Los síntomas de la exposición al amianto tardan muchos años en desarrollarse, por lo que diagnosticar los síntomas del amianto e identificar la exposición al amianto puede ser un proceso difícil y prolongado. Por ejemplo, la mayoría de los casos de cáncer de pulmón y asbestosis solo se hacen evidentes a partir de 15 años después de la exposición inicial, y en el caso del mesotelioma, los síntomas pueden no aparecer hasta que hayan pasado 30 años.

Los materiales de construcción que contienen amianto (ACBM) se usaron en todo tipo de sistemas de construcción. Los ACBM se utilizaron para aislar sistemas estructurales, como vigas, columnas, techos y paredes. También se usaron para aislar componentes de plomería y eléctricos, así como partes de calefacción, ventilación y aire acondicionado (HVAC).
En general, solo los trabajadores que han estado en contacto con fibras de amianto sufrirán enfermedades relacionadas con el amianto en el futuro. Sin embargo, existe alguna evidencia que indica que los familiares o colegas de trabajadores que están altamente expuestos al amianto también corren el riesgo de contraer mesotelioma, debido a la transferencia de fibras de la ropa, el cabello o la piel del trabajador.
Enfermedades comunes relacionadas con el amianto
Si un material que contiene amianto se daña o se altera, libera muchas pequeñas fibras de amianto al aire. Cuando estas fibras de amianto se inhalan, quedan atrapadas en los sacos de aire de los pulmones y, eventualmente, reducen la capacidad para absorber oxígeno y eliminar dióxido de carbono. Inhalar fibras de amianto puede provocar muchos problemas de salud graves en el tracto respiratorio más adelante en la vida.
Las enfermedades relacionadas con el amianto incluyen:
- Asbestosis: una enfermedad pulmonar resultante de la inhalación de partículas de amianto.
- Mesotelioma: un cáncer del tejido superficial de los pulmones.
- Cáncer de pulmón.
- Problemas pulmonares, como la acumulación de líquido en el pecho y el engrosamiento de la membrana que rodea los pulmones.
Las reacciones individuales al amianto varían y dependen de varios factores:
- La cantidad de amianto a la que la persona estuvo expuesta.
- La duración de la exposición.
- La naturaleza de las fibras de amianto.
- Si la persona ya tiene alguna enfermedad o problema pulmonar.
- Si la persona es fumadora (el fumar aumenta la frecuencia o progresión de la asbestosis).
Síntomas de enfermedades relacionadas con el amianto
La mayoría de los síntomas de las enfermedades relacionadas con el amianto no aparecen hasta pasados unos 20 años, pero en algunas personas, los síntomas pueden aparecer después de 10 años. Como se describió anteriormente, la presencia de síntomas depende del nivel de exposición y de numerosos otros factores. Sin embargo, tan pronto como identifiques síntomas, debes buscar consejo médico. Por lo tanto, si has estado expuesto significativamente al amianto y sospechas que puedes estar experimentando síntomas más adelante, debes hablar con un médico.
Asbestosis
Los síntomas más comunes de la asbestosis son:
- Falta de aliento.
- Tos.
- Dolor en el pecho.
- Pérdida de apetito.
- Dificultad para tragar.
- Pérdida de peso.
- Hinchazón en el cuello o la cara.
- Sangre en el moco de la garganta.
- Respiración seca y crujiente.
- Ablandamiento de las uñas, abultamiento de los dedos o uñas.

Mesotelioma
Los síntomas más comunes del mesotelioma son:
- Falta de aliento.
- Cansancio.
- Dolor en el pecho y reducción de la expansión del pecho.
- Sonidos de respiración ásperos.
- Tos seca.
- Sudoración.
- Dolor o hinchazón abdominal.
- Pérdida de peso o pérdida de apetito.
- Anomalías en la coagulación de la sangre.
- Anemia.
- Fiebre.
Cáncer de pulmón
Los síntomas más comunes del cáncer de pulmón son:
- Tos, incluida la tos con sangre.
- Tos persistente.
- Infecciones pulmonares recurrentes.
- Dolor en el pecho.
- Sibilancias y falta de aliento.
- Cansancio y falta de energía.
- Pérdida de peso o pérdida de apetito.
- Una temperatura alta.
- Un cambio en la voz.
- Hinchazón de la cara o el cuello.
- Dificultad para tragar.

Muchas de las enfermedades relacionadas con el amianto comparten los mismos síntomas, por lo que si experimentas alguno de estos síntomas, debes concertar una cita con tu médico. Tener estos síntomas no significa necesariamente que tengas daño pulmonar, pero es mejor consultar a un médico para descartar cualquier enfermedad grave.