Cambiar tu estilo de vida puede ayudar a controlar y manejar la hipertensión. Tu médico puede recomendarte que realices cambios en tu estilo de vida que incluyan:
- Comer una dieta saludable para el corazón con menos sal
- Realizar actividad física regular
- Mantener un peso saludable o perder peso si tienes sobrepeso u obesidad
- Limitar la cantidad de alcohol que bebes
Pero a veces los cambios en el estilo de vida no son suficientes. Si la dieta y el ejercicio no ayudan, tu médico puede recomendarte medicamentos para disminuir tu presión arterial.
Medicamentos utilizados para tratar la hipertensión
El tipo de medicamento que tu médico te prescribe para tratar la hipertensión depende de tus mediciones de presión arterial y tu salud general. A menudo, dos o más medicamentos para la presión arterial funcionan mejor que uno solo. A veces, encontrar el medicamento más efectivo o la combinación de medicamentos es cuestión de prueba y error.
Deberías aspirar a reducir tu presión arterial a menos de 130/80 mm Hg si:
- Eres un adulto sano de 65 años o más
- Eres un adulto sano menor de 65 años con un 10% o más de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares en los próximos 10 años
- Tienes enfermedad renal crónica, diabetes o enfermedad arterial coronaria
Pregunta a tu médico cuál debería ser tu objetivo de tratamiento para la presión arterial. Además, el objetivo del tratamiento puede variar con la edad y las condiciones de salud, especialmente si tienes más de 65 años.
Los medicamentos utilizados para tratar la hipertensión incluyen:
- Diuréticos. Los diuréticos son medicamentos que ayudan a tus riñones a eliminar sodio y agua del cuerpo. Estos medicamentos suelen ser los primeros que se prueban para tratar la hipertensión. Hay diferentes clases de diuréticos, incluyendo diuréticos tiazídicos, diuréticos de asa y diuréticos ahorradores de potasio. Los diuréticos que tu médico recomiende dependerán de tus mediciones de presión arterial y otras condiciones de salud, como enfermedad renal o insuficiencia cardíaca. Los diuréticos comúnmente utilizados para tratar la presión arterial incluyen clortalidona, hidroclorotiazida (Microzide) y otros. Un efecto secundario común de los diuréticos es el aumento de la micción, lo que podría reducir los niveles de potasio. Si tienes un nivel bajo de potasio, tu médico puede agregar un diurético ahorrador de potasio, como triamtereno (Dyazide, Maxide) o espironolactona (Aldactone), a tu tratamiento.
- Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA). Estos medicamentos, como lisinopril (Prinivil, Zestril), benazepril (Lotensin), captopril y otros, ayudan a relajar los vasos sanguíneos al bloquear la formación de una sustancia química natural que estrecha los vasos sanguíneos.
- Bloqueadores de los receptores de angiotensina II (BRA). Estos medicamentos relajan los vasos sanguíneos al bloquear la acción, no la formación, de una sustancia química natural que estrecha los vasos sanguíneos. Los BRA incluyen candesartán (Atacand), losartán (Cozaar) y otros medicamentos.
- Bloqueadores de los canales de calcio. Estos medicamentos, que incluyen amlodipino (Norvasc), diltiazem (Cardizem, Tiazac) y otros, ayudan a relajar los músculos de tus vasos sanguíneos. Algunos medicamentos ralentizan tu frecuencia cardíaca. Los bloqueadores de los canales de calcio pueden funcionar mejor para las personas mayores y las personas de ascendencia africana que los IECA por sí solos. No consumas productos de pomelo mientras tomas bloqueadores de los canales de calcio. El pomelo aumenta los niveles en sangre de ciertos bloqueadores de los canales de calcio, lo que puede ser peligroso. Habla con tu médico o farmacéutico si te preocupan las interacciones.
Medicamentos adicionales que a veces se utilizan para tratar la hipertensión
Si tienes dificultades para alcanzar tu objetivo de presión arterial con combinaciones de los medicamentos mencionados anteriormente, tu médico puede prescribirte estos medicamentos:
- Bloqueadores alfa. Estos medicamentos reducen las señales nerviosas a los vasos sanguíneos, disminuyendo los efectos de sustancias químicas naturales que estrechan los vasos sanguíneos. Los bloqueadores alfa incluyen doxazosina (Cardura), prazosina (Minipress) y otros medicamentos.
