La artritis infecciosa (artritis séptica) es una infección súbita y grave de una articulación. Puede causar dolor intenso, hinchazón, fiebre y daño a los tejidos, y necesita un tratamiento inmediato.
La artritis infecciosa generalmente afecta solo una articulación, pero puede propagarse. Por tanto, es crucial diagnosticarla y tratarla rápidamente para prevenir un daño grave en la articulación y la propagación de la infección.
Este artículo describe los síntomas, causas, tratamientos y el proceso de recuperación. También describiremos cómo la artritis infecciosa difiere de la artritis reactiva.
¿Qué es la artritis infecciosa?
La artritis infecciosa ocurre cuando bacterias, hongos o un virus infectan una articulación, causando inflamación. La artritis infecciosa puede ocurrir de manera súbita y causar dolor intenso, fiebre y escalofríos.
El sistema inmunológico de una persona elimina regularmente estos patógenos dañinos del cuerpo, pero cuando entran en áreas cerradas, como una articulación, pueden multiplicarse rápidamente y causar inflamación severa y destrucción de tejidos.
Prevalencia e impacto de esta enfermedad
A pesar de que su nombre puede resultar engañoso, la artritis infecciosa no es contagiosa. Sin embargo, esta enfermedad puede ser bastante grave.
Las investigaciones muestran que la enfermedad por artritis séptica ocurre en al menos un tercio de las personas con esta condición. Aproximadamente el 7%–15% de las personas hospitalizadas por esta condición morirán.
Esta enfermedad afecta principalmente a los ancianos y a los niños pequeños. Las personas que tienen prótesis articulares, o aquellas con problemas médicos subyacentes que pueden debilitar sus sistemas inmunológicos, también son más susceptibles a esta condición. Este grupo incluye a personas con diabetes y a quienes toman medicamentos inmunosupresores, por ejemplo.
Causas de la artritis séptica
La causa más común de la artritis séptica son las bacterias, hongos o virus que ingresan al espacio alrededor de una articulación.
La infección bacteriana es la causa más común de la artritis séptica. Una revisión de 2019 encontró que las bacterias de la familia Staphylococci causan más de la mitad de los casos de artritis séptica. Esta cepa de bacterias también causa muchos problemas cutáneos.
Otras causas de la artritis séptica incluyen cepas de bacterias estreptocócicas, que también provocan infecciones faríngeas, y las bacterias Neisseria gonorrhoeae, que pueden causar gonorrea.
Las bacterias generalmente alcanzan la articulación a través del torrente sanguíneo.
Someterse a cirugía de reemplazo de articulaciones o tener mordeduras de animales, cortes o heridas punzantes en las articulaciones puede aumentar el riesgo de desarrollar una infección que podría provocar artritis séptica.
Tener un sistema inmunológico debilitado o antecedentes de otros problemas articulares, como gota, artritis reumatoide, lupus o artritis osteoartrítica, también puede aumentar el riesgo, ya que las articulaciones dañadas pueden ser más susceptibles a la infección.
Signos y síntomas de la artritis séptica
La artritis séptica causa una inflamación severa que puede descomponer los tejidos en la articulación. Este proceso puede llevar a un daño permanente en el cartílago y el hueso.
Al igual que otras formas de artritis, los síntomas principales son hinchazón, dolor y rigidez en la articulación afectada. Otros signos y síntomas de la artritis séptica incluyen:
- dolor que es más intenso que el dolor de la artritis inflamatoria no infecciosa
- rango limitado de movimiento en la articulación afectada
- enrojecimiento alrededor de la articulación afectada
- fiebre
- fatiga
- debilidad
- cambios en el apetito
- irritabilidad aumentada
- erupciones cutáneas
Esta condición puede afectar varias articulaciones, aunque la artritis séptica en la rodilla es la más común.
La artritis séptica puede afectar otras articulaciones, incluyendo:
- hombro
- muñeca
- cadera
- codo
Los síntomas pueden aparecer y volverse graves muy pronto después de que se desarrolla la infección, a veces en pocas horas. Las personas también pueden experimentar otros síntomas, dependiendo de la causa de la infección.
Factores de riesgo de la artritis séptica
Cualquiera puede tener artritis infecciosa, pero ciertos factores aumentan el riesgo, incluyendo:
- enfermedad articular existente, como artritis reumatoide, gota, lupus o artritis osteoartrítica
- daño en la articulación
- cirugía reciente en la articulación
- infecciones cutáneas
- uso de drogas intravenosas
- heridas punzantes
- terapia prolongada con antibióticos
Además, cualquier persona que esté en riesgo de contraer bacterias en la articulación tiene un mayor riesgo de desarrollar esta condición. Este grupo incluye a personas con mordeduras de animales en la articulación, personas con prótesis articulares o aquellas que se someten a cirugía en las articulaciones.
Tratamiento de la artritis séptica
Las opciones de tratamiento para la artritis séptica pueden variar dependiendo del patógeno que cause esta condición.
Antibióticos
Dado que esta enfermedad puede volverse grave rápidamente, los médicos recetan antibióticos tan pronto como sospechan de artritis infecciosa. Los médicos pueden prescribir antibióticos antes de que las pruebas del líquido articular puedan identificar el patógeno específico involucrado en la infección.
En la primera etapa del tratamiento para una infección bacteriana, los profesionales de salud generalmente administran antibióticos directamente en el torrente sanguíneo de la persona.
