La toxicidad del embarazo (término médico: preeclampsia o eclampsia) es una de las complicaciones más graves que pueden ocurrir durante el embarazo. Esta condición se presenta en aproximadamente el 2% de todos los embarazos en nuestro país y representa riesgos significativos tanto para la madre como para el bebé. Comprender el tratamiento adecuado para la toxicidad del embarazo puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en casos severos.

¿Qué es la toxicidad del embarazo?
La toxicidad del embarazo ocurre cuando las mujeres embarazadas desarrollan hipertensión arterial combinada con proteínas en la orina después de las 20 semanas de embarazo.
A pesar de su nombre, la “toxicidad del embarazo” no implica ninguna toxicidad real o toxinas. Ningún veneno externo causa esta condición.
A comienzos del siglo XX, los médicos observaron que algunas mujeres embarazadas desarrollaban hipertensión, proteínas en la orina, hinchazón y, a veces, convulsiones. Debido a que no comprendían la causa subyacente, teorizaban que las toxinas en la sangre de la madre estaban “envenenando” su sistema. Este malentendido condujo al término médico “toxemia del embarazo”, que literalmente significa “toxinas en la sangre durante el embarazo”. Los médicos creían que estas toxinas imaginarias provenían del bebé en desarrollo o de la placenta, de ahí la idea de “toxicidad del embarazo”.
Hoy en día, la ciencia médica entiende que la preeclampsia resulta de problemas con el desarrollo placentario y la función de los vasos sanguíneos, no de ningún tipo de toxicidad o venenos. Esta condición ocurre cuando:
- Los vasos sanguíneos de la placenta se desarrollan anormalmente
- El sistema inmunológico de la madre responde de manera inapropiada al embarazo
- Los procesos inflamatorios afectan la función de los vasos sanguíneos en todo el cuerpo
- Los sistemas de regulación de la presión arterial se interrumpen.
La toxicidad del embarazo se manifiesta en dos formas principales: preeclampsia y eclampsia. La preeclampsia es la etapa inicial, menos severa, mientras que la eclampsia ocurre cuando la preeclampsia progresa y causa convulsiones. Ambas condiciones requieren intervención médica inmediata para prevenir complicaciones maternas y fetales.
Signos y síntomas que requieren tratamiento
Los médicos monitorizan a las mujeres embarazadas en busca de signos de advertencia específicos que indican la necesidad de tratamiento para la toxicidad del embarazo. Estos síntomas incluyen:
- Cambios en la presión arterial: Valores de presión arterial sistólica superiores a 140 mmHg o valores diastólicos superiores a 90 mmHg en dos ocasiones separadas, tomadas al menos 4 horas de diferencia, señalan el inicio de la toxicidad del embarazo.
- Proteínas en la orina: La proteinuria ocurre cuando los riñones filtran proteínas en la orina debido a vasos sanguíneos dañados. Las pruebas de laboratorio que muestran niveles de proteínas superiores a 300 mg en una recolección de orina de 24 horas indican daño renal.
- Dolores de cabeza severos: Dolores de cabeza persistentes que no responden a medicamentos estándar para el dolor a menudo acompañan la toxicidad del embarazo. Estos dolores de cabeza resultan del aumento de presión intracraneal y cambios vasculares.
- Problemas de visión: Las mujeres pueden experimentar visión borrosa, ver manchas o luces intermitentes, pérdida temporal de la visión o hipersensibilidad a la luz. Estos síntomas ocurren debido a la hinchazón en el cerebro y cambios en la retina.
- Dolor en la parte superior del abdomen: Un dolor agudo en la parte superior derecha del abdomen, a menudo descrito como un dolor intenso en el estómago debajo de las costillas, indica involucramiento del hígado y requiere tratamiento inmediato.
- Aumento de peso repentino y hinchazón: Un aumento rápido de peso de más de 1 kilogramo por semana, junto con una hinchazón severa en manos, cara y pies, sugiere retención de líquidos característica de la toxicidad del embarazo.
- Disminución de la producción de orina: Producir menos de 500 ml de orina en 24 horas indica disfunción renal y representa una complicación grave.
Objetivos y prioridades del tratamiento para la toxicidad del embarazo
Los objetivos primordiales del tratamiento para la toxicidad del embarazo son proteger la salud materna mientras se optimizan los resultados para el bebé en desarrollo. Las prioridades en el tratamiento incluyen:
- Prevenir convulsiones: Las convulsiones eclámpticas son la complicación más peligrosa de la toxicidad del embarazo. Los médicos utilizan medicamentos y monitoreo para prevenir la actividad convulsiva que podría dañar tanto a la madre como al bebé.
- Controlar la presión arterial: Mantener la presión arterial dentro de rangos seguros previene accidentes cerebrovasculares, insuficiencia cardíaca y otras complicaciones cardiovasculares, mientras asegura un flujo sanguíneo adecuado a la placenta.
