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Cirugía para tratar el cáncer colorrectal

La cirugía es el método de tratamiento más común para el cáncer colorrectal. En una cirugía, se extirpa el tumor junto con un tejido sano circundante.

Cirugía para tratar el cáncer colorrectal
Cirugía para tratar el cáncer colorrectal

La cirugía puede ser mínimamente invasiva, como la extirpación de un pólipo durante una colonoscopia, o puede incluir la extirpación completa del colon.

Los pacientes pueden recibir quimioterapia o radioterapia antes o después de la cirugía para el cáncer colorrectal. Estas terapias adyuvantes pueden ayudar a reducir los tumores antes de que sean extirpados quirúrgicamente y están destinadas a atacar las células cancerosas que puedan quedar después de la cirugía.

Excisión local y polipectomía: Si se encuentra cáncer colorrectal en una etapa temprana, su médico puede ser capaz de extirparlo con un colonoscopio. El médico no necesita acceder al abdomen para realizar la extirpación. Si se retira un pólipo, este procedimiento se denomina polipectomía. La extirpación de un cáncer colorrectal en etapa I o II con un colonoscopio se llama resección mucosa endoscópica (RME). Su médico puede realizar una polipectomía o RME si se encuentran pólipos durante una colonoscopia o sigmoidoscopia.

Durante estos procedimientos, un médico accede al colon o recto a través del ano con un colonoscopio y una herramienta cortante adjunta. Esta herramienta se utiliza para eliminar los pólipos o las células anormales. Si no se puede eliminar un pólipo o un área de células anormales durante estos procedimientos, puede ser necesaria una cirugía laparoscópica o abierta.

Colectomía: Se extirpa todo o parte del colon. Si se necesita cirugía abierta, se realizará una incisión larga en el abdomen. Con la cirugía abierta, los pacientes pueden necesitar quedarse en el hospital durante una semana o más y pueden tener un período de recuperación más largo.

Cuando es posible, un oncólogo quirúrgico realizará una colectomía laparoscópica para eliminar la porción cancerosa del colon y los ganglios linfáticos cercanos, y luego reconectará los extremos sanos del colon. Una colectomía laparoscópica puede resultar en menos dolor, una estancia más corta en el hospital y una recuperación más rápida.

Con una colectomía laparoscópica, se realizan aproximadamente cuatro a cinco pequeñas incisiones alrededor del abdomen. El oncólogo quirúrgico luego inserta un laparoscopio. Este es un tubo delgado equipado con una pequeña cámara de video que proyecta imágenes del interior del abdomen en un monitor cercano. Luego, el oncólogo quirúrgico inserta instrumentos a través de las incisiones para realizar la cirugía.

Colostomía: Puede ser necesaria una colostomía, dependiendo del tipo y extensión de la cirugía colorrectal realizada. Durante este procedimiento, el colon se conecta a un orificio en el abdomen (llamado estoma) para desviar las heces de una parte del colon o recto que está dañada o ha sido reparada quirúrgicamente. Algunas colostomías pueden ser revertidas una vez que el tejido reparado sana. Otras colostomías son permanentes, y el estoma se conecta a una bolsa de colostomía que recoge los desechos.

Proctectomía: Se realiza una proctectomía para extirpar total o parcialmente el recto.

Una resección anterior baja implica la extirpación quirúrgica del cáncer ubicado en la parte superior del recto, que es la más cercana al colon sigmoide en forma de S. También puede eliminarse algo de tejido rectal sano adyacente, junto con ganglios linfáticos y tejido graso cercanos. Un patólogo puede examinar los ganglios linfáticos para determinar si hay células cancerosas presentes. Este examen ayudará a los médicos a determinar la etapa de la enfermedad y si es necesario un tratamiento adicional para el cáncer colorrectal.

Después de extirpar la porción cancerosa del recto, el oncólogo quirúrgico conecta el colon sigmoide con el tejido sano restante ubicado en la parte inferior del recto. Luego, los desechos pueden pasar normalmente fuera del cuerpo a través del ano.

La resección abdominoperineal se utiliza para tratar el cáncer en el recto inferior. Dado que este procedimiento requiere la extirpación quirúrgica de la porción cancerosa del recto inferior más cercana al ano, se elimina parte o la totalidad del esfínter anal. El esfínter es un músculo que mantiene cerrado el ano y previene la fuga de heces. Debido a que el esfínter es responsable del control intestinal, el oncólogo quirúrgico también realiza una colostomía para permitir que el cuerpo excrete los desechos.

Cirugía robótica: El Sistema Quirúrgico da Vinci® puede ser utilizado para realizar una colectomía o una proctectomía anterior baja. El cirujano puede usar un grapador EndoWrist® durante la cirugía para eliminar la porción maligna del colon. El cirujano también puede utilizar la Imágenes de Fluorescencia Firefly™ para encontrar vasos sanguíneos con buen suministro de sangre, que normalmente no se verían bajo luz blanca. Usar este sistema de imágenes puede permitir que el cirujano asegure un buen suministro de sangre al reconectar el colon y el recto.

Comparado con la cirugía abierta tradicional para el cáncer colorrectal, el sistema da Vinci puede requerir incisiones más pequeñas. Muchos pacientes con cáncer colorrectal también pueden experimentar un tiempo de recuperación más rápido y un regreso más ágil de la función intestinal.

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