La demencia vascular es un tipo común de demencia causada por la reducción del flujo sanguíneo al cerebro. En este artículo, explicaremos el proceso de diagnóstico y tratamiento de la demencia vascular.
Diagnóstico de la demencia vascular
Los médicos pueden determinar que tienes demencia, pero no existe una prueba específica que confirme que tengas demencia vascular. Tu médico evaluará si la demencia vascular es la causa más probable de tus síntomas, basándose en la información que proporciones, tu historial médico de accidentes cerebrovasculares o trastornos del corazón y los vasos sanguíneos, así como en los resultados de pruebas que puedan ayudar a aclarar tu diagnóstico.
Pruebas de laboratorio
Si tu historial médico no incluye valores recientes de indicadores clave de la salud de tu corazón y vasos sanguíneos, tu médico medirá tu presión arterial, colesterol y glucosa en sangre.
El médico también puede solicitar pruebas para descartar otras posibles causas de pérdida de memoria y confusión, tales como:
- Trastornos de tiroides
- Deficiencias vitamínicas
Examen neurológico
Es probable que tu médico revise tu salud neurológica general mediante pruebas de:
- Reflejos
- Tono y fuerza muscular, y cómo se compara la fuerza en un lado de tu cuerpo con el otro lado
- Capacidad para levantarte de una silla y caminar por la habitación
- Sentidos del tacto y la vista
- Coordinación
- Equilibrio
Prueba de imágenes del cerebro
Las imágenes de tu cerebro pueden identificar anormalidades visibles causadas por accidentes cerebrovasculares, enfermedades de los vasos sanguíneos, tumores o traumas que pueden provocar cambios en el pensamiento y el razonamiento. Un estudio de imágenes cerebrales puede ayudar a tu médico a identificar las causas más probables de tus síntomas y descartar otras causas.
Los procedimientos de imágenes del cerebro que tu médico puede recomendar para ayudar a diagnosticar la demencia vascular incluyen:
- Tomografía computarizada (TC). Para una TC, te acostarás en una mesa estrecha que se desliza dentro de una pequeña cámara. Los rayos X atraviesan tu cuerpo desde varios ángulos, y una computadora utiliza esta información para crear imágenes detalladas en cortes transversales de tu cerebro. Una TC puede proporcionar información sobre la estructura de tu cerebro, indicar si alguna región presenta reducción y detectar evidencia de accidentes cerebrovasculares, cambios en los vasos sanguíneos o tumores. A veces se te administra una inyección intravenosa de un medio de contraste que ayuda a resaltar ciertos tejidos cerebrales.
- Imágenes por resonancia magnética (IRM). Una IRM utiliza ondas de radio y un campo magnético fuerte para producir imágenes detalladas de tu cerebro. Te tumbas en una mesa estrecha que se desliza dentro de una máquina de IRM con forma de tubo, que hace ruidos fuertes mientras produce imágenes. Las IRM son indoloras, pero algunas personas pueden sentirse claustrofóbicas dentro de la máquina y verse afectadas por el ruido. Las IRM son generalmente la prueba de imágenes preferida porque pueden proporcionar incluso más detalles que las TC sobre accidentes cerebrovasculares y anormalidades en los vasos sanguíneos.

Ultrasonido carotídeo
Este método utiliza ondas sonoras de alta frecuencia para determinar si tus arterias carótidas — que corren por ambos lados de tu cuello para suministrar sangre al cerebro — muestran signos de estrechamiento como resultado de depósitos de placa o problemas estructurales. Tu prueba puede incluir un ultrasonido Doppler, que muestra el movimiento de la sangre a través de tus arterias además de características estructurales.
Pruebas neuropsicológicas
Estas pruebas evalúan tu capacidad en las siguientes tareas:
- Hablar, escribir y entender el lenguaje
- Trabajar con números
- Aprender y recordar información
- Desarrollar un plan y resolver un problema
- Responder de manera efectiva a situaciones hipotéticas
Las pruebas neuropsicológicas a veces muestran resultados característicos en personas con diferentes tipos de demencia. Las personas con demencia vascular pueden tener una dificultad excepcional para analizar un problema y desarrollar una solución efectiva.
