Resumen
El mal aliento puede ser embarazoso y en algunos casos puede incluso causar ansiedad. No es de extrañar que las estanterías de las tiendas estén repletas de goma de mascar, caramelos, enjuagues bucales y otros productos diseñados para combatir el mal aliento. Pero muchos de estos productos son solo medidas temporales porque no resuelven la causa del problema.

Ciertos alimentos, condiciones de salud y hábitos están entre las causas del mal aliento. En muchos casos, puedes mejorar el mal aliento con una higiene dental adecuada y constante. Si las técnicas simples de autocuidado no resuelven el problema, consulta a tu dentista o médico para asegurarte de que no haya una condición más seria causando tu mal aliento.
Síntomas
Los olores del mal aliento varían, dependiendo de la fuente o la causa subyacente. Algunas personas se preocupan demasiado por su aliento aunque apenas tengan olor en la boca, mientras que otras tienen mal aliento y no lo saben. Debido a que es difícil evaluar cómo huele tu propio aliento, pide a un amigo o familiar cercano que confirme tus dudas sobre el mal aliento.
¿Cuándo necesitas ver a un médico?
Si tienes mal aliento, revisa tus hábitos de higiene oral. Intenta hacer cambios en tu estilo de vida, como cepillarte los dientes y la lengua después de comer, usar hilo dental y beber suficiente agua.
Si tu mal aliento persiste después de realizar esos cambios, consulta a tu dentista. Si tu dentista sospecha que una condición más grave está causando tu mal aliento, puede referirte a un médico para encontrar la causa del olor.
Causas del mal aliento
La mayoría del mal aliento comienza en la boca, y hay muchas posibles causas. Las causas incluyen:
- Alimentos. La descomposición de las partículas de alimentos en y alrededor de tus dientes puede aumentar las bacterias y causar un olor desagradable. Comer ciertos alimentos, como cebollas, ajo y especias, también puede causar mal aliento. Después de digerir estos alimentos, entran en tu torrente sanguíneo, son transportados a tus pulmones y afectan tu aliento.
- Productos de tabaco. Fumar causa su propio olor desagradable en la boca. Los fumadores y los usuarios de tabaco oral también tienen más probabilidades de tener enfermedad de las encías, otra fuente de mal aliento.
- Pobre higiene dental. Si no te cepillas y usas hilo dental a diario, las partículas de comida permanecen en tu boca, causando mal aliento. Se forma una película incolora y pegajosa de bacterias (plaque) en tus dientes. Si no se cepilla, la placa puede irritar tus encías y eventualmente formar bolsas llenas de placa entre tus dientes y encías (periodontitis). Tu lengua también puede atrapar bacterias que producen olores. Las dentaduras que no se limpian regularmente o que no ajustan correctamente pueden albergar bacterias y partículas de comida que causan olor.
- Boca seca. La saliva ayuda a limpiar tu boca, eliminando partículas que causan malos olores. Una condición llamada boca seca o xerostomía puede contribuir al mal aliento porque la producción de saliva disminuye. La boca seca ocurre naturalmente durante el sueño, lo que lleva a mal aliento, y empeora si duermes con la boca abierta. La boca seca crónica puede ser causada por un problema con tus glándulas salivales y algunas enfermedades.
- Medicamentos. Algunos medicamentos pueden producir mal aliento indirectamente al contribuir a la boca seca. Otros pueden descomponerse en el cuerpo para liberar químicos que pueden ser transportados en tu aliento.
- Infecciones en la boca. El mal aliento puede ser causado por heridas quirúrgicas después de una cirugía oral, como la extracción de un diente, o como resultado de caries, enfermedad de las encías o llagas bucales.
- Otras condiciones de la boca, nariz y garganta. Ocasionalmente, el mal aliento puede provenir de pequeños cálculos que se forman en las amígdalas y están cubiertos de bacterias que producen olor. Las infecciones o la inflamación crónica en la nariz, senos paranasales o garganta, que pueden contribuir a la goteo posnasal, también pueden causar mal aliento.
- Otras causas. Enfermedades, como algunos tipos de cáncer, y condiciones tales como trastornos metabólicos, pueden causar un olor de aliento distintivo como resultado de los químicos que producen. El reflujo crónico de ácidos estomacales (enfermedad por reflujo gastroesofágico, o ERGE) puede estar asociado con el mal aliento. El mal aliento en niños pequeños puede ser causado por un cuerpo extraño, como un trozo de comida, atascado en una fosa nasal.

Diagnóstico
Tu dentista olfateará tanto el aliento de tu boca como el aliento de tu nariz y calificará el olor en una escala. Debido a que la parte posterior de la lengua es la fuente del olor en la mayoría de los casos, tu dentista también puede rasparla y calificar su olor.
Existen detectores sofisticados que pueden identificar los químicos responsables del mal aliento, aunque no siempre están disponibles.
