Descripción general
La esquizofrenia infantil es un trastorno mental poco común pero grave, en el que los niños interpretan la realidad de manera anormal. La esquizofrenia implica una serie de problemas con el pensamiento (cognitivo), el comportamiento o las emociones. La esquizofrenia puede resultar en alguna combinación de alucinaciones, delirios y un pensamiento y comportamiento extremadamente desordenados que afectan la capacidad del niño para funcionar.
La esquizofrenia infantil es esencialmente la misma que la esquizofrenia en adultos, pero ocurre temprano en la vida y tiene un profundo impacto en el comportamiento y el desarrollo del niño. Con la esquizofrenia infantil, la edad temprana de inicio presenta desafíos especiales para el diagnóstico, tratamiento, educación y desarrollo emocional y social.

La esquizofrenia es una condición crónica que requiere tratamiento de por vida. Identificar y comenzar el tratamiento para la esquizofrenia infantil lo antes posible puede mejorar significativamente el pronóstico a largo plazo de su hijo.
Síntomas de la esquizofrenia
La esquizofrenia implica una serie de problemas con el pensamiento, el comportamiento o las emociones. Las señales y síntomas pueden variar, pero generalmente implican delirios, alucinaciones o discurso desorganizado, y reflejan una capacidad afectada para funcionar. El efecto puede ser incapacitante.
Los síntomas de la esquizofrenia generalmente comienzan a mediados de los 20 años hasta finales de los 20. Es raro que los niños sean diagnosticados con esquizofrenia. La esquizofrenia de inicio temprano ocurre antes de los 18 años. La esquizofrenia de inicio muy temprano en niños menores de 13 años es extremadamente rara.
Los síntomas pueden variar en tipo y gravedad con el tiempo, con períodos de empeoramiento y remisión de los síntomas. Algunos síntomas pueden estar siempre presentes. La esquizofrenia puede ser difícil de reconocer en las fases iniciales.
Signos y síntomas tempranos en la infancia
Las primeras indicaciones de la esquizofrenia infantil pueden incluir problemas de desarrollo, tales como:
- Retrasos en el lenguaje
- Gateo tardío o inusual
- Caminata tardía
- Otros comportamientos motoras anormales — por ejemplo, mecerse o agitar los brazos
Algunos de estos signos y síntomas también son comunes en niños con trastornos del desarrollo generalizado, como el trastorno del espectro autista. Por lo tanto, descartar estos trastornos del desarrollo es uno de los primeros pasos en el diagnóstico.
Síntomas en adolescentes
Los síntomas de esquizofrenia en adolescentes son similares a los síntomas en adultos, pero esta condición puede ser más difícil de reconocer en este grupo de edad. Una razón es que algunos de los síntomas iniciales de la esquizofrenia en adolescentes son comunes durante el desarrollo típico de la adolescencia, tales como:
- Aislamiento de amigos y familiares
- Disminución del rendimiento escolar
- Dificultades para dormir
- Irritabilidad o estado de ánimo deprimido
- Falta de motivación
- Comportamiento extraño
- Consumo de sustancias
Comparado con los síntomas de esquizofrenia en adultos, los adolescentes pueden ser:
- Menos propensos a tener delirios
- Más propensos a tener alucinaciones visuales

Signos y síntomas en edades posteriores
A medida que los niños con esquizofrenia crecen, comienzan a aparecer signos y síntomas más típicos del trastorno. Los signos y síntomas pueden incluir:
- Delirios. Son creencias falsas que no están basadas en la realidad. Por ejemplo, pensar que estás siendo dañado o acosado; que ciertos gestos o comentarios están dirigidos a ti; que tienes habilidades excepcionales o fama; que otra persona está enamorada de ti; o que una catástrofe mayor está a punto de ocurrir. Los delirios ocurren en la mayoría de las personas con esquizofrenia.
- Alucinaciones. Estas alucinaciones generalmente implican ver o escuchar cosas que no existen. Sin embargo, para la persona con esquizofrenia, las alucinaciones tienen todo el impacto y la fuerza de una experiencia normal. Las alucinaciones pueden estar presentes en cualquiera de los sentidos, pero escuchar voces es la alucinación más común.
- Pensamiento desorganizado. El pensamiento desorganizado se infiere del discurso desorganizado. La comunicación efectiva puede verse afectada, y las respuestas a las preguntas pueden estar parcialmente o completamente no relacionadas. Raramente, el discurso puede incluir palabras sin sentido que no pueden ser entendidas, a veces conocidas como ensalada de palabras.
- Comportamiento motor extremadamente desorganizado o anormal. Este síntoma puede manifestarse de varias maneras, desde tonterías de criança hasta agitación impredecible. El comportamiento no está enfocado en un objetivo, lo que dificulta realizar tareas. El comportamiento puede incluir resistencia a instrucciones, posturas inapropiadas o extrañas, una falta completa de respuesta, o un movimiento inútil y excesivo.
- Síntomas negativos. Esto se refiere a la reducción o falta de capacidad para funcionar normalmente. Por ejemplo, esa persona puede descuidar la higiene personal o parecer carecer de emoción — no hace contacto visual, no cambia de expresión facial, habla en tono monótono, o no añade gestos con las manos o la cabeza que normalmente ocurren al hablar. Además, esa persona puede tener una capacidad reducida para participar en actividades, como una pérdida de interés en actividades cotidianas, aislamiento social o incapacidad para experimentar placer.
