Un dolor en el área púbica después de un ejercicio extenuante puede ser causado por diversas condiciones que afectan los músculos, tendones, huesos, articulaciones o tejidos blandos alrededor del abdomen inferior y la ingle. El dolor puede variar desde una leve molestia hasta un dolor severo y persistente que limita el movimiento o la actividad física. Comprender las causas, métodos de diagnóstico y tratamiento ayuda a prevenir complicaciones y a recuperarse más rápidamente.

Causas comunes del dolor púbico después de un ejercicio extenuante en hombres
1. Distensión muscular en la ingle
Una distensión muscular en la ingle ocurre cuando uno o más músculos del muslo interno o abdomen inferior se estiran excesivamente o se desgarran. Esta lesión a menudo afecta los músculos aductores que se conectan al hueso púbico. La distensión muscular generalmente se desarrolla durante movimientos súbitos, esprints, saltos o cambios rápidos de dirección.
Una persona con distensión muscular en la ingle suele sentir un dolor agudo en el área púbica o en el muslo interno, especialmente al acercar la pierna hacia el cuerpo. Esta área puede estar inflamada y el dolor empeora durante el ejercicio o al presionar el muslo interno.
Tratamiento: El tratamiento inicial incluye descanso, aplicación de hielo, vendaje suave y elevar las piernas. Los medicamentos antiinflamatorios no esteroides ayudan a reducir el dolor y la inflamación. Los ejercicios de estiramiento y fortalecimiento gradual ayudan a restaurar la flexibilidad y la fuerza muscular. Desgarros musculares severos pueden requerir fisioterapia o, raramente, reparación quirúrgica.
2. Hernia deportiva (pubalgia deportiva)
Una hernia deportiva es una lesión de tejido blando en el abdomen inferior o la ingle causada por movimientos repetitivos de torsión o súbitos. A pesar de su nombre, esta condición no siempre implica una hernia visible. La hernia deportiva causa dolor crónico en el área púbica que empeora durante la actividad física intensa.
Una persona con hernia deportiva generalmente experimenta un dolor profundo en la ingle. Este dolor se reduce con el descanso, pero regresa durante el ejercicio. El dolor puede irradiarse al muslo interno o a los testículos. A diferencia de una hernia inguinal, no hay bulto visible.
Diagnóstico: Un médico diagnostica la hernia deportiva basándose en la historia clínica y el examen físico. El médico a menudo verifica el dolor al realizar abdominales, toser o resistir movimientos de la pierna. La resonancia magnética (RM) ayuda a confirmar el diagnóstico al revelar lesiones en los tejidos blandos alrededor de la sínfisis púbica o la pared abdominal.
Tratamiento: El tratamiento conservador incluye descanso, aplicación de hielo, medicación antiinflamatoria y fisioterapia para fortalecer los músculos abdominales e inguinales. Si el dolor persiste después de varios meses de manejo conservador, puede ser necesaria una cirugía para reparar los tejidos desgarrados o reforzar la pared abdominal.
3. Osteítis púbica
La osteítis púbica es la inflamación de la sínfisis púbica, que es la articulación entre los dos huesos púbicos. El estrés repetitivo por correr, patear o torcerse puede causar esta inflamación. Esta condición es común en atletas que participan en entrenamientos de alta intensidad o larga duración.