Tratamiento del mal aliento
Para reducir el mal aliento, ayudar a evitar caries y disminuir tu riesgo de enfermedad de las encías, practica de manera constante una buena higiene oral. El tratamiento adicional para el mal aliento puede variar, dependiendo de la causa. Si se piensa que tu mal aliento es causado por una condición de salud subyacente, tu dentista probablemente te referirá a un médico de cabecera.
Para causas relacionadas con la salud bucal, tu dentista trabajará contigo para ayudarte a controlar mejor esa condición. Las medidas dentales pueden incluir:
- Enjuagues bucales y pastas dentales. Si tu mal aliento se debe a una acumulación de bacterias (placa) en tus dientes, tu dentista puede recomendar un enjuague bucal que mate las bacterias. Tu dentista también puede recomendar una pasta de dientes que contenga un agente antibacteriano para matar las bacterias que causan la acumulación de placa.
- Tratamiento de enfermedades dentales. Si tienes enfermedad de las encías, es posible que te refieran a un especialista en encías (periodoncista). La enfermedad de las encías puede hacer que las encías se separen de tus dientes, dejando bolsas profundas que se llenan de bacterias que causan olor. A veces, solo una limpieza profesional elimina estas bacterias. Tu dentista también podría recomendar reemplazar restauraciones dentales defectuosas, que son un foco de bacterias.
En casa
Para reducir o prevenir el mal aliento:
- Cepilla tus dientes después de comer. Ten un cepillo de dientes en el trabajo para usar después de comer. Cepíllate con una pasta de dientes que contenga flúor al menos dos veces al día, especialmente después de las comidas. Se ha demostrado que las pastas de dientes con propiedades antibacterianas reducen los olores del mal aliento.
- Usa hilo dental al menos una vez al día. El uso correcto del hilo dental elimina partículas de comida y placa entre tus dientes, ayudando a controlar el mal aliento.
- Cepilla tu lengua. Tu lengua alberga bacterias, por lo que cepillarla cuidadosamente puede reducir los olores. Las personas que tienen la lengua cubierta por un crecimiento significativo de bacterias (debido a fumar o boca seca, por ejemplo) pueden beneficiarse del uso de un raspador de lengua. O utiliza un cepillo de dientes que tenga un limpiador de lengua incorporado.
- Limpia las dentaduras o aparatos dentales. Si usas un puente o una dentadura, límpialo a fondo al menos una vez al día o según las indicaciones de tu dentista. Si tienes un retenedor dental o un protector bucal, límpialo cada vez antes de ponértelo en la boca. Tu dentista puede recomendar el mejor producto de limpieza.
- Evita la boca seca. Para mantener tu boca húmeda, evita el tabaco y bebe mucha agua —no café, refrescos o alcohol, que pueden llevar a una boca más seca. Mastica chicle o chupa caramelos (preferentemente sin azúcar) para estimular la saliva. Para la boca seca crónica, tu dentista o médico puede recetarte una preparación de saliva artificial o un medicamento oral que estimule el flujo de saliva.
- Ajusta tu dieta. Evita alimentos como cebollas y ajo que pueden causar mal aliento. Comer muchos alimentos azucarados también se relaciona con el mal aliento.
- Cambia tu cepillo de dientes regularmente. Cambia tu cepillo de dientes cuando se desgaste, aproximadamente cada tres a cuatro meses, y elige un cepillo de dientes de cerdas suaves.
- Programa chequeos dentales regulares. Consulta a tu dentista con regularidad —generalmente dos veces al año— para que examine y limpie tus dientes o dentaduras.
Visitar a un médico
Si vas a que tu dentista evalúe tu mal aliento, estos consejos pueden ayudar:
- Los dentistas generalmente prefieren citas por la mañana para evaluar el mal aliento, para reducir las posibilidades de que los alimentos que comas durante el día obstaculicen el examen.
- No uses perfume, lociones aromáticas o lápiz de labios o brillo labial con fragancia a tu cita, ya que estos productos podrían enmascarar cualquier olor.
- Si has tomado antibióticos en el último mes, consulta con tu dentista para ver si es necesario reprogramar tu cita.
Lo que tu dentista puede preguntar
El dentista comenzará evaluando tu historial médico, haciendo preguntas como:
- ¿Cuándo comenzaste a experimentar mal aliento?
- ¿Tu mal aliento es ocasional o continuo?
- ¿Con qué frecuencia te cepillas los dientes o limpias tus dentaduras?
- ¿Con qué frecuencia usas hilo dental?
- ¿Qué tipos de alimentos sueles comer con más frecuencia?
- ¿Qué medicamentos y suplementos tomas?
- ¿Qué condiciones de salud tienes?
- ¿Respiras por la boca?
- ¿Roncas?
- ¿Tienes alergias o problemas sinusales?
- ¿Qué sospechas que podría estar causando tu mal aliento?
- ¿Otras personas han notado y comentado sobre tu mal aliento?
Prepárate para responder estas preguntas para que puedas recibir la mayor cantidad de información durante tu cita.




