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5 síntomas de daño en el órgano del equilibrio

El órgano del equilibrio en el oído interno, también llamado sistema vestibular, juega un papel central en el mantenimiento del equilibrio corporal, la orientación espacial y la coordinación de los movimientos oculares con los movimientos de la cabeza. Cuando el órgano del equilibrio se daña, se presentan síntomas que afectan las actividades diarias.

5 síntomas de daño en el órgano del equilibrio
El sistema vestibular

¿Qué es el órgano del equilibrio y cómo se daña?

El órgano del equilibrio (también llamado sistema vestibular) se encuentra dentro del oído interno, junto a la cóclea que procesa el sonido. El órgano del equilibrio contiene canales semicirculares y órganos otolitos, que detectan la rotación de la cabeza, la aceleración y la gravedad. Los canales semicirculares perciben los movimientos angulares de la cabeza, mientras que los órganos otolitos detectan los movimientos en línea recta y la inclinación de la cabeza. Juntas, estas estructuras envían señales continuas a través del nervio vestibular al cerebro, que integra la información con la entrada de los ojos y los músculos para mantener el equilibrio.

El daño al órgano del equilibrio puede ocurrir en varias situaciones. Las infecciones virales o bacterianas, como la laberintitis o la neuritis vestibular, pueden inflamar el oído interno y alterar la función del control del equilibrio y la orientación espacial. El trauma en la cabeza puede dañar las estructuras delicadas dentro del órgano del equilibrio. La degeneración relacionada con la edad debilita gradualmente la función vestibular y aumenta el riesgo de caídas en los adultos mayores. Los medicamentos ototóxicos, que incluyen ciertos antibióticos y fármacos de quimioterapia, pueden dañar las células ciliadas vestibulares. También los problemas circulatorios que reducen el flujo sanguíneo al oído interno y condiciones como la enfermedad de Ménière pueden perjudicar el órgano del equilibrio. En casos raros, tumores en el nervio vestibular, como los neuromas acústicos, interfieren con la transmisión de señales y producen síntomas.

Neuritis vestibular
Neuritis vestibular

Síntomas del órgano del equilibrio dañado

1. Mareos y vértigo

El daño al órgano del equilibrio suele causar mareos y vértigo. Los mareos son una sensación de inestabilidad o ligero desvanecimiento, mientras que el vértigo es la sensación de que tú o el entorno están girando. El vértigo suele intensificarse al mover la cabeza, al levantarse rápidamente o al cambiar de posición corporal. Los episodios de vértigo o mareos pueden durar desde unos segundos, 2-3 minutos, o incluso 1-2 horas, dependiendo del daño. También puedes sentir náuseas o vómitos durante los ataques de vértigo.

2. Marcha inestable y pérdida de equilibrio

Cuando el órgano del equilibrio no puede enviar señales precisas al cerebro, te resulta difícil mantener la postura y la coordinación. Puedes caminar con un paso inestable, tambalearte mientras estás de pie o tropezar con frecuencia. Estos síntomas se vuelven más evidentes en entornos oscuros, donde la visión no puede compensar la alteración del órgano del equilibrio. También puedes sentir que el suelo se mueve bajo tus pies, lo que aumenta el riesgo de caídas y lesiones.

3. Movimientos oculares anormales

El órgano del equilibrio trabaja en estrecha colaboración con los ojos a través del reflejo vestíbulo-ocular, que estabiliza la visión durante los movimientos de la cabeza. El daño al órgano del equilibrio interfiere con este reflejo y causa movimientos oculares involuntarios llamados nistagmo. Puedes notar que los objetos parecen saltar o desenfocarse al mover la cabeza. Leer, concentrarse en objetos cercanos o caminar mientras miras a tu alrededor puede volverse difícil debido a la visión inestable.

4. Aumento de la sensibilidad al movimiento

El daño al órgano del equilibrio a menudo aumenta la sensibilidad al movimiento. Puedes sentir incomodidad, mareos o náuseas durante viajes en coche, en ascensores o al realizar movimientos rápidos con la cabeza. Esta sensibilidad al movimiento a menudo empeora en entornos visuales concurridos, como supermercados o calles concurridas, donde múltiples objetos en movimiento crean sobrecarga sensorial. La incomodidad puede hacer que evites ciertas actividades.

5. Cambios en la audición y síntomas relacionados con el oído

Dado que el órgano del equilibrio se encuentra dentro del oído interno, a veces el daño se presenta junto con pérdida de audición o acúfenos. Puedes notar audición apagada, presión en los oídos o tinnitus. Estos síntomas relacionados con el oído a menudo aparecen durante o después de episodios de mareos y vértigo. La combinación de pérdida auditiva y problemas de equilibrio sugiere fuertemente un daño en el oído interno y requiere evaluación médica.

Laberintitis
Laberintitis. Los síntomas de la laberintitis incluyen vértigo repentino, mareos, pérdida de equilibrio, pérdida de audición, tinnitus, náuseas, vómitos, visión borrosa y dificultad para concentrarse.

Similitud con los síntomas de otras enfermedades

Los síntomas de un órgano del equilibrio dañado a menudo se asemejan a los síntomas de otras enfermedades. Mareos, vértigo y marcha inestable también ocurren en enfermedades cardiovasculares, en personas con presión arterial baja, trastornos neurológicos como la esclerosis múltiple o el accidente cerebrovascular, y condiciones metabólicas como la hipoglucemia. Incluso condiciones psicológicas como los trastornos de ansiedad pueden causar sensaciones similares a los mareos. Debido a estas superposiciones, no debes asumir que los problemas de equilibrio siempre provienen del oído interno. Se necesita una evaluación médica exhaustiva para determinar la causa correcta.

¿Cuándo debes buscar evaluación médica?

Debes buscar una evaluación médica si experimentas mareos frecuentes, vértigo repentino, caídas inexplicadas o cambios en la audición. Un médico realizará pruebas de función vestibular, estudios de imagen y pruebas auditivas para identificar la causa de tus síntomas. Un diagnóstico temprano ayuda a guiar el tratamiento, que puede incluir medicamentos, terapia de rehabilitación vestibular o, en algunos casos, intervención quirúrgica.

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