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El aceite de soja puede contribuir a causar obesidad.

Un nuevo estudio muestra que consumir aceite de soja podría aumentar el riesgo de obesidad en las personas.

El aceite de soja puede contribuir a causar obesidad.
Un nuevo estudio sugiere que para tener un peso saludable, se debe evitar el aceite de soja.

El aceite de soja es el aceite de cocina más común en nuestro país y representa el 30% de todos los aceites de cocina utilizados a nivel mundial.

Comúnmente etiquetado en las tiendas como «aceite vegetal», el aceite de soja está compuesto principalmente por ácidos grasos poliinsaturados y contiene el ácido graso omega-3 esencial ácido alfa-linolénico, así como el ácido graso omega-6 conocido como ácido linoleico. Más del 50% del aceite de soja está compuesto de ácido linoleico.

Algunas investigaciones han demostrado que el aceite de soja puede tener beneficios para la salud del corazón. Por ejemplo, sustituir grasas saturadas por aceite de soja ayuda a reducir el colesterol y disminuir el riesgo de enfermedades cardíacas. Sin embargo, otros estudios sugieren que consumir demasiado aceite de soja o demasiados ácidos grasos omega-6 aumenta el riesgo de desarrollar enfermedades como colitis ulcerosa, neuroinflamación, diabetes tipo 2, demencia y obesidad.

Según Sonia Poonamjot Deol, PhD, de la Universidad de California, Riverside, EE.UU., los aceites de cocina se utilizan en todas partes, desde las cocinas de los hogares hasta los restaurantes y los alimentos procesados. Dado que el aceite de soja es tan ampliamente utilizado, muchas personas consumen más ácido linoleico del que sus cuerpos necesitan, lo que puede contribuir a enfermedades metabólicas e inflamatorias, incluida la obesidad.

Deol es coautora de un nuevo estudio en el Journal of Lipid Research que explora cómo el aceite de soja podría promover el aumento de peso.

Conclusiones del estudio: El ácido linoleico podría ser el principal factor

Los investigadores utilizaron ratones genéticamente modificados que producen una versión alterada de una proteína hepática llamada HNF4α. Esta proteína influye en cómo funcionan el hígado, el páncreas y partes del tracto digestivo. Normalmente, los humanos solo tienen esta forma alterada bajo ciertas condiciones como enfermedad crónica o estrés metabólico.

Investigaciones anteriores mostraron que estos ratones modificados genéticamente producen menos enzimas que convierten el ácido linoleico en moléculas inflamatorias llamadas oxilipinas. Debido a esta razón, los investigadores pensaron que estos ratones no ganarían tanto peso con una dieta rica en aceite de soja.

Los resultados confirmaron esta idea: los ratones modificados genéticamente ganaron mucho menos peso que los ratones normales que comían la misma dieta alta en aceite de soja. Los ratones modificados también tenían menos oxilipinas, hígados más saludables y mejor función mitocondrial.

“Estos hallazgos nos dan una imagen más clara de cómo el aceite de soja puede llevar a la obesidad en los ratones,” dijo Deol. “Ahora entendemos las vías moleculares implicadas, lo que podría ayudar a desarrollar futuros tratamientos para enfermedades metabólicas.”

Deol enfatizó que consumir pequeñas cantidades de aceite de soja es seguro. La preocupación radica en el consumo excesivo. Debido a que el aceite de soja se utiliza tan ampliamente, las personas consumen fácilmente más ácido linoleico del recomendado. Demasiado ácido linoleico puede aumentar los niveles de oxilipinas y contribuir a causar inflamación y obesidad. Ella recomienda limitar el ácido linoleico al 2-3% de las calorías diarias y mantener la ingesta total de grasas dentro de las pautas estándar.

¿Se aplicarían estos resultados a los humanos?

El Dr. Mir Ali, un cirujano bariátrico que no participó en el estudio, dijo que los hallazgos del estudio son interesantes, pero advirtió que los estudios en ratones no siempre se traducen directamente a los humanos. Aún así, cree que se necesita más investigación sobre los aceites de cocina, especialmente dado que el aceite de soja se usa tan ampliamente.

Él afirma que el siguiente paso es estudiar estos efectos en humanos para entender mejor cómo el aceite de soja podría contribuir a la obesidad.


Fuente de información: Journal of Lipid Research

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