El asma es una enfermedad que afecta a los pulmones. Es una de las enfermedades crónicas más comunes en los niños, pero los adultos también pueden tener asma. Este artículo explicará el proceso para diagnosticar el asma y lo que necesitas hacer para prepararte para el diagnóstico.
El asma causa sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos por la noche o temprano en la mañana. Si tienes asma, lo tienes todo el tiempo, pero experimentarás ataques de asma solo cuando algo moleste tus pulmones.
No conocemos todas las cosas que pueden causar asma, pero sabemos que factores genéticos, ambientales y ocupacionales están relacionados con el desarrollo de asma.
Diagnóstico del asma
Examen físico para diagnosticar asma
Tu médico realizará un examen físico para descartar otras posibles enfermedades, como una infección respiratoria o enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). Tu médico también te hará preguntas sobre tus signos y síntomas, así como sobre cualquier otro problema de salud.
Pruebas para medir la función pulmonar y diagnosticar asma
- Espirometría. Esta prueba estima el estrechamiento de tus tubos bronquiales al verificar cuánto aire puedes exhalar después de una respiración profunda y qué tan rápido puedes exhalar.
- Flujo máximo. Un medidor de flujo máximo es un dispositivo simple que mide la fuerza con la que puedes exhalar. Resultados de flujo máximo inferiores a lo habitual son un signo de que tus pulmones pueden no estar funcionando tan bien y que tu asma puede estar empeorando. Tu médico te dará instrucciones sobre cómo hacer un seguimiento y manejar un bajo flujo máximo.
Las pruebas de función pulmonar a menudo se realizan antes y después de tomar un medicamento para abrir tus vías respiratorias llamado broncodilatador, como el albuterol. Si tu función pulmonar mejora con el uso de un broncodilatador, es probable que tengas asma.

Pruebas adicionales para diagnosticar asma
Otras pruebas para diagnosticar asma incluyen:
- Prueba de metacolina. La metacolina es un desencadenante conocido del asma. Cuando se inhala, causará un estrechamiento leve de tus vías respiratorias. Si reaccionas a la metacolina, es probable que tengas asma. Esta prueba puede usarse incluso si tu prueba de función pulmonar inicial es normal.
- Pruebas de imagen. Una radiografía de tórax puede ayudar a identificar cualquier anormalidad estructural o enfermedad (como infecciones) que pueda causar o agravar problemas respiratorios.
- Pruebas de alergia. Se pueden realizar pruebas de alergia mediante un examen cutáneo o una prueba de sangre. Te dirán si eres alérgico a mascotas, polvo, moho o polen. Si se identifican desencadenantes alérgicos, tu médico puede recomendarte inyecciones de alergia.
- Prueba de óxido nítrico. Esta prueba mide la cantidad de gas óxido nítrico en tu aliento. Cuando tus vías respiratorias están inflamadas —un signo de asma— puedes tener niveles de óxido nítrico más altos de lo normal. Esta prueba no está ampliamente disponible.
- Eosinófilos en esputo. Esta prueba busca ciertos glóbulos blancos (eosinófilos) en la mezcla de saliva y moco (esputo) que expulsas al toser. Los eosinófilos están presentes cuando se desarrollan síntomas y se vuelven visibles cuando se tiñen con un colorante color rosa.
- Pruebas provocativas para el asma inducida por ejercicio y por frío. En estas pruebas, tu médico mide tu obstrucción de las vías respiratorias antes y después de realizar actividad física vigorosa o de tomar varias respiraciones de aire frío.
Cómo se clasifica el asma
Para clasificar la gravedad de tu asma, tu médico considerará con qué frecuencia tienes signos y síntomas y cuán severos son. Tu médico también considerará los resultados de tu examen físico y de las pruebas diagnósticas.
Determinar la gravedad de tu asma ayuda a tu médico a elegir el mejor tratamiento. La gravedad del asma a menudo cambia con el tiempo, lo que requiere ajustes en el tratamiento.
El asma se clasifica en cuatro categorías generales:
Clasificación del asma | Signos y síntomas |
---|---|
Intermitente leve | Síntomas leves hasta dos días a la semana y hasta dos noches al mes |
Persistente leve | Síntomas más de dos veces a la semana, pero no más de una vez en un solo día |
Persistente moderada | Síntomas una vez al día y más de una noche a la semana |
Persistente severa | Síntomas durante todo el día en la mayoría de los días y frecuentemente por la noche |
Preparación para una cita con el médico
Probablemente comenzarás viendo a tu médico de familia. Sin embargo, cuando llames para programar una cita, es posible que te deriven a un alergólogo o un neumólogo.
Dado que las citas pueden ser breves y a menudo hay muchas preguntas que discutir, debes prepararte bien. Aquí hay información para ayudarte a prepararte para tu cita con el médico y a saber qué te preguntará tu médico.
Qué puedes hacer para prepararte
- Anota cualquier síntoma que estés teniendo, incluidos aquellos que puedan parecer no estar relacionados con la razón por la que programaste la cita.
- Observa cuándo te molestan más los síntomas. Por ejemplo, apunta si tus síntomas tienden a empeorar en ciertos momentos del día, durante ciertas estaciones o cuando estás expuesto al aire frío, polen u otros desencadenantes.
- Anota información personal clave, incluyendo cambios recientes en la vida o estrés significativo.
- Haz una lista de todos los medicamentos, vitaminas y suplementos que estás tomando.
- Lleva a un familiar o amigo contigo. A veces puede ser difícil recordar toda la información proporcionada durante una cita. Alguien que te acompañe puede recordar algo que perdiste o olvidaste.
- Escribe preguntas para hacerle a tu médico.
Tu tiempo con el médico es limitado, así que preparar una lista de preguntas te ayudará a obtener la mayor cantidad de información. Enumera tus preguntas de las más importantes a las menos importantes en caso de que se acabe el tiempo. Para el asma, algunas preguntas básicas que puedes hacerle a tu médico incluyen:
- ¿Es el asma la causa más probable de mis problemas respiratorios?
- Además de la causa más probable, ¿cuáles son otras posibles causas de mis síntomas?
- ¿Qué tipo de pruebas necesito?
- ¿Es probable que mi condición sea temporal o crónica?
- ¿Cuál es el mejor tratamiento?
- ¿Cuáles son los métodos alternativos al método principal que estás sugiriendo?
- Tengo enfermedades. ¿Cómo puedo manejar mejor estas enfermedades juntos?
- ¿Hay alguna restricción que deba seguir?
- ¿Debería ver a un especialista?
- ¿Hay un medicamento genérico alternativo al que me estás recetando?
Además de las preguntas que preparaste para hacerle a tu médico, no dudes en hacer otras preguntas durante tu cita.
Qué puede preguntarte tu médico
Tu médico puede preguntarte estas preguntas:
- ¿Cuáles son exactamente tus síntomas?
- ¿Cuándo notaste por primera vez tus síntomas?
- ¿Qué tan severos son tus síntomas?
- ¿Tienes problemas para respirar la mayor parte del tiempo o solo en ciertos momentos o situaciones?
- ¿Tienes alergias, como dermatitis atópica o fiebre del heno?
- ¿Qué parece empeorar tus síntomas?
- ¿Qué parece mejorar tus síntomas?
- ¿Hay antecedentes de alergias o asma en tu familia?
- ¿Tienes algún problema de salud crónico?