Si los antibióticos son efectivos, los síntomas pueden mejorar en 48 horas. Sin embargo, una persona puede necesitar antibióticos intravenosos durante 2–4 semanas, dependiendo de la gravedad de la condición. Generalmente, los médicos organizan para que las personas reciban antibióticos intravenosos en casa.
Luego, los médicos pueden recetar antibióticos orales durante otras 2–6 semanas.
Medicamentos antifúngicos
Si un tipo de hongo está causando la infección, los médicos la tratan con un medicamento antifúngico en lugar de antibióticos.
Medicamentos antivirales
La mayoría de las causas virales de artritis son autolimitadas, lo que significa que la condición se resuelve con el tiempo. Sin embargo, los médicos pueden usar medicamentos antivirales en algunos casos, como en ciertas instancias en las que está involucrado el virus de la hepatitis C.
Drenar líquido de la articulación afectada
Los médicos pueden necesitar drenar líquido de una articulación afectada para ayudar a eliminar los patógenos dañinos y las sustancias inflamatorias del cuerpo. Esto se puede hacer con una jeringa o con un procedimiento llamado artroscopia. Este método se realiza insertando un pequeño tubo de drenaje en la articulación afectada a través de una pequeña incisión.
Ejercicios físicos
Las personas con artritis infecciosa pueden recibir terapia física para ayudar a reducir los síntomas y preservar el rango de movimiento y la función de la articulación. Un médico también puede recomendar usar una férula para soportar la articulación afectada.
Para cualquiera que use una férula, es esencial realizar ejercicios de rango de movimiento para evitar que los músculos de la articulación se acorten. Además, una persona no debe usar la férula continuamente.
Complicaciones de la artritis séptica
Si una persona no recibe un tratamiento temprano y robusto, la artritis infecciosa puede causar daño permanente a los tejidos y huesos de la articulación.
Los efectos de este daño en la vida diaria dependen de qué articulación esté involucrada. Por ejemplo, el daño en una articulación de la rodilla puede afectar la capacidad de estar de pie o caminar.
La artritis infecciosa también puede ocurrir junto con la osteomielitis, que es una infección dentro de un hueso.
Diagnóstico de la artritis séptica
Es necesario diagnosticar la artritis infecciosa tan pronto como sea posible. Primero, un médico realiza un examen físico y discute la historia médica de la persona con ella.
Solo esta acción no proporciona suficiente información para que un médico distinga la artritis infecciosa de muchas otras condiciones inflamatorias, por lo que, si sospechan de artritis infecciosa, recomendarán más pruebas.
Estas pruebas pueden requerir muestras de sangre y líquido de la articulación afectada. Una revisión clínica de 2018 destacó el análisis del líquido articular como el estándar diagnóstico de oro para la artritis infecciosa.
Los médicos también pueden recomendar pruebas de imagen, como radiografías o resonancias magnéticas, para evaluar la extensión del daño que la infección ya ha causado.
Artritis infecciosa vs. artritis reactiva
Algunas personas pueden confundir la artritis infecciosa con la artritis reactiva. Estas dos enfermedades pueden causar síntomas similares. Sin embargo, la artritis infecciosa resulta de una infección activa en la articulación, mientras que la artritis reactiva generalmente resulta de una infección reciente en otra parte del cuerpo.
Algunas personas pueden desarrollar artritis reactiva después de una infección de transmisión sexual o de una infección del tracto gastrointestinal por intoxicación alimentaria.
La artritis reactiva no suele resultar de una infección que se propaga a una articulación. En su lugar, ocurre cuando el sistema inmunológico reacciona de manera excesiva a la infección inicial, provocando inflamación articular.
Preguntas frecuentes sobre la artritis infecciosa
¿Puede la artritis séptica propagarse a otras articulaciones?
La artritis infecciosa generalmente afecta solo una articulación. Sin embargo, en algunos casos puede afectar varias articulaciones y puede propagarse a otras partes del cuerpo si no se trata.
¿Qué otros organismos pueden causar artritis séptica?
Aunque las bacterias suelen causar artritis séptica, varios tipos de virus y hongos también pueden causar una infección.
El sarampión, la hepatitis B o C, el parvovirus, los alfavirus y los flavivirus pueden causar artritis viral. Ciertos tipos de hongos, incluida la Candida albicans, también pueden causar artritis séptica, aunque esto es muy raro.
¿Cuándo necesita una persona cirugía para tratar la artritis séptica?
El tratamiento para la artritis infecciosa a menudo implica una combinación de antibióticos y drenaje del líquido articular con un tubo o jeringa.
En algunos casos, un médico también puede recomendar cirugía para drenar la articulación, aunque esto puede depender de la gravedad de la infección, de la articulación específica que la artritis esté afectando y de si otros tratamientos son efectivos.
Resumen
La artritis infecciosa es una condición grave que puede causar daño permanente a los huesos y tejidos. Las infecciones bacterianas son la causa más común, aunque las infecciones virales y fúngicas también pueden ser responsables.
Una persona con artritis infecciosa puede experimentar hinchazón súbita, dolor intenso, mareos y fatiga.
Un tratamiento temprano y agresivo, incluyendo antibióticos intravenosos, puede mejorar significativamente el pronóstico de una persona con artritis séptica. Si el tratamiento comienza a tiempo, una persona puede recuperarse por completo sin daños duraderos.
Fuentes de información:
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