Pueden tener menos probabilidades de tener problemas para aprender nueva información y recordar que las personas con demencia por enfermedad de Alzheimer, a menos que sus problemas vasculares afecten áreas específicas del cerebro importantes para la memoria. Sin embargo, a menudo hay mucha superposición en los resultados de las pruebas entre personas con demencia vascular y quienes también presentan cambios cerebrales por enfermedad de Alzheimer.
Tratamiento de la demencia vascular
El tratamiento a menudo se centra en manejar las condiciones de salud y los factores de riesgo que contribuyen a la demencia vascular.
Controlar las condiciones que afectan la salud subyacente de tu corazón y vasos sanguíneos puede a veces ralentizar la velocidad a la que la demencia vascular empeora, y en ocasiones puede prevenir un mayor deterioro. Dependiendo de tu situación individual, tu médico puede prescribir medicamentos para los siguientes propósitos:
- Bajar tu presión arterial
- Reducir tu nivel de colesterol
- Prevenir que tu sangre se coagule y mantener tus arterias despejadas
- Ayudar a controlar tu azúcar en sangre si tienes diabetes
Estilo de vida y remedios caseros
Aunque estas acciones no han demostrado cambiar el curso de la demencia vascular, tu médico te recomendará que:
- Participe en actividad física regularmente
- Coma de manera saludable
- Intente mantener un peso normal
- Participe en actividades sociales
- Desafíe su cerebro con juegos, acertijos y nuevas actividades, como una clase de arte o escuchar música nueva
Adaptación y apoyo
Las personas con cualquier tipo de demencia y sus cuidadores — ya sea demencia vascular o enfermedad de Alzheimer — experimentan una mezcla de emociones, incluyendo confusión, frustración, ira, miedo, incertidumbre, tristeza y depresión.
Cuidado de alguien con demencia
- Buscar apoyo. Muchas personas con demencia y sus familias se benefician de la asesoría o de servicios de apoyo locales. Contacta con la Asociación de Alzheimer de tu área para conectarte con grupos de apoyo, recursos y referencias, agencias de cuidado en el hogar, instalaciones de cuidado residencial, líneas de ayuda telefónica y seminarios educativos.
- Planificar para el futuro. Mientras tu ser querido esté en las etapas tempranas de esta enfermedad, habla con un abogado sobre los tipos de documentos legales que necesitarás en el futuro, como poder notarial, representante de salud y un mandato anticipado.
- Brindar ánimo. Los cuidadores pueden ayudar a una persona a afrontar la demencia vascular estando ahí para escuchar, asegurándole que la vida aún se puede disfrutar, brindando apoyo y haciendo su mejor esfuerzo para ayudar a que esa persona mantenga su dignidad y respeto propio.
- Proveer un ambiente tranquilo. Un ambiente calmado y predecible puede ayudar a reducir la preocupación y la agitación. Establecer una rutina diaria que incluya actividades placenteras dentro de la zona de confort de la persona con demencia vascular puede ser beneficioso.
- Hacer actividades juntos. En lugar de pensar en lo que está por venir, intenta encontrar actividades que a ambos les gusten, como una clase de pintura o una larga caminata.
- Respetar la independencia. Puede pasar mucho tiempo antes de que tu ser querido tenga que renunciar a vivir solo o a conducir. Las etapas tempranas de la demencia pueden durar años, y tu ser querido puede seguir siendo capaz de hacer muchas cosas por su cuenta. Si tú y tu ser querido no pueden ponerse de acuerdo sobre cuándo es el momento de detener ciertas actividades, como conducir, pregunta al médico de tu ser querido por consejos.
Cuidado del cuidador
Proporcionar cuidado a una persona con demencia es físicamente y emocionalmente exigente. Los sentimientos de ira y culpa, frustración y desánimo, preocupación y tristeza, y aislamiento social son comunes. Pero prestar atención a tus propias necesidades y bienestar es una de las cosas más importantes que puedes hacer por ti mismo y por la persona a tu cuidado.
