El dolor de espalda que se presenta junto con entumecimiento y frialdad en las piernas generalmente indica un problema que afecta a la médula espinal, los nervios espinales o la circulación sanguínea hacia las piernas. Estos síntomas a menudo se desarrollan cuando las estructuras de la columna comprimen los nervios o cuando se reduce el flujo sanguíneo a las piernas.
A continuación, se presentan las causas de estos síntomas y la información sobre diagnóstico y tratamiento.
Causas del dolor de espalda, entumecimiento y frialdad en las piernas
1. Hernia de disco lumbar
Una hernia de disco lumbar ocurre cuando el material blando interno de un disco espinal se abulta o se filtra a través de su capa externa y presiona una raíz nerviosa cercana. Esta compresión nerviosa causa dolor en la parte baja de la espalda que a menudo irradia a una o ambas piernas. La pierna afectada puede sentirse entumecida, débil o fría debido a la reducción de los señales nerviosas que controlan la sensación y la actividad muscular.

Una hernia de disco lumbar se desarrolla cuando el estrés repetido, el envejecimiento o una lesión debilitan la capa externa del disco. Los discos espinales pierden contenido de agua y elasticidad con la edad, lo que los hace más propensos a desgarros. Levantar objetos pesados de manera incorrecta, torsiones repentinas o estar sentado de forma prolongada con mala postura aumenta la presión sobre los discos. El exceso de peso corporal y fumar también aceleran la degeneración del disco al reducir el flujo sanguíneo y el suministro de nutrientes a los tejidos espinales.
Diagnóstico: Los médicos diagnostican una hernia de disco lumbar realizando un examen físico para probar la fuerza muscular, los reflejos y la sensación en las piernas. Las pruebas de imagen, como la resonancia magnética o la tomografía computarizada, confirman la ubicación exacta y el tamaño de la hernia.
Tratamiento: Los casos leves generalmente mejoran con reposo, fisioterapia y medicamentos antiinflamatorios. Los médicos pueden prescribir ejercicios para fortalecer los músculos de la espalda y reducir la presión sobre los nervios. Si el dolor, el entumecimiento o la sensación de frialdad persisten o empeoran, un tratamiento quirúrgico como la microdiscectomía puede eliminar la parte herniada del disco para aliviar la compresión nerviosa.
2. Estenosis espinal lumbar
La estenosis espinal lumbar es el estrechamiento del canal espinal en la parte baja de la espalda. Este estrechamiento comprime la médula espinal o los nervios espinales que llevan señales nerviosas a las piernas. Esta condición a menudo causa dolor en la espalda, entumecimiento, sensación de hormigueo, debilidad o sensación de frío en las piernas que empeora al caminar o estar de pie. Los síntomas generalmente mejoran cuando se sienta o se inclina hacia adelante.

La estenosis espinal lumbar se desarrolla generalmente como resultado de los cambios relacionados con la edad en la columna. Los discos intervertebrales pierden altura y los ligamentos circundantes se engrosan con el tiempo. Se forman espolones óseos como respuesta al desgaste de las articulaciones causado por la osteoartritis. Estos cambios estructurales estrechan gradualmente el canal espinal. En algunas personas, la estenosis espinal resulta de un estrechamiento espinal congénito, una lesión espinal pasada o afecciones como la espondilolistesis, que ocurre cuando una vértebra se desliza hacia adelante sobre otra vértebra.
Diagnóstico: Los médicos diagnostican la estenosis espinal lumbar combinando un examen físico y pruebas de imagen. La resonancia magnética proporciona imágenes detalladas del canal espinal y la compresión nerviosa. A veces, un mielograma por tomografía computarizada ayuda a identificar el grado de estrechamiento.
Tratamiento: El tratamiento inicial incluye fisioterapia, corrección de la postura y medicamentos para reducir el dolor y la inflamación. Las inyecciones epidurales de esteroides pueden reducir la hinchazón alrededor de los nervios. Los casos graves pueden requerir descompresión quirúrgica, como una laminectomía, para ensanchar el canal espinal y aliviar la presión sobre los nervios.
3. Enfermedad degenerativa del disco
La enfermedad degenerativa del disco se desarrolla cuando los discos intervertebrales pierden hidratación y elasticidad con la edad. Los discos se vuelven más delgados y su capacidad para absorber impactos disminuye, lo que aumenta la presión sobre las articulaciones y los nervios espinales. Esta condición puede causar dolor lumbar crónico, entumecimiento en las piernas y una sensación de frialdad debido a la reducción de la función nerviosa.