Los síntomas pueden ser difíciles de interpretar
Cuando la esquizofrenia infantil comienza temprano en la vida, los síntomas pueden acumularse gradualmente. Los signos y síntomas tempranos pueden ser tan vagos que no puedes reconocer qué está mal, o puedes atribuirlos a una fase de desarrollo.
Con el tiempo, los síntomas pueden volverse más graves y más notorios. Eventualmente, tu hijo puede desarrollar síntomas de psicosis, que incluyen alucinaciones, delirios y dificultad para organizar pensamientos. A medida que los pensamientos se vuelven más desorganizados, a menudo hay una “ruptura con la realidad” (psicosis) que a menudo requiere hospitalización y tratamiento con medicamentos.
¿Cuándo debes ver a un médico?
Puede ser difícil saber cómo manejar cambios conductuales vagos en tu hijo. Puedes temer apresurarte a conclusiones que etiqueten a tu hijo con una enfermedad mental. El maestro de tu hijo u otro personal escolar puede alertarte sobre cambios en el comportamiento de tu hijo.
Busca consejo médico si tu hijo:
- Tiene retrasos en el desarrollo en comparación con otros hermanos o compañeros
- Ha dejado de cumplir con expectativas diarias, como bañarse o vestirse
- Ya no quiere socializar
- Está disminuyendo en rendimiento académico
- Presenta rituales alimentarios extraños
- Muestra sospecha excesiva hacia los demás
- Demuestra falta de emociones o muestra emociones inapropiadas para la situación
- Tiene ideas y miedos extraños
- Confunde sueños o televisión con la realidad
- Tiene ideas, comportamientos o discursos extraños
- Tiene comportamiento violento, agresivo o de agitación
Estos signos y síntomas generales no significan necesariamente que tu hijo tenga esquizofrenia infantil. Estos signos podrían indicar una fase, otro trastorno de salud mental como depresión o un trastorno de ansiedad, o una condición médica. Busca atención médica lo antes posible si tienes preocupaciones sobre el comportamiento o desarrollo de tu hijo.
Pensamientos suicidas y comportamiento suicida
Los pensamientos suicidas y el comportamiento suicida son comunes entre las personas con esquizofrenia. Si tienes un hijo o adolescente que está en peligro de intentar suicidarse o ha hecho un intento de suicidio, asegúrate de que alguien esté con tu hijo. Llama a un número de emergencia de inmediato. O si crees que puedes hacerlo de manera segura, lleva a tu hijo a la sala de emergencias del hospital más cercano.
Causas de la esquizofrenia infantil
No se conoce la causa de la esquizofrenia infantil, pero los investigadores piensan que se desarrolla de la misma manera que la esquizofrenia en adultos. Los investigadores creen que una combinación de genética, química cerebral y medio ambiente contribuye al desarrollo del trastorno. No está claro por qué la esquizofrenia comienza tan temprano en la vida para algunos y no para otros.
Los problemas con ciertos químicos cerebrales que ocurren naturalmente, incluidos neurotransmisores como la dopamina y el glutamato, pueden contribuir a la esquizofrenia. Los estudios de neuroimagen muestran diferencias en la estructura cerebral y el sistema nervioso central de las personas con esquizofrenia. Aunque los investigadores no están seguros sobre la importancia de estos cambios, indican que la esquizofrenia es una enfermedad cerebral.
Factores de riesgo
Aunque no se conoce la causa precisa de la esquizofrenia, ciertos factores parecen aumentar el riesgo de desarrollar o desencadenar esquizofrenia, incluidos:
- Tener antecedentes familiares de esquizofrenia
- Aumento de la activación del sistema inmunológico, como resultado de inflamación o enfermedades autoinmunitarias
- Edad avanzada del padre
- Algunas complicaciones durante el embarazo y el nacimiento, como desnutrición o exposición a toxinas o virus que pueden afectar el desarrollo cerebral
- Consumo de drogas psicotrópicas durante la adolescencia
Complicaciones de la esquizofrenia infantil
Si no se trata, la esquizofrenia infantil puede dar lugar a graves problemas emocionales, conductuales y de salud. Las complicaciones asociadas con la esquizofrenia pueden ocurrir en la infancia o más tarde, tales como:
- Suicidio, intentos de suicidio y pensamientos suicidas
- Autolesiones
- Trastornos de ansiedad, trastornos de pánico y trastorno obsesivo-compulsivo (TOC)
- Depresión
- Abuso de alcohol u otras drogas, incluido el tabaco
- Conflictos familiares
- Incapacidad para vivir de manera independiente, incapacidad para asistir a la escuela o trabajar
- Aislamiento social
- Problemas de salud y médicos
- Ser victimizados
- Problemas legales y financieros, y falta de vivienda
- Comportamiento agresivo, aunque es raro
Prevención de la esquizofrenia infantil
La identificación y tratamiento tempranos pueden ayudar a controlar los síntomas de la esquizofrenia infantil antes de que se desarrollen serias complicaciones. El tratamiento temprano también es crucial para limitar los episodios psicóticos, que pueden ser extremadamente aterradores para el niño y sus padres. El tratamiento continuo puede ayudar a mejorar el pronóstico a largo plazo de su hijo.