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Mi abuela a menudo tiene alucinaciones, ¿por qué?

Las alucinaciones, donde una persona percibe algo que en realidad no está presente (como ver, oír o sentir cosas que no están allí), pueden generar miedo, confusión y ansiedad tanto en el individuo como en sus familiares. Cuando un adulto mayor, como una abuela, experimenta alucinaciones con frecuencia, puede ser motivo de preocupación. Existen diversas causas, que van desde condiciones médicas hasta efectos secundarios de medicamentos. A continuación, explicaremos las causas más comunes de alucinaciones en adultos mayores y proporcionaremos información sobre diagnóstico y opciones de tratamiento.

Mi abuela a menudo tiene alucinaciones, ¿por qué?
¿Qué enfermedad causa alucinaciones en los ancianos?

1. Demencia y enfermedad de Alzheimer

La demencia, particularmente la enfermedad de Alzheimer, es una de las causas más comunes de alucinaciones en adultos mayores. La enfermedad de Alzheimer es un trastorno neurológico progresivo que causa daño a las células cerebrales, llevando a un deterioro cognitivo. A medida que el cerebro se deteriora, puede afectar diversas funciones, incluyendo la percepción y la memoria. Las alucinaciones en el Alzheimer pueden surgir debido a cambios en el equilibrio químico del cerebro o por la confusión causada por la pérdida de memoria. Las partes del cerebro responsables de procesar información sensorial pueden verse alteradas, llevando a percepciones erróneas o experiencias sensoriales «falsas».

Enfermedad de Alzheimer
Cerebro sano y cerebro afectado por la enfermedad de Alzheimer. La enfermedad de Alzheimer es el proceso biológico que comienza con la acumulación de proteínas en forma de placas amiloides y ovillos neurofibrilares en el cerebro. Esta acumulación provoca la muerte de células cerebrales con el tiempo y el encogimiento del cerebro. En el cerebro de una persona con enfermedad de Alzheimer (imagen a la derecha), se forman placas amiloides y las proteínas tau alteran su forma y se convierten en ovillos.

Diagnóstico

Se necesita una evaluación médica completa para diagnosticar la demencia y la enfermedad de Alzheimer. Esta evaluación a menudo incluye un examen físico y neurológico, pruebas cognitivas y estudios de imágenes cerebrales (como una resonancia magnética o una tomografía computarizada). Un médico también puede preguntar sobre la historia médica familiar y realizar una evaluación del estado mental para valorar la función cognitiva. Las alucinaciones son más comunes en las etapas avanzadas de la enfermedad de Alzheimer, por lo que el diagnóstico temprano puede centrarse en identificar el deterioro cognitivo.

Opciones de tratamiento:

Actualmente no existe cura para la enfermedad de Alzheimer, pero los medicamentos pueden ayudar a manejar los síntomas. Se pueden recetar inhibidores de la colinesterasa (por ejemplo, Donepezilo, Rivastigmina) para ralentizar el deterioro cognitivo y ayudar con problemas de memoria. En algunos casos, se pueden usar medicamentos antipsicóticos (por ejemplo, quetiapina, risperidona) con precaución para tratar las alucinaciones, pero estos medicamentos generalmente se reservan para casos severos debido a los efectos secundarios, especialmente en adultos mayores. Enfoques no farmacológicos, como la terapia de estimulación cognitiva y el mantenimiento de un entorno estable y de bajo estrés, también pueden ayudar.

2. Enfermedad de Parkinson

La enfermedad de Parkinson es un trastorno neurodegenerativo que afecta principalmente el movimiento, pero también puede llevar a cambios cognitivos, incluyendo alucinaciones. Esta enfermedad causa la pérdida de células productoras de dopamina en el cerebro, lo que interrumpe la comunicación entre diferentes partes del cerebro. Esta interrupción puede resultar en síntomas motores (como temblores y rigidez) y síntomas no motores, incluyendo alucinaciones. Las alucinaciones pueden ser visuales (por ejemplo, ver personas o animales) o auditivas (oír voces), y tienden a ocurrir a medida que la enfermedad progresa o como resultado de medicación.

Diagnóstico

La enfermedad de Parkinson se diagnostica a través de una combinación de historial médico, examen físico y observación de síntomas. No hay una prueba única para la enfermedad de Parkinson; sin embargo, un neurólogo puede realizar varias pruebas diagnósticas, incluyendo resonancias magnéticas o análisis de sangre, para descartar otras condiciones. El diagnóstico a menudo se confirma en función de la presencia de síntomas motores (como temblores o bradicinesia) y la historia médica del paciente.

Opciones de tratamiento: 

La enfermedad de Parkinson se puede manejar con medicamentos que ayudan a controlar los síntomas, particularmente reemplazos de dopamina (por ejemplo, levodopa) o agonistas de la dopamina (por ejemplo, pramipexol). Sin embargo, los medicamentos utilizados para tratar la enfermedad de Parkinson a veces pueden desencadenar o empeorar las alucinaciones, especialmente en adultos mayores. En estos casos, los médicos pueden ajustar el régimen de medicación, reducir las dosis o probar tratamientos alternativos. Si las alucinaciones persisten, se pueden utilizar medicamentos antipsicóticos (como quetiapina) en bajas dosis, aunque deben ser monitoreados de cerca debido a los posibles efectos secundarios.

3. Efectos secundarios de medicamentos

Ciertos medicamentos, especialmente los comúnmente prescritos a adultos mayores, pueden causar alucinaciones como efecto secundario. Medicamentos como benzodiazepinas, antidepresivos, anticolinérgicos y opioides son conocidos por aumentar el riesgo de alucinaciones, particularmente cuando se toman en dosis más altas o durante períodos prolongados. Estos fármacos pueden interferir con el equilibrio de neurotransmisores en el cerebro o afectar áreas del cerebro involucradas en el procesamiento sensorial, llevando a trastornos perceptuales.

