugía ayuda a restaurar patrones de marcha normales y a prevenir la sobrecarga de la rodilla.

3. Bursitis de cadera y síndrome de banda iliotibial

La bursitis de cadera ocurre cuando las bursas—pequeños sacos llenos de líquido que amortiguan la articulación de la cadera—se inflaman. El síndrome de banda iliotibial se desarrolla cuando la gruesa banda de tejido que corre desde la cadera hacia la rodilla externa se tensa o se irrita. Estas dos condiciones a menudo ocurren juntas porque la inflamación en una área afecta la otra área a través de la misma cadena de tejido conectivo. El sobreuso, el movimiento repetitivo, la mala postura o el desequilibrio muscular pueden causar estos problemas.

Bursitis de cadera
Bursitis de cadera

Las bursas inflamadas alrededor de la cadera liberan sustancias químicas inflamatorias que irritan los tendones y músculos cercanos. La banda iliotibial se tensa en respuesta a la inestabilidad de la cadera, lo que aumenta la fricción en la parte exterior de la rodilla. Esta tensión tira de los músculos de la cadera y causa un dolor agudo a lo largo del lado del muslo, la cadera y la rodilla.

Diagnóstico: Un médico puede diagnosticar estas dos condiciones basándose en la historia clínica y el examen físico. El médico puede buscar dolor sobre el trócanter mayor de la cadera y a lo largo de la banda iliotibial. La ecografía o la resonancia magnética pueden confirmar la bursitis y detectar engrosamiento de la banda iliotibial.

Tratamiento: El descanso y la modificación de actividades son esenciales para la recuperación. Debes evitar correr, subir escaleras o acostarte sobre el lado afectado. La aplicación de hielo puede reducir la inflamación. La fisioterapia se centra en estirar la banda iliotibial y fortalecer los músculos abductores de la cadera para corregir el desequilibrio muscular. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides pueden aliviar el dolor y la hinchazón. En casos persistentes, las inyecciones de corticosteroides pueden ayudar.

4. Ciática (compresión de la raíz del nervio lumbar)

La ciática ocurre cuando el nervio ciático o sus raíces en la parte baja de la columna se comprimen o irritan. Esta condición causa dolor radiante desde la parte baja de la espalda hasta la cadera, el muslo y la rodilla. Causas comunes de ciática son un disco herniado, estenosis espinal o enfermedad degenerativa del disco.

Ciática
Ciática

Cuando una raíz nerviosa lumbar se comprime, las fibras nerviosas que suministran sensación a la cadera y la rodilla transmiten señales de dolor anormales. La compresión interrumpe la conducción eléctrica normal, lo que lleva a un dolor agudo que desciende por la pierna. Los músculos alrededor de la cadera y la rodilla pueden debilitarse debido a las señales nerviosas interrumpidas, lo que agrava aún más el estrés y la incomodidad en la articulación.

Diagnóstico: El diagnóstico se realiza mediante examen neurológico, pruebas de reflejos y estudios de imagen. Un médico puede realizar una prueba de levantamiento de pierna recta para reproducir el dolor a lo largo del nervio ciático. La resonancia magnética de la columna lumbar puede identificar el sitio de la compresión nerviosa. La electromiografía puede usarse para evaluar la función nerviosa.

Tratamiento: El tratamiento tiene como objetivo reducir la compresión nerviosa y la inflamación. Puedes comenzar con medidas conservadoras como fisioterapia, ejercicios de estiramiento y medicamentos antiinflamatorios. Un médico puede recomendar inyecciones epidurales de esteroides para el dolor persistente. En casos causados por discos herniados grandes o estenosis severa, puede ser necesaria la cirugía para aliviar la presión sobre el nervio.

5. Artritis inflamatoria

La artritis inflamatoria – como la artritis reumatoide o la espondilitis anquilosante – afecta múltiples articulaciones, incluyendo la cadera y la rodilla. El sistema inmunológico ataca el revestimiento articular, causando inflamación crónica, hinchazón articular y rigidez articular. Factores genéticos y ambientales contribuyen al desarrollo de la enfermedad.

El proceso inflamatorio libera enzimas que dañan el cartílago y el hueso. La cadera y la rodilla se hinchan y presentan rigidez, especialmente en la mañana. La inflamación sistemática causa fatiga y debilidad muscular, lo que altera la marcha y aumenta aún más la tensión articular.

Diagnóstico: Un médico puede diagnosticar artritis inflamatoria con análisis de sangre para buscar marcadores inflamatorios y autoanticuerpos, junto con estudios de imagen. Los rayos X o la resonancia magnetica pueden revelar erosión e inflamación articular. Un diagnóstico temprano es esencial, ya que el tratamiento tardío puede llevar a daño articular permanente.

Tratamiento: El tratamiento tiene como objetivo controlar la inflamación y prevenir la destrucción articular. Un médico puede recetar medicamentos antirreumáticos modificadores de la enfermedad o agentes biológicos para suprimir la respuesta inmune. La fisioterapia regular ayuda a mantener la movilidad y la fuerza muscular. Una dieta equilibrada y un descanso adecuado apoyan la salud articular en general.

En resumen, cuando el dolor de cadera y el dolor de rodilla ocurren juntos, las causas suelen ser la degeneración articular, la inflamación o la compresión nerviosa. No debes ignorar el dolor en estas articulaciones, ya que las condiciones no tratadas pueden llevar a la discapacidad. Un diagnóstico y tratamiento tempranos aliviarán el dolor, mejorarán la movilidad y protegerán la salud articular a largo plazo.

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