Una persona con osteítis púbica siente dolor en el centro del área púbica. Este dolor puede irradiarse al abdomen inferior, la ingle o los muslos internos. El dolor aumenta al caminar, correr o cambiar de dirección.
Diagnóstico: El diagnóstico se realiza mediante un examen físico y de imagen. El médico puede solicitar radiografías, que pueden mostrar cambios en la sínfisis púbica, como erosión ósea o irregularidades. La resonancia magnética (RM) puede detectar inflamación temprana antes de que aparezcan cambios en las radiografías.
Tratamiento: El tratamiento incluye descanso, medicación antiinflamatoria y fisioterapia para mejorar la estabilidad pélvica. La aplicación de hielo ayuda a aliviar el dolor agudo. Los casos severos pueden requerir inyecciones de corticosteroides para reducir la inflamación. La recuperación total puede tardar varios meses, y el regreso a la actividad de alta intensidad debe ser gradual.
4. Hernia inguinal
Una hernia inguinal ocurre cuando un tejido, como una porción del intestino, empuja a través de un punto débil en la pared abdominal cerca del canal inguinal. Esta condición puede causar dolor en el área púbica o la ingle, especialmente después de levantar objetos pesados o realizar ejercicio extenuante.
Una persona con hernia inguinal a menudo siente un dolor sordo o presión en la ingle, que empeora con el esfuerzo, la tos o al estar de pie. Puede aparecer un bulto visible o palpable cerca del hueso púbico.
Diagnóstico: El diagnóstico se lleva a cabo mediante un examen físico mientras estás de pie y tosiendo para identificar el bulto de la hernia. Un ultrasonido o una tomografía computarizada (TC) pueden confirmar el diagnóstico si la hernia es pequeña o no es fácilmente visible.
Tratamiento: Las hernias pequeñas y asintomáticas suelen ser monitoreadas. Las hernias dolorosas o que aumentan de tamaño generalmente requieren reparación quirúrgica para prevenir complicaciones como obstrucción intestinal o estrangulación. La cirugía puede ser abierta o laparoscópica, dependiendo del tamaño y la ubicación de la hernia. La recuperación generalmente toma varias semanas, y se puede comenzar con actividad física ligera una vez que el dolor disminuye.
5. Tendinopatía aductora
La tendinopatía aductora es una lesión crónica o degeneración de los tendones que unen los músculos del muslo interno al hueso púbico. Esta condición generalmente resulta del uso excesivo repetitivo durante la carrera o deportes que implican cambios súbitos de dirección.

El dolor de la tendinopatía aductora se localiza en el lado interno del área púbica y aumenta con la aducción de la pierna o el movimiento resistido del muslo.
Diagnóstico: Un médico examina el dolor durante la aducción resistida. La resonancia magnética (RM) puede confirmar el engrosamiento, degeneración o desgarros parciales del tendón.
Tratamiento: El tratamiento incluye descanso de las actividades que agravan, fisioterapia y ejercicios de estiramiento gradual. Fortalecer los músculos de la cadera y el core ayuda a prevenir recurrencias. La inyección de corticosteroides o inyecciones de plasma rico en plaquetas pueden ayudar cuando los tratamientos conservadores fallan.
6. Compresión nerviosa (compresión del nervio obturador o ilioinguinal)
La compresión nerviosa ocurre cuando los nervios cercanos al área púbica se comprimen o irritan debido al uso excesivo o tejido cicatricial. El nervio obturador y el nervio ilioinguinal son los más afectados.
Una persona con compresión nerviosa siente una sensación de ardor o un dolor punzante que irradia desde el área púbica hacia el muslo interno o el escroto. La pérdida de sensibilidad o alteración de la sensación puede acompañar al dolor.
Diagnóstico: Un médico realiza un examen neurológico detallado y puede usar estudios de conducción nerviosa o bloqueos nerviosos diagnósticos para identificar el nervio afectado. La resonancia magnética (RM) puede ayudar a excluir otras causas.
Tratamiento: El tratamiento incluye descanso, fisioterapia y medicación antiinflamatoria. Bloqueos nerviosos o inyecciones de corticosteroides pueden reducir el dolor y la inflamación. La compresión nerviosa persistente puede requerir descompresión quirúrgica.
En resumen, el dolor en el área púbica después de un ejercicio extenuante en hombres puede resultar de distensiones musculares, lesiones en tendones, inflamación, hernias o compresión de nervios. Es importante buscar evaluación médica si el dolor persiste más de una semana, empeora con la actividad o interfiere con caminar o las tareas diarias. Se requiere atención médica inmediata si hay un bulto visible, hinchazón o dolor severo, lo que podría indicar una hernia o desgarro muscular severo.




