La nausea y el vómito crónicos se estima que afectan al 2.2% de la población adulta. Cuando sientes nauseas, puedes sentirte débil y sudoroso y notar una gran cantidad de saliva en tu boca. La náusea a menudo lleva al vómito. La mayoría de las veces, no necesitas preocuparte por la náusea y el vómito, pero pueden ser signos de otras enfermedades.
Dos causas comunes de náusea y vómito son la gripe gastrointestinal y la intoxicación alimentaria. La náusea y el vómito debidos a la gripe estomacal viral suelen comenzar a mejorar en un plazo de 24 horas. La náusea y el vómito debidos a la intoxicación alimentaria pueden durar entre 12 y 48 horas.
Serás examinado cuidadosamente por un médico, pero pueden desarrollarse problemas más tarde. Si notas algún problema o nuevos síntomas, busca atención médica de inmediato.
Síntomas de la náusea crónica
Los síntomas de la náusea crónica pueden ser difíciles de describir. La mayoría de las personas experimentan estos síntomas:
- Sensación de que vas a vomitar
- Falta de apetito
- Sudoración profusa
- Sensación de contracciones rítmicas repetidas de los músculos respiratorios y abdominales que ocurren sin tu control
- Dolor de estómago
- Incomodidad en el pecho, la parte superior del abdomen o en la parte posterior de la garganta
- Vómitos
Causas de la náusea crónica y el vómito
La náusea no es una enfermedad en sí misma, pero puede ser un síntoma de muchos trastornos relacionados con el sistema digestivo. Estas son las causas de la náusea y el vómito crónicos:
- Enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE)
- Enfermedad ulcerosa péptica
- Problemas con los nervios o músculos del estómago, que causan un vaciamiento lento del estómago o una digestión lenta (gastroparesia)
- Incomodidad en la parte superior del estómago, que no está relacionada con una úlcera (dispepsia no ulcerosa)
- Una condición en la que los nervios y las señales cerebrales impiden que los alimentos avancen por tu tracto digestivo, a pesar de que no hay un bloqueo físico (obstrucción intestinal)
- Problemas en el área del cerebro que controla los procesos digestivos (disfunción autonómica)
- Cefalea migrañosa
- Un cambio anormal en la frecuencia cardíaca al cambiar de posición (síndrome de taquicardia ortostática postural)
Problemas en ciertas áreas del cuerpo, en todo el cuerpo, como el cáncer o una infección, y algunos medicamentos pueden llevar a náusea y vómito. Los problemas en las siguientes regiones del cuerpo provocan comúnmente náuseas:
- Órganos abdominales o pélvicos
- Centros de equilibrio en tu oído interno
- Cerebro o líquido cefalorraquídeo
Diagnóstico de la náusea y el vómito crónicos
El médico realizará una o más de las siguientes pruebas para diagnosticar la náusea y el vómito constantes.
- Análisis de sangre: Utilizando una muestra de tu sangre, el médico puede realizar una serie de pruebas, que incluyen:
– Hemograma completo, para buscar signos de anemia e infecciones
– Panel de electrolitos y función renal, para buscar anomalías en los electrolitos y problemas hepáticos
– Pruebas de albúmina, para evaluar tu estado nutricional
- Estudio sobre el vaciamiento gástrico: El médico utilizará tecnología de imagen avanzada y una pequeña cantidad de material radiactivo (nuclear) para examinar qué tan rápido mueves los alimentos del estómago al intestino delgado después de comer una comida pequeña.
- Sistema de monitoreo gastrointestinal con cápsula inalámbrica: Tragarás una cápsula con un pequeño sistema de monitoreo inalámbrico dentro (SmartPill®) para registrar los niveles de ácido, temperatura y cambios de presión en tu tracto gastrointestinal. La prueba de motilidad inalámbrica permite al médico saber qué tan rápido o lento se vacían el estómago, el intestino delgado y el colon. Tu cuerpo no puede digerir la SmartPill®, y eventualmente pasará a través de la defecación.
- Manometría gastroduodenal: El médico pasará un endoscopio (un pequeño tubo flexible con una cámara diminuta y instrumentos especiales) a través de tu boca hacia tu esófago. El endoscopio ayudará a medir qué tan fuerte y con qué frecuencia se contrae y relaja el músculo liso en tu estómago e intestino delgado.
- Manometría esofágica: El médico pasará un pequeño tubo a través de tu nariz hacia tu esófago. Esta prueba ayuda al médico a medir la presión y las contracciones musculares.
- Pruebas de función autonómica: Se realizarán una serie de pruebas, que incluyen pruebas de respiración, pruebas de sudor y posiblemente un ultrasonido, para evaluar la parte de tu cerebro responsable de regular tu tracto digestivo (sistema nervioso autónomo).
Tratamiento de la náusea y el vómito crónicos
El médico llevará a cabo un método de tratamiento personalizado para la náusea crónica. El médico necesitará tratar las causas físicas y posibles neurológicas de tu condición.
El tratamiento para la náusea y el vómito crónicos puede incluir:
- Medicación: Tomar medicamentos anti-náuseas y anti-ansiedad puede ayudar a aliviar tus síntomas.
- Terapeuta de nutrición médica: Expertos que se especializan en ayudar a pacientes con trastornos gastrointestinales te ayudarán a encontrar alimentos que tengan menos probabilidades de desencadenar náuseas. También puede que necesites comenzar a comer comidas más pequeñas y alimentos suaves.
- Terapia de rehidratación oral: Beber una solución de rehidratación puede ayudarte a reemplazar los minerales y líquidos corporales perdidos, si tus náuseas causan vómitos frecuentes.
- Nutrición parenteral total: Con este método, recibirás toda la nutrición que necesitas a través de fluidos especiales administrados por un catéter (un tubo delgado) en tu vena. El método de nutrición parenteral total puede ayudarte si tus intestinos necesitan tiempo para sanar, o si tu estómago ha perdido su capacidad de absorber nutrientes de los alimentos tomados por la boca.
- Alimentación por sonda: Este método te ayuda a recibir la nutrición adecuada cuando tu cuerpo no está obteniendo suficientes nutrientes de los alimentos tomados por la boca. La alimentación por sonda se realiza proporcionando nutrición líquida especialmente formulada directamente a tu estómago a través de un tubo especial, también conocido como tubo de gastrostomía endoscópica percutánea (PEG).
Muchas personas logran sentirse mejor con remedios sencillos, como:
- Beber bebidas que tienen efectos calmantes sobre el estómago, como ginger ale o té de manzanilla
- Evitar bebidas con cafeína que pueden alterar tu estómago, como refrescos o café
- Beber muchos líquidos claros para mantenerte hidratado
- Comer comidas pequeñas, que permiten que tu estómago digiera los alimentos de manera más gradual
- Seguir una dieta blanda con alimentos que sean fáciles de digerir, como arroz blanco y plátanos
- Evitar alimentos que pueden alterar tu estómago, como alimentos picantes, fritos y procesados
- Tomar medicamentos de venta libre, como antiácidos, bismuto rosa y medicamentos para el mareo por movimiento
Los expertos en gastroenterología te indicarán qué remedios pueden funcionar mejor para tus síntomas, incluidas técnicas especiales y apoyo para ayudarte a realizar cambios en tu dieta, si es necesario.