La enfermedad degenerativa del disco resulta principalmente del envejecimiento natural. El estrés mecánico repetido, el trabajo físico pesado o la flexión y levantamiento frecuentes aceleran el desgaste del disco. La mala postura, fumar y la obesidad también contribuyen al reducir la entrega de oxígeno y nutrientes a los discos espinales. Factores genéticos aumentan la susceptibilidad de los discos espinales a la degeneración temprana. Con el tiempo, se forman grietas en la capa externa del disco, permitiendo que el material interno similar a un gel se seque y pierda su capacidad de amortiguación.
Diagnóstico: Los médicos identifican la enfermedad degenerativa del disco mediante un examen físico y pruebas de imagen. Las radiografías muestran disminución de la altura del disco y cambios en la alineación espinal. La resonancia magnética revela deshidratación del disco y compresión del nervio.
Tratamiento: El manejo conservador incluye fisioterapia, control del peso corporal y medicamentos para aliviar el dolor. Un fisioterapeuta puede diseñar ejercicios para estabilizar la columna y mejorar la flexibilidad. En casos severos, opciones quirúrgicas como la fusión espinal o el reemplazo artificial del disco pueden ayudar a reducir el dolor y restaurar la estabilidad.
4. Ciática
La ciática ocurre cuando el nervio ciático se irrita o se comprime, generalmente por una hernia de disco o un espolón óseo. El nervio ciático corre desde la parte baja de la columna a través de las nalgas y hacia abajo por cada pierna. La compresión de este nervio causa un dolor agudo en la parte baja de la espalda que irradia a lo largo del trayecto del nervio. La pierna afectada a menudo se siente entumecida, débil o fría.

Las causas más comunes de la ciática incluyen una hernia del disco, estenosis espinal o espolones óseos que presionan sobre el nervio. Otras causas incluyen el síndrome del piriforme, en el que el músculo piriforme en el glúteo comprime el nervio, o un trauma que lesiona la parte baja de la columna. La obesidad, estar sentado durante largos períodos y una mala postura aumentan la presión sobre la parte baja de la espalda y contribuyen a la irritación del nervio.
Diagnóstico: Los médicos realizan una prueba de elevación de piernas rectas para verificar si la tensión nerviosa reproduce el dolor. La resonancia magnética o la tomografía computarizada ayudan a localizar la causa de la compresión nerviosa. La electromiografía puede evaluar la función del nervio.
Tratamiento: La mayoría de los casos de ciática mejoran con fisioterapia, medicamentos antiinflamatorios y ejercicios de estiramiento. La compresión nerviosa persistente o severa puede requerir la extracción quirúrgica del fragmento del disco o del espolón óseo que presiona el nervio.
5. Enfermedad arterial periférica
La enfermedad arterial periférica resulta del estrechamiento o bloqueo de las arterias que suministran sangre a las piernas. La reducción del flujo sanguíneo provoca dolor, entumecimiento, debilidad y frialdad en las piernas, especialmente durante la marcha. En casos severos, la piel de las piernas o los pies puede volverse pálida o azulada.