- Bloqueadores alfa-beta. Los bloqueadores alfa-beta bloquean las señales nerviosas a los vasos sanguíneos y ralentizan el latido del corazón para reducir la cantidad de sangre que debe ser bombeada a través de los vasos. Los bloqueadores alfa-beta incluyen carvedilol (Coreg) y labetalol (Trandate).
- Beta bloqueadores. Estos medicamentos reducen la carga de trabajo de tu corazón y dilatan tus vasos sanguíneos, haciendo que tu corazón lata más lentamente y con menos fuerza. Los beta bloqueadores incluyen acebutolol, atenolol (Tenormin) y otros. Los beta bloqueadores generalmente no se recomiendan como el único medicamento que te prescriben, pero pueden ser efectivos cuando se combinan con otros medicamentos para la presión arterial.
- Antagonistas de la aldosterona. Estos medicamentos también se consideran diuréticos. Ejemplos son la espironolactona y la eplerenona (Inspra). Estos medicamentos bloquean el efecto de una sustancia química natural que puede provocar acumulación de sal y líquidos, lo que puede contribuir a la hipertensión. Pueden ser utilizados para tratar la hipertensión resistente.
- Inhibidores de la renina. El aliskiren (Tekturna) ralentiza la producción de renina, una enzima producida por tus riñones que inicia una cadena de pasos químicos que aumentan la presión arterial. Debido al riesgo de complicaciones graves, incluyendo accidente cerebrovascular, no debes tomar aliskiren con IECA o BRA.
- Vasodilatadores. Estos medicamentos incluyen hidralazina y minoxidil. Estos fármacos actúan directamente sobre los músculos en las paredes de tus arterias, evitando que los músculos se contraigan y que tus arterias se estrechen.
- Medicamentos para el sistema nervioso central. Estos medicamentos evitan que tu cerebro indique a tu sistema nervioso que aumente tu frecuencia cardíaca y estreche tus vasos sanguíneos. Ejemplos incluyen clonidina (Catapres, Kapvay), guanfacina (Intuniv) y metildopa.
Tratando la hipertensión resistente
Si tu presión arterial se mantiene alta a pesar de tomar al menos tres tipos diferentes de medicamentos para la hipertensión, uno de los cuales generalmente debería ser un diurético, puedes tener hipertensión resistente.
También se considera que tienes hipertensión resistente si tienes presión arterial alta controlada pero estás tomando cuatro tipos diferentes de medicamentos al mismo tiempo para lograr ese control. Si tienes hipertensión resistente, tu médico debería investigar la posibilidad de una causa secundaria para la hipertensión.
Tener hipertensión resistente no significa que tu presión arterial nunca bajará. Si tú y tu médico pueden determinar la causa, se puede crear un plan de tratamiento más efectivo para ayudarte a alcanzar tu presión arterial objetivo.
Tratar la hipertensión resistente puede implicar muchos pasos, que incluyen:
- Cambiar tus medicamentos para la hipertensión para determinar qué combinaciones y dosis de medicamentos funcionan mejor
- Revisar todos los medicamentos que tomas, incluidos los que tomas para otras enfermedades o que compras sin receta
- Monitorear tu presión arterial en casa para ver si ir al médico causa que tu presión arterial aumente (hipertensión de bata blanca) o no
- Hacer cambios en el estilo de vida saludables, como llevar una dieta saludable con menos sal, mantener un peso saludable y limitar el alcohol
Siempre debes tomar los medicamentos para la presión arterial según lo prescrito. Nunca omitas una dosis de medicamento ni interrumpas abruptamente el uso de tu medicamento para la presión arterial. Dejar de tomar repentinamente ciertos medicamentos para la presión arterial, como los beta bloqueadores, puede causar un aumento brusco de la presión arterial (hipertensión de rebote).
Si omites dosis de medicamentos porque no puedes permitirte comprar los medicamentos, porque tienes efectos secundarios, o porque simplemente olvidas tomar tus medicamentos, habla con tu médico sobre soluciones. No cambies tu tratamiento sin la guía de tu médico.
Tratamientos futuros potenciales
Los investigadores continúan estudiando la ablación por ultrasonido y radiofrecuencia de los nervios simpáticos del riñón (denervación renal) como tratamiento para la hipertensión resistente. Estudios iniciales mostraron ciertos beneficios, pero estudios más robustos encontraron que la terapia no reduce significativamente la presión arterial en personas con hipertensión resistente. Se están llevando a cabo más investigaciones para determinar qué papel puede tener esta terapia en el tratamiento de la hipertensión.
