Estas afirmaciones derivan del hecho de que el peróxido de hidrógeno es un líquido oxidante, lo que significa que libera oxígeno. Los bajos niveles de oxígeno pueden causar cáncer, y algunas personas piensan que exponer las células cancerosas a altos niveles de oxígeno evitará su crecimiento y morirán.

Este tipo de terapia a menudo se conoce como medicina oxy, oxidología o terapia oxidativa.

No hay investigaciones actuales que sugieran que el peróxido de hidrógeno tenga algún efecto en las células cancerosas. Y hay muchas advertencias contra el uso del peróxido de hidrógeno dentro del cuerpo.

En este artículo, aprenderás más sobre el origen de estas afirmaciones, qué dice la investigación actual y los riesgos de usar peróxido de hidrógeno para tratar el cáncer.

¿Puede el peróxido de hidrógeno ayudar a tratar el cáncer?
La investigación no apoya el uso de peróxido de hidrógeno para tratar el cáncer.

Las afirmaciones de que el peróxido de hidrógeno puede tratar o curar el cáncer se remontan a principios de la década de 1930, cuando un médico alemán llamado Otto Heinrich Warburg descubrió que las células cancerosas podían crecer con éxito sin oxígeno.

Como resultado de su descubrimiento, otros investigadores comenzaron a formular la hipótesis de que los bajos niveles de oxígeno conducen al desarrollo del cáncer.

Algunos investigadores creían que proporcionar una abundancia de oxígeno a las células cancerosas podría curar el cáncer, por lo que empezaron a investigar cómo los compuestos, como el peróxido de hidrógeno, afectaban a las células cancerosas.

La investigación a mediados del siglo XX sugirió que el peróxido de hidrógeno podría tener un efecto positivo. Los científicos llevaron a cabo su investigación en animales, y aunque hubo algunos resultados favorables, la mayoría de los resultados indicaron que el peróxido de hidrógeno tenía efectos limitados.

Aun así, los resultados de estos estudios fueron lo suficientemente positivos para que algunas personas afirmaran que el peróxido de hidrógeno puede curar el cáncer. Los partidarios del peróxido de hidrógeno como cura para el cáncer creen que el peróxido de hidrógeno de grado alimenticio, que tiene una concentración del 35%, puede tratar el cáncer mejor que los tratamientos convencionales, como la quimioterapia y la radiación.

¿Qué dice la investigación?

Estudios recientes han mostrado algunas fallas en la investigación inicial. El mayor problema con la investigación inicial es la hipótesis de que el cáncer prospera sin oxígeno y que el oxígeno puede obstaculizar su crecimiento.

Los investigadores ahora saben que, aunque el cáncer puede sobrevivir sin oxígeno, también puede continuar creciendo en un ambiente rico en oxígeno.

Además, un estudio publicado en 2011 demostró que las células cancerosas producen peróxido de hidrógeno, lo que puede ayudar a las células a crecer.

La Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA) también ha emitido una advertencia a los consumidores sobre la compra de concentraciones altas de peróxido de hidrógeno. La FDA indicó que no había suficiente investigación para demostrar que el peróxido de hidrógeno es adecuado para ningún propósito medicinal.

Existen muchos riesgos y efectos secundarios potenciales significativos al consumir peróxido de hidrógeno o utilizarlo para fines medicinales.

Aunque el peróxido de hidrógeno está disponible en varios establecimientos para inyección o digestión, las personas deben ser conscientes de los posibles efectos secundarios y riesgos de su uso.

La concentración típica de peróxido de hidrógeno en productos es del 3%. Incluso a esta concentración, el peróxido de hidrógeno puede causar dolor estomacal y quemaduras.

Los partidarios del peróxido de hidrógeno para el tratamiento del cáncer recomiendan una concentración del 35%. A esta concentración, el peróxido de hidrógeno puede causar algunos de los siguientes problemas cuando se ingiere:

  • úlceras
  • quemaduras en la boca, esófago (tubo de alimentación) y estómago
  • hinchazón en el estómago
  • dificultad para respirar
  • pérdida de conciencia

Si una persona inyecta peróxido de hidrógeno, puede experimentar efectos secundarios, tales como:

  • burbujas de gas que pueden obstruir el flujo sanguíneo, lo que puede ser fatal
  • fallo renal
  • deterioro de los glóbulos rojos
  • inflamación de las células sanguíneas en el sitio de inyección

Algunos efectos adicionales de la exposición al peróxido de hidrógeno incluyen:

  • irritación ocular
  • vómitos
  • decoloración del cabello o la piel
  • quemaduras o ampollas

Resumen

Aunque algunas personas apoyan el uso del peróxido de hidrógeno para el tratamiento del cáncer, hay muchas advertencias en contra de su uso interno. El peróxido de hidrógeno está destinado únicamente para uso tópico.

Además, hay poca evidencia que sugiera que el peróxido de hidrógeno tenga algún efecto en las células cancerosas. Cualquiera que tenga un diagnóstico de cáncer debería hablar con su médico sobre las opciones de tratamiento médicamente apropiadas.