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¿Es la fatiga un síntoma directo de la hipertensión arterial?

La respuesta corta es no, la fatiga no es un síntoma directo de la presión arterial alta. La presión arterial alta, también llamada hipertensión, generalmente se desarrolla sin causar síntomas, por lo que se le conoce como un «asesino silencioso». La mayoría de las personas con presión arterial alta no sienten ningún cambio en su energía o fuerza hasta que surgen complicaciones. La fatiga puede aparecer en personas que viven con presión arterial alta, pero generalmente resulta de los efectos de la presión descontrolada en el corazón, los vasos sanguíneos, los riñones o el cerebro, o de los efectos secundarios de los medicamentos utilizados para tratar la hipertensión.

¿Es la fatiga un síntoma directo de la hipertensión arterial?
La presión arterial alta (hipertensión) significa una presión arterial sistólica de al menos 130 mmHg, y/o una presión arterial diastólica de al menos 80 mmHg.

¿Por qué la fatiga no es un síntoma directo de la presión arterial alta?

La presión arterial alta no reduce directamente tus niveles de energía. La presión arterial es la fuerza de la sangre empujando contra las paredes de las arterias. Cuando la presión es más alta de lo normal, la sangre continúa circulando y entregando oxígeno y nutrientes a los tejidos. La fatiga no ocurre directamente porque el suministro de oxígeno generalmente se conserva, incluso cuando la presión aumenta.

La fatiga se desarrolla cuando los órganos o tejidos no pueden funcionar de manera eficiente. La presión arterial alta no obstruye inmediatamente el flujo sanguíneo, pero la presión descontrolada a largo plazo daña las arterias, engrosa las paredes de los vasos y obliga al corazón a trabajar más para bombear sangre. Estos cambios reducen gradualmente la capacidad de los órganos para funcionar. La fatiga aparece como un efecto secundario de este daño, no como un síntoma primario.

Cómo la presión arterial alta puede causar fatiga de manera indirecta

Aumento de la carga de trabajo en el corazón

Cuando la presión arterial se mantiene alta, el corazón debe bombear con mayor fuerza. El ventrículo izquierdo se engrosa y se torna rígido, una condición llamada hipertrofia ventricular izquierda. Esta condición reduce la eficiencia del bombeo de sangre, especialmente durante la actividad física. La reducción del gasto cardíaco (la cantidad de sangre que el corazón bombea por minuto) puede hacer que te sientas cansado después del esfuerzo, incluso con ejercicios pequeños.

Flujo sanguíneo reducido a los órganos

Las arterias estrechas por la hipertensión crónica reducen el suministro de sangre a los riñones, el cerebro y los músculos. La reducción en la entrega de oxígeno disminuye la resistencia y produce cansancio durante las actividades diarias. La fatiga se desarrolla gradualmente a medida que el daño en los vasos empeora.

Efectos secundarios de los medicamentos

Varios medicamentos utilizados para controlar la presión arterial pueden causar fatiga. Los medicamentos beta bloqueadores reducen la frecuencia cardíaca y limitan el gasto cardíaco, lo que puede llevar a una baja energía. Los diuréticos reducen el volumen de fluido y pueden disminuir los niveles de sodio o potasio, lo que puede causar debilidad. Algunos medicamentos bloqueadores de los canales de calcio también pueden causar mareos o cansancio. En estos casos, la fatiga resulta del medicamento y no de la presión arterial en sí.

¿Cuándo deberías sospechar de otra causa de fatiga?

Si te sientes cansado pero tu presión arterial está controlada y estable, la causa de la fatiga puede estar en otro lado. Las causas comunes de fatiga incluyen anemia, trastornos de la tiroides, diabetes, apnea del sueño, depresión e infecciones crónicas. En tales casos, la fatiga requiere una evaluación separada. La presión arterial alta puede coexistir con estas condiciones, pero no explica directamente la cansancio.

Qué deberías hacer si sientes fatiga con presión arterial alta

  • Lleva un registro de tu presión arterial regularmente en casa e informa estos resultados cuando veas a un médico.
  • Informa a tu médico sobre la fatiga persistente, especialmente si la fatiga empeora después de comenzar un nuevo medicamento.
  • Pide a tu médico que verifique otras condiciones médicas que comúnmente causan fatiga.
  • Mantén un estilo de vida saludable que apoye tanto la energía como el control de la presión arterial. Come una dieta equilibrada rica en verduras, frutas, proteínas magras y granos enteros.
  • Ejercítate regularmente con actividades de intensidad moderada, como caminar, nadar o andar en bicicleta, a menos que tu médico te aconseje lo contrario.
  • Duerme al menos siete a ocho horas cada noche para restaurar la energía.
  • Limita el consumo de alcohol, deja de fumar y reduce la ingesta de sal para apoyar el control de la presión arterial y reducir la carga en tu corazón.
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