- Monitorear la función de los órganos: La evaluación regular de la función renal, enzimas hepáticas, conteos de plaquetas y el estado neurológico ayuda a detectar la progresión y guiar las decisiones de tratamiento.
- Momentos de parto: Determinar el momento óptimo para el parto equilibra la seguridad materna y la madurez fetal. La toxicidad severa del embarazo puede requerir un parto anticipado para salvar la vida de la madre.
Tratamiento de la toxicidad del embarazo con medicamentos
Los médicos utilizan varias categorías de medicamentos para tratar la toxicidad del embarazo, cada categoría enfocándose en aspectos específicos de esta condición.
Medicamentos antihipertensivos
Labetalol: Este medicamento que actúa como bloqueador dual de alfa y beta es la primera opción para tratar la hipertensión severa en la toxicidad del embarazo. Los médicos suelen administrar labetalol por vía intravenosa en entornos hospitalarios. Este medicamento actúa bloqueando tanto los receptores alfa como beta, disminuyendo la frecuencia cardíaca y dilatando los vasos sanguíneos para reducir la presión arterial.
Hidralazina: Este medicamento vasodilatador directo relaja el músculo liso en las paredes de los vasos sanguíneos, provocando que se ensanchen y reduzcan la presión arterial. Los médicos suelen utilizar hidralazina cuando labetalol resulta insuficiente o está contraindicada.
Nifedipino: Este medicamento bloqueador de los canales de calcio previene que el calcio ingrese a las células musculares en las paredes de los vasos sanguíneos, causando relajación de los vasos sanguíneos y reducción de la presión arterial. Las tabletas de nifedipino de liberación prolongada ofrecen un control constante de la presión arterial durante 24 horas.
Metildopa: Este medicamento antihipertensivo de acción central actúa estimulando los receptores alfa-2 en el cerebro, reduciendo la actividad del sistema nervioso simpático. La metildopa tiene un amplio historial de seguridad durante el embarazo y se utiliza como medicamento oral de primera línea para tratar la hipertensión leve a moderada.
Medicamentos anticonvulsivos
El sulfato de magnesio: Este medicamento es el estándar de oro para prevenir y tratar convulsiones eclámpticas. El sulfato de magnesio actúa bloqueando los canales de calcio en las células nerviosas y estabilizando las membranas celulares.
Los médicos monitorearán a los pacientes que reciban sulfato de magnesio por signos de toxicidad, incluidos la pérdida de reflejos tendinosos profundos, depresión respiratoria y arritmias cardíacas. El gluconato de calcio es el antídoto para la toxicidad por magnesio.
Medicamentos corticosteroides para la maduración pulmonar fetal
Betametasona: Cuando el parto parece probable antes de las 34 semanas de embarazo, los médicos administran medicamentos corticosteroides para acelerar el desarrollo pulmonar fetal. La betametasona atraviesa la placenta y estimula la producción de surfactante, una sustancia que ayuda a los pulmones a expandirse después del nacimiento.
Dexametasona: Este medicamento corticosteroide alternativo proporciona beneficios similares a la betametasona cuando se administra mediante inyecciones intramusculares. Ambos medicamentos requieren de 24 a 48 horas para alcanzar el máximo beneficio, lo que hace que la identificación y el tratamiento temprano de la toxicidad del embarazo sean fundamentales.

Tratamiento no farmacológico
Reposo y modificación de la actividad
El reposo absoluto se consideraba anteriormente el tratamiento estándar para la toxicidad del embarazo, pero la evidencia actual no respalda este enfoque. El tratamiento moderno se centra en la modificación de la actividad en lugar de en un reposo estricto. Los médicos pueden recomendar:
- Acostarse sobre el lado izquierdo: Dormir sobre el lado izquierdo mejora el flujo sanguíneo hacia los riñones y la placenta al reducir la compresión de los vasos sanguíneos importantes. Esta posición ayuda a optimizar la circulación y puede reducir modestamente la presión arterial.
- Reducir niveles de actividad: Si bien el reposo absoluto no es beneficioso, reducir actividades extenuantes y asegurar un descanso adecuado ayuda a prevenir picos de presión arterial. Las mujeres pueden continuar actividades ligeras diarias según lo toleren.
- Reducción del estrés: El estrés psicológico puede empeorar la hipertensión. Las técnicas de relajación, el yoga prenatal y la asesoría en manejo del estrés pueden ser beneficiosas cuando se combinan con el tratamiento médico.
Modificaciones en la dieta
Restricción de sodio: Limitar la ingesta de sodio a menos de 2 gramos por día ayuda a reducir la retención de líquidos y la presión arterial. Sin embargo, no se recomienda restricción severa de sodio, ya que esto puede empeorar la toxicidad del embarazo.