Diagnóstico

El diagnóstico de alucinaciones inducidas por medicamentos requiere una revisión exhaustiva del historial de uso de medicamentos del paciente. Un médico evaluará el momento de las alucinaciones en relación con el uso de nuevos medicamentos o cambios en la dosis. Se pueden realizar análisis de sangre o pruebas de detección de drogas para verificar los niveles de medicamentos específicos en el cuerpo.

Opciones de tratamiento: 

Si se sospecha que un medicamento es la causa, el médico puede sugerir reducir la dosis del medicamento, suspender ese medicamento o cambiar a un medicamento alternativo con un menor riesgo de causar alucinaciones. Es esencial trabajar en estrecha colaboración con un médico al ajustar los medicamentos, ya que la discontinuación repentina de algunos fármacos puede tener efectos secundarios graves.

4. Delirio

El delirio es un estado de confusión y desorientación aguda, a menudo provocado por una condición médica subyacente, como una infección, deshidratación o desequilibrios metabólicos. Los adultos mayores son particularmente vulnerables al delirio, y las alucinaciones son un síntoma común. El delirio resulta de un desequilibrio en la función cerebral, a menudo desencadenado por una enfermedad física o intervención médica (por ejemplo, cirugía, hospitalización). En este estado, el cerebro puede malinterpretar la información sensorial, llevando a alucinaciones.

Diagnóstico

El delirio se diagnostica a través de una evaluación clínica, incluyendo una revisión de la historia médica del paciente, condiciones de salud actuales y medicamentos. El médico también evaluará la función cognitiva, el tiempo de atención y el nivel general de conciencia del paciente. Se pueden realizar análisis de sangre y estudios de imágenes para identificar cualquier causa subyacente, como una infección o deshidratación.

Opciones de tratamiento:

El tratamiento para el delirio se centra en abordar la causa subyacente (por ejemplo, tratar infecciones, corregir la deshidratación o manejar desequilibrios metabólicos). Asegurarse de que el entorno sea tranquilo y familiar también puede ayudar, así como minimizar restricciones físicas o medicamentos innecesarios. En algunos casos, se pueden prescribir medicamentos antipsicóticos (como haloperidol) para alucinaciones severas, pero estos fármacos deben usarse con precaución en adultos mayores.

5. Discapacidades visuales o auditivas

Para algunos adultos mayores, las alucinaciones pueden estar vinculadas a la privación sensorial, especialmente en casos de pérdida significativa de visión o audición. El cerebro puede intentar compensar la falta de información sensorial creando alucinaciones, sobre todo alucinaciones visuales o auditivas. Estas alucinaciones a veces se denominan «Síndrome de Charles Bonnet» en casos de pérdida de visión. En esta condición, individuos con discapacidad visual severa pueden ver imágenes o personas vívidas que no existen.

Diagnóstico

Un examen exhaustivo de la vista o la audición puede ayudar a determinar si la discapacidad sensorial está contribuyendo a las alucinaciones. Pruebas de visión, incluyendo exploraciones retinianas o tomografía de coherencia óptica, pueden diagnosticar condiciones como degeneración macular o retinopatía diabética. Las pruebas auditivas (audiometría) pueden ayudar a identificar la pérdida de audición que puede estar contribuyendo a alucinaciones auditivas.

Opciones de tratamiento: 

El tratamiento se centra en mejorar o compensar la pérdida sensorial. En casos de discapacidad visual, utilizar dispositivos de magnificación o lentes correctivas puede ayudar. Los audífonos pueden mejorar la audición y reducir las alucinaciones auditivas. En algunos casos, la terapia para ayudar a las personas a lidiar con sus alucinaciones, como la terapia cognitivo-conductual, también puede ser beneficiosa.

6. Condiciones de salud mental (por ejemplo, depresión, esquizofrenia)

Si bien son más comunes en individuos más jóvenes, algunos adultos mayores pueden desarrollar condiciones de salud mental como depresión o esquizofrenia, que pueden causar alucinaciones. La depresión en los ancianos, especialmente cuando no se trata, puede llevar a características psicóticas, incluyendo alucinaciones. La esquizofrenia es una condición crónica que puede causar alucinaciones auditivas o visuales, aunque es menos común en adultos mayores.

Diagnóstico

El diagnóstico de alucinaciones relacionadas con la salud mental se realiza mediante una evaluación psiquiátrica completa. Un médico indagará sobre la historia emocional y psicológica del paciente, los síntomas actuales y la historia familiar de problemas de salud mental. Las evaluaciones y cribados psiquiátricos estándar pueden ayudar a determinar si hay presente depresión, esquizofrenia u otro trastorno de salud mental.

Opciones de tratamiento: 

Las condiciones de salud mental como la depresión y la esquizofrenia se tratan con una combinación de psicoterapia y medicamentos. Se pueden recetar antidepresivos (como ISRS) o antipsicóticos (como olanzapina o risperidona) dependiendo de la condición subyacente. La terapia, incluyendo la terapia cognitivo-conductual, puede ayudar a las personas a manejar los síntomas y mejorar las estrategias de afrontamiento.

En resumen, las alucinaciones en personas mayores, como tu abuela, pueden ser causadas por diversas condiciones médicas, efectos secundarios de medicamentos o discapacidades sensoriales. Identificar la causa subyacente es esencial para el tratamiento adecuado, como ajustar la medicación, manejar condiciones neurológicas o abordar la pérdida de visión y audición. Consultar a un profesional de la salud para una evaluación exhaustiva es la mejor forma de tratar y mejorar la calidad de vida tanto del individuo afectado como de su familia.

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