¿Qué es la hiperplasia prostática benigna?
La hiperplasia prostática benigna (HPB) —también llamada agrandamiento de la glándula prostática— es una condición común a medida que los hombres envejecen. Una glándula prostática agrandada puede causar síntomas urinarios incómodos, como obstruir el flujo de orina fuera de la vejiga. Una glándula prostática agrandada también puede provocar problemas en la vejiga, el tracto urinario o los riñones.
Existen varios métodos de tratamiento efectivos para el agrandamiento de la glándula prostática, incluidos medicamentos, terapias mínimamente invasivas y cirugía. Para elegir la mejor opción, tú y tu médico deberán considerar tus síntomas, el tamaño de tu próstata, otras enfermedades que puedas tener y tus necesidades personales.
Síntomas de la hiperplasia prostática benigna
La gravedad de los síntomas en las personas que tienen agrandamiento de la glándula prostática varía, pero los síntomas tienden a empeorar gradualmente con el tiempo. Los signos y síntomas comunes de la hiperplasia prostática benigna (HPB) incluyen:
- Necesidad frecuente o urgente de orinar
- Aumento de la frecuencia de la micción por la noche (nicturia)
- Dificultad para iniciar la micción
- Chorro de orina débil o que se detiene y comienza
- Filtraciones al final de la micción
- Incapacidad para vaciar completamente la vejiga
Los signos y síntomas menos comunes incluyen:
- Infección del tracto urinario
- Incapacidad para orinar
- Sangre en la orina
El tamaño de tu próstata no determina necesariamente la gravedad de tus síntomas. Algunos hombres con próstatas solo ligeramente agrandadas pueden tener síntomas significativos, mientras que otros hombres con próstatas muy agrandadas pueden tener solo síntomas urinarios menores.
En algunos hombres, los síntomas eventualmente se estabilizan e incluso pueden mejorar con el tiempo.
Otras posibles causas de síntomas urinarios
Las condiciones que pueden provocar síntomas similares a los causados por una próstata agrandada incluyen:
- Infección del tracto urinario
- Inflamación de la próstata (prostatitis)
- Estrechamiento de la uretra (estenosis uretral)
- Cicatrices en el cuello de la vejiga como resultado de una cirugía previa
- Piedras en la vejiga o riñones
- Problemas con los nervios que controlan la vejiga
- Cáncer de próstata o de vejiga
¿Cuándo debes ver a un médico?
Si tienes problemas urinarios, discútelo con tu médico. Incluso si no encuentras molestos los síntomas urinarios, es importante identificar o descartar cualquier causa subyacente. Si no se tratan, los problemas urinarios pueden llevar a la obstrucción del tracto urinario.
Si no puedes orinar, busca atención médica inmediata.
¿Qué causa la hiperplasia prostática benigna?
La glándula prostática está ubicada debajo de tu vejiga. El tubo que transporta la orina desde la vejiga hacia el pene (uretra) pasa por el centro de la próstata. Cuando la próstata se agranda, comienza a bloquear el flujo de orina.
La mayoría de los hombres continúan teniendo crecimiento prostático a lo largo de su vida. En muchos hombres, este crecimiento continuado agranda la próstata lo suficiente como para causar síntomas urinarios o bloquear significativamente el flujo de orina.
Los investigadores no saben completamente qué causa el agrandamiento de la próstata. Sin embargo, podría deberse a cambios en el equilibrio de las hormonas sexuales a medida que los hombres envejecen.

Factores de riesgo
Los factores de riesgo para el agrandamiento de la glándula prostática incluyen:
- Edad. El agrandamiento de la glándula prostática rara vez causa signos y síntomas en hombres menores de 40 años. Aproximadamente un tercio de los hombres experimenta síntomas moderados a severos a los 60 años, y alrededor de la mitad lo hace a los 80 años.
- Historia familiar. Tener un pariente de sangre, como un padre o un hermano, con problemas prostáticos significa que es más probable que tú también tengas problemas.
- Diabetes y enfermedades del corazón. Los estudios muestran que la diabetes, así como las enfermedades del corazón y el uso de betabloqueantes, pueden aumentar el riesgo de HPB.
- Estilo de vida. La obesidad aumenta el riesgo de HPB, mientras que el ejercicio puede reducir tu riesgo.