Ingesta adecuada de proteínas: A pesar de la pérdida de proteínas en la orina, restringir la ingesta de proteínas no beneficia a las mujeres con toxicidad del embarazo. Mantener un consumo normal de proteínas de 60-80 gramos diarios apoya la salud materna y fetal.
Suplementación de calcio: Las mujeres con baja ingesta dietética de calcio pueden beneficiarse de suplementos de calcio de 1-2 gramos diarios. La suplementación de calcio parece ser más beneficiosa en poblaciones con baja ingesta de calcio.
Equilibrio de la hidratación: Mantener una hidratación adecuada sin sobrecargar de líquidos requiere un monitoreo cuidadoso. Los médicos evalúan el estado de los fluidos a través de cambios de peso, producción de orina y examen clínico.
Consideraciones sobre el parto
La preeclampsia solo puede curarse mediante el parto del bebé. Si tiene preeclampsia, será monitoreada de cerca hasta que sea posible el parto.
Momentos del parto
La decisión de realizar el parto depende del equilibrio entre los riesgos maternos y la madurez fetal. Criterios específicos guían el momento del parto:
Casos que requieren parto inmediato: Eclampsia, hipertensión severa no receptiva al tratamiento, abrupto placentario, disfunción renal severa o signos de fallo orgánico materno requieren un parto inmediato independientemente de la edad gestacional.
Parto antes de las 34 semanas: Los médicos consideran el parto cuando se desarrolla una toxicidad severa del embarazo antes de las 34 semanas y se han administrado medicamentos corticosteroides y la condición materna sigue inestable a pesar del tratamiento.
Parto entre 34 y 37 semanas: La toxicidad del embarazo moderada a menudo justifica el parto entre 34 y 37 semanas después de la administración de medicamentos corticosteroides para prevenir la progresión a una enfermedad severa.
Parto a término: La toxicidad leve del embarazo antes o después de las 37 semanas generalmente indica el parto para prevenir el empeoramiento y las complicaciones.
Modo de parto
Parto vaginal: Los médicos recomiendan el parto vaginal siempre que sea posible, ya que este modo presenta menos riesgo quirúrgico y permite que la madre se recupere más rápido. La inducción del parto vaginal mediante medicamentos como la oxitocina o prostaglandinas puede facilitar el parto vaginal.
Parto por cesárea: La cesárea se vuelve necesaria cuando el parto vaginal no es factible debido a condiciones cervicales desfavorables, distress fetal o inestabilidad materna. Es posible que se requiera un parto por cesárea de emergencia para la eclampsia o complicaciones severas.
Consideraciones sobre la anestesia
Anestesia epidural: La anestesia regional reduce significativamente el dolor durante el parto y puede ayudar a disminuir la presión arterial. La anestesia epidural es generalmente segura y preferida sobre la anestesia general cuando es posible.
Anestesia espinal: Para el parto por cesárea, la anestesia espinal proporciona una anestesia rápida y efectiva evitando los riesgos de la anestesia general. El monitoreo de la presión arterial durante la anestesia espinal previene la hipotensión.
Anestesia general: La anestesia general se reserva para situaciones de emergencia cuando la anestesia regional está contraindicada o cuando no hay tiempo para permitir técnicas de anestesia regional. La anestesia general requiere una cuidadosa gestión de la presión arterial durante la inducción y recuperación de la anestesia.
Tratamiento y monitoreo postparto
La toxicidad del embarazo no se resuelve automáticamente después del parto, y muchas mujeres requieren tratamiento y monitoreo continuos.
Continuación de las necesidades médicas
Control de la presión arterial: Muchas mujeres necesitan continuar los medicamentos antihipertensivos durante algunos días a 3-4 semanas después del parto. Los médicos reducen gradualmente los medicamentos a medida que se normaliza la presión arterial.
Continuación del sulfato de magnesio: La terapia posparto con sulfato de magnesio generalmente continúa durante 24-48 horas después del parto para prevenir convulsiones eclámpticas tardías. La mayoría de las convulsiones eclámpticas ocurren dentro de este período de tiempo.
Monitoreo posparto
Controles de presión arterial: El monitoreo diario de la presión arterial durante la primera semana después del alta del hospital ayuda a detectar hipertensión persistente que requiere ajuste del tratamiento.
Pruebas de sangre a las 48-72 horas y una semana posparto evalúan la recuperación de la función renal y hepática. Los plaquetas y otros conteos sanguíneos deben volver a los rangos normales.
Recuperación completa: La mayoría de las mujeres experimentan una resolución completa de la toxicidad del embarazo dentro de 2-6 semanas posparto. La hipertensión persistente más allá de las 12 semanas puede indicar hipertensión crónica.
Monitoreo a largo plazo: Las mujeres que experimentaron toxicidad del embarazo requieren un monitoreo continuo de la salud cardiovascular debido a mayores riesgos de hipertensión, enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares en el futuro.