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Cómo se diagnostica el cáncer de hueso

Muchos síntomas del cáncer de hueso son similares a los síntomas de la artritis, la osteoporosis o lesiones. Si estás experimentando uno o más de estos síntomas, debes discutirlos con tu médico para identificar la causa.

Los síntomas posibles del cáncer de hueso incluyen:

  • Dolor en los huesos
  • Hinchazón (o un bulto) en el área del dolor óseo
  • Fracturas resultantes de huesos debilitados
  • Pérdida de peso no intencionada y fatiga que acompaña al dolor óseo
  • Dificultad para respirar, si el cáncer se ha propagado a otros órganos, como los pulmones

Para diagnosticar el cáncer de hueso, un equipo multidisciplinario de expertos en cáncer de hueso utilizará una variedad de pruebas y herramientas para diagnosticar el cáncer de hueso, evaluar la enfermedad, determinar el/los hueso/s afectado/s y desarrollar un plan de tratamiento individualizado. A lo largo del tratamiento, las pruebas de imagen y de laboratorio siguen el tamaño del tumor o tumores y monitorean la respuesta al tratamiento, permitiendo a los médicos modificar tu plan cuando sea necesario.

Las herramientas que se utilizan frecuentemente para diagnosticar el cáncer de hueso incluyen:

Biopsia

Las dos técnicas de biopsia para detectar el cáncer de hueso incluyen:

Biopsia con aguja: El médico adormecerá el área con un anestésico local antes de insertar una aguja en el sitio sospechoso para obtener una muestra de células. En algunos casos, se puede utilizar una tomografía computarizada (TC) para ayudar a guiar la aguja.

Biopsia quirúrgica: Esta técnica generalmente se realiza bajo anestesia general por un cirujano. El cirujano tomará una muestra de tejido (biopsia por incisión) o del tumor completo (biopsia por escisión).

Gammagrafía ósea

Una gammagrafía ósea con radionúclidos puede utilizarse para diagnosticar y estadificar el cáncer de hueso.

Esta herramienta de detección del cáncer de hueso puede revelar si el tumor primario se ha propagado a otros lugares del hueso y cuánto daño ha causado. En una gammagrafía ósea, se inyecta una pequeña dosis de material radiactivo en un vaso sanguíneo, donde viaja a través del torrente sanguíneo. Luego, el material se acumula en los huesos y es detectado por un escáner a través de imágenes nucleares. Esta prueba es muy sensible y puede encontrar pequeñas metástasis antes de que aparezcan en una radiografía normal. Sin embargo, otras enfermedades como la artritis o infecciones pueden verse similares en la gammagrafía, por lo que a menudo se necesita una biopsia confirmatoria.

Cómo se diagnostica el cáncer de hueso
Gammagrafía ósea

Radiografía

El cáncer puede hacer que el hueso aparezca diferente al hueso sano circundante en una radiografía. El hueso puede verse desgastado o puede parecer tener un hoyo. Una radiografía de tórax también puede ayudar a determinar si las células cancerosas se han propagado a los pulmones.

Radiografía de cáncer de hueso
Radiografía de cáncer de hueso

Tomografía computarizada (TC)

Las tomografías computarizadas se usan generalmente para ayudar a formular un diagnóstico inicial de cáncer de hueso y para ver si el cáncer se ha propagado a otras áreas del cuerpo. Las tomografías también pueden ser utilizadas para guiar la aguja de la biopsia.

Resonancia magnética (RM)

Una resonancia magnética (RM) puede ayudar a delinear un tumor en el hueso y también puede ayudar a determinar si las células cancerosas se han propagado al cerebro o la médula espinal.

Tomografía por emisión de positrones (PET)

Las tomografías por emisión de positrones (PET) son muy sensibles, pero debido a que no muestran muchos detalles, a menudo se realizan en combinación con una TC (llamada PET/TC).

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