Si eres un cuidador, debes:
- Aprender tanto como sea posible sobre esta enfermedad. Pregunta a tu médico de atención primaria o neurólogo sobre buenas fuentes de información.
- Hacer preguntas a los médicos, trabajadores sociales y demás involucrados en el cuidado de tu ser querido.
- Recurrir a amigos y familiares para pedir ayuda cuando la necesites.
- Tomar un descanso todos los días.
- Cuidar tu salud visitando a tus propios médicos según lo programado, comiendo comidas saludables y haciendo ejercicio.
- Hacer tiempo para amigos, y considerar unirte a un grupo de apoyo.
Preparación para una cita con el médico
Si has tenido un accidente cerebrovascular, tus primeras conversaciones sobre tus síntomas y recuperación probablemente tendrán lugar en el hospital. Si notas síntomas más leves, puedes decidir hablar con tu médico sobre cambios en tus procesos de pensamiento, o puedes buscar atención a instancias de un familiar que organice tu cita y te acompañe.
Puedes empezar viendo a tu médico de atención primaria, pero es probable que te refiera a un médico que se especializa en trastornos del cerebro y el sistema nervioso (neurólogo).
Dado que las citas pueden ser breves y a menudo hay mucho de qué hablar, es una buena idea estar bien preparado para tu cita. Aquí tienes información que te ayudará a prepararte.
Qué puedes hacer para prepararte
- Ten en cuenta cualquier restricción previa a la cita. Cuando hagas tu cita, pregunta si necesitas ayunar para pruebas de sangre o si necesitas hacer algo más para prepararte para pruebas diagnósticas.
- Anota todos tus síntomas. Tu médico querrá saber los detalles sobre lo que te preocupa de tu memoria o función mental. Toma notas sobre algunos de los ejemplos más importantes de olvidos, mala juicio u otros lapsos que quieras mencionar. Intenta recordar cuándo comenzaste a sospechar que algo podría estar mal. Si crees que tus dificultades están empeorando, prepárate para describirlas.
- Lleva contigo a un familiar o amigo. La corroboración de un pariente o amigo de confianza puede desempeñar un papel clave en confirmar que tus dificultades son evidentes. Tener a alguien contigo también puede ayudarte a recordar toda la información proporcionada durante tu cita.
- Haz una lista de tus otras condiciones médicas. Tu médico querrá saber si actualmente estás siendo tratado por diabetes, hipertensión, enfermedad cardíaca, accidentes cerebrovasculares previos o cualquier otra enfermedad.
- Haz una lista de todos tus medicamentos, incluyendo medicamentos de venta libre y vitaminas o suplementos.
Escribir una lista de preguntas por adelantado puede ayudarte a recordar tus mayores preocupaciones y permitirte obtener la máxima información de tu cita. Si estás viendo a tu médico por preocupaciones sobre la demencia vascular, algunas preguntas que puedes hacer son:
- ¿Crees que tengo problemas de memoria?
- ¿Crees que mis síntomas son causados por problemas de circulación en mi cerebro?
- ¿Qué pruebas necesito?
- Si tengo demencia vascular, ¿tú u otro médico manejará mi atención continua? ¿Puedes ayudarme a establecer un plan para trabajar con todos mis médicos?
- ¿Qué métodos de tratamiento están disponibles?
- ¿Hay algo que pueda hacer que podría ayudar a ralentizar la progresión de la demencia?
- ¿Hay ensayos clínicos de tratamientos experimentales que debería considerar?
- ¿Qué debo esperar que suceda a largo plazo? ¿Qué pasos debo seguir para prepararme?
- ¿Mis síntomas afectarán cómo manejo mis otras condiciones de salud?
- ¿Tienes algún documento que pueda llevarme a casa? ¿Qué sitios web y recursos de apoyo recomiendas?
Además de las preguntas que ya has preparado, no dudes en pedir a tu médico que aclare cualquier cosa que no entiendas.