La enfermedad arterial periférica se desarrolla principalmente debido a la aterosclerosis, que ocurre cuando depósitos de grasa (placas) se acumulan dentro de las paredes arteriales. Estas placas estrechan las arterias y restringen el flujo sanguíneo. Fumar, diabetes, hipertensión y colesterol alto aceleran la formación de placas. La falta de actividad física y la obesidad también aumentan el riesgo. En casos raros, la inflamación de los vasos sanguíneos o lesiones en las arterias causan enfermedad arterial periférica.
Diagnóstico: Los médicos diagnostican la enfermedad arterial periférica a través de pruebas del índice tobillo-brazo, que compara la presión arterial en el tobillo y en el brazo. La ecografía Doppler o la angiografía proporcionan imágenes de las arterias para localizar bloqueos.
Tratamiento: La modificación del estilo de vida juega un papel esencial en el tratamiento. Es necesario dejar de fumar, controlar el azúcar y el colesterol en sangre, y hacer ejercicio regularmente. Los medicamentos que dilatan los vasos sanguíneos o previenen coágulos sanguíneos pueden mejorar la circulación. En casos avanzados, la angioplastia o la cirugía de bypass restauran el flujo sanguíneo.
6. Neuropatía diabética
La neuropatía diabética ocurre cuando el nivel crónico de azúcar en sangre daña los nervios periféricos. Este daño nervioso a menudo comienza en los pies y las piernas y causa entumecimiento, dolor ardiente y sensaciones de frío. La espalda puede doler debido a una postura alterada o al dolor nervioso que irradia desde la parte baja de la columna.
Diagnóstico: El médico revisa su historial médico, verifica los niveles de azúcar en sangre y evalúa la función nerviosa mediante electromiografía o estudios de conducción nerviosa. Un examen de los pies ayuda a detectar la pérdida de sensación.
Tratamiento: El control estricto del azúcar en sangre es el tratamiento principal. Los medicamentos que alivian el dolor nervioso, como ciertos antidepresivos o anticonvulsivos, pueden proporcionar alivio.
7. Neuropatía periférica de otras causas
La neuropatía periférica también puede resultar de deficiencias vitamínicas, abuso de alcohol, toxinas o ciertos medicamentos. Los nervios dañados no pueden transmitir correctamente las señales entre el cerebro y las piernas, lo que lleva a entumecimiento, debilidad, sensaciones de frío y, a veces, dolor de espalda.
La deficiencia de vitaminas, especialmente falta de vitamina B1 (tiamina), vitamina B6 (piridoxina), vitamina B12 (cobalamina), vitamina E o niacina, interfiere con el metabolismo nervioso y el mantenimiento de la mielina. El abuso de alcohol causa tanto deficiencia nutricional como daño tóxico directo a los nervios. La exposición a metales pesados como plomo o mercurio y algunos disolventes industriales también dañan los nervios. Ciertos medicamentos pueden causar neuropatía periférica, incluidos los fármacos de quimioterapia (como cisplatino y vincristina), algunos antibióticos (como metronidazol y nitrofurantoína) y medicamentos utilizados para tratar convulsiones o problemas de ritmo cardíaco (como amiodarona o fenitoína).
Diagnóstico: Los médicos realizan análisis de sangre para identificar deficiencias nutricionales, trastornos metabólicos o exposición tóxica. La electromiografía y los estudios de conducción nerviosa determinan la extensión del daño nervioso.
Tratamiento: El tratamiento depende de la causa subyacente. La suplementación vitamínica ayuda en casos de deficiencia. Evitar el alcohol o sustancias tóxicas previene daños adicionales. La fisioterapia ayuda a mantener la fuerza muscular y la coordinación. Cuando un medicamento causa daño nervioso, un médico puede ajustar o discontinuar el medicamento y elegir un fármaco alternativo.
El dolor de espalda que ocurre junto con entumecimiento y frialdad en las piernas siempre requiere evaluación y tratamiento médico, ya que estos síntomas generalmente indican compresión nerviosa o mala circulación. Un diagnóstico y tratamiento tempranos prevenirán daños nerviosos permanentes, discapacidad o pérdida de tejidos.