Complicaciones del agrandamiento de la glándula prostática
Las complicaciones de una próstata agrandada pueden incluir:
- Incapacidad repentina para orinar (retención urinaria). Puede que necesites que te inserten un tubo (catéter) en la vejiga para drenar la orina. Algunos hombres con próstata agrandada necesitan cirugía para aliviar la retención urinaria.
- Infecciones del tracto urinario (ITU). La incapacidad para vaciar completamente la vejiga puede aumentar el riesgo de infección en tu tracto urinario. Si las ITU ocurren con frecuencia, puede que necesites cirugía para remover parte de la próstata.
- Piedras en la vejiga. Estas generalmente son causadas por una incapacidad para vaciar completamente la vejiga. Las piedras en la vejiga pueden causar infección, irritación vesicular, sangre en la orina y obstrucción del flujo de orina.
- Daño a la vejiga. Una vejiga que no se ha vaciado completamente puede estirarse y debilitarse con el tiempo. Como resultado, la pared muscular de la vejiga ya no se contrae adecuadamente, dificultando el vaciado total de la vejiga.
- Daño a los riñones. La presión en la vejiga por retención urinaria puede dañar directamente los riñones o permitir que infecciones vesicales alcancen los riñones.
La mayoría de los hombres con próstata agrandada no desarrollan estas complicaciones. Sin embargo, la retención urinaria aguda y el daño renal pueden representar serias amenazas para la salud.
Se cree que tener una próstata agrandada no aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de próstata.
Diagnóstico de la hiperplasia prostática benigna
Tu médico comenzará haciéndote preguntas detalladas sobre tus síntomas y realizando un examen físico. Este examen inicial probablemente incluirá:
- Examen rectal digital. El médico inserta un dedo en el recto para verificar si tu próstata está agrandada.
- Análisis de orina. Analizar una muestra de tu orina puede ayudar a descartar una infección u otras condiciones que pueden causar síntomas similares.
- Análisis de sangre. Los resultados pueden indicar problemas renales.
- Análisis de sangre de antígeno prostático específico (PSA). PSA es una sustancia producida en tu próstata. Los niveles de PSA aumentan cuando tienes una próstata agrandada. Sin embargo, los niveles elevados de PSA también pueden deberse a procedimientos recientes, infecciones, cirugías o cáncer de próstata.
Después de eso, tu médico puede recomendar pruebas adicionales para ayudar a confirmar una próstata agrandada y descartar otras condiciones. Estas pruebas incluyen:
- Prueba de flujo urinario. Orinas en un recipiente conectado a una máquina que mide la fuerza y cantidad de tu flujo urinario. Los resultados de la prueba ayudan a determinar con el tiempo si tu condición está mejorando o empeorando.
- Prueba de volumen residual postmiccional. Esta prueba mide si puedes vaciar tu vejiga completamente. Se puede realizar utilizando ultrasonido o insertando un catéter en tu vejiga después de orinar para medir cuánto queda de orina en tu vejiga.
- Diario de micción de 24 horas. Registrar la frecuencia y cantidad de orina puede ser especialmente útil si más de un tercio de tu producción diaria de orina ocurre por la noche.
Si tu condición es más compleja, tu médico puede recomendar:
- Ultrasonido transrectal. Se inserta una sonda de ultrasonido en tu recto para medir y evaluar tu próstata.
- Biopsia de próstata. El ultrasonido transrectal guía las agujas que se utilizan para tomar muestras de tejido (biopsias) de la próstata. Examinar el tejido puede ayudar a tu médico a diagnosticar o descartar cáncer de próstata.
- Estudios urodinámicos y de flujo de presión. Se introduce un catéter a través de tu uretra en tu vejiga. Agua —o, menos comúnmente, aire— se inyecta lentamente en tu vejiga. Tu médico puede medir la presión en la vejiga y evaluar el funcionamiento de los músculos de tu vejiga. Estos estudios generalmente se utilizan solo en hombres con problemas neurológicos sospechosos y en hombres que han tenido un procedimiento previo de próstata y aún tienen síntomas.
- Cistoscopia. Un instrumento flexible iluminado (cistoscopio) se inserta en tu uretra, permitiendo a tu médico ver dentro de tu uretra y vejiga. Te administrarán un anestésico local antes